Análisis Dead Space 3

 Visceral Games no mentía al asegurar que tendremos la ocasión de visitar naves que recogiesen la herencia de 'Dead Space' 1 y 2; éstas suponen el groso del título durante las primeras 5 o 6 horas. Pasillos que nos darán muy mal rollo, exteriores que nos dejarán con la boca abierta gracias a su impresionante puesta en escena, y en definitiva lo que cabría esperar de un título de la franquicia. Una vez en el meollo, nos damos cuenta que sí, que tenemos delante una obra que bebe de sus antecesores en cuanto a ambientación pero simplificada y llevado al extremo en cuanto a planteamiento. No tardaremos poco en darnos cuenta de que avanzar por las construcciones no solo supondrá seguir un camino recto sin opción a perdernos, sino también el que abrirnos paso a base de más y más disparos será el pan nuestro de cada día desde que pongamos un pie en ellas.

La tétrica e inquietante atmósfera queda plasmada con maestría en las localizaciones, todo hay que reconocerlo; pero se echa a perder debido al concepto "oleada de enemigos" tan presente en los últimos meses de vida de la generación dentro del género. 'Dead Space 3' tampoco se ha librado de él. Entrar en una estancia, que la puerta de salida quede sellada y tengamos que abatir hordas de necromorfos para poder abrirla por arte de magia no solo se repetirán en demasía, sino que rompen por completo la experiencia en pos de sentirnos poderosos gracias al completo arsenal del que hacemos gala y la abundante munición que encontramos. Esa es la sensación de agobio y tensión que sentiremos a lo largo de las 12 o 15 horas de duración; pero no por la que se le conoce a los survival horror: tener que saber cuándo guardar la partida, administrar minuciosamente los cargadores restantes de nuestro equipo y por supuesto, tener la mente fría para salir por patas si la situación se pone difícil.

Llegados a Tau Volantis, y cuyo desarrollo ocupará gran parte de la trama, es donde los cambios del producto se hacen más palpables. Tendremos unos primeros instantes en los que deberemos avanzar al más puro estilo supervivencia debido a las bajas temperaturas del planeta, un detalle que nos ha gustado y nos ha hecho pensar en que podríamos estar ante lo que el género trata de ofrecer. Poco nos ha durado la ilusión. La automática disponibilidad de los trajes para Isaac en el juego nos ahorra tener que buscar los correspondientes diseños como ocurría en los títulos anteriores; aunque siempre tendremos la última palabra para elegir uno u otro. La disposición de los escenarios da pie a que nos "perdamos" entre la nieve. No hablamos de un diseño completamente libre, nada más lejos de la realidad, pero si tendremos varios caminos a escoger siendo uno el que nos lleve a la trama principal y el resto a zonas donde conseguir recursos o completar misiones secundarias.

¿Qué ofrece en jugabilidad Tau Volantis? La verticalidad de los escenarios situados en naves dan paso a unos mucho más anchos y  donde las coberturas ya nos pegan el "chivatazo" de que tarde o temprano tendrá lugar un enfrentamiento, bien con criaturas que hagan uso de las cajas repartidas por el escenario o los soldados equipados con armas de fuego. Para dar algo más de cuerpo a la acción, 'Dead Space 3' ha introducido varios movimientos nuevos en la franquicia. Rodar y agacharnos con el fin de parapetarnos detrás de las cajas darán un mayor dinamismo a los combates; eso sí, su uso y efectividad son dudosos. Rodar por el suelo apenas se presenta indispensable en X momentos de la aventura, vease cuando uno de los enemigos nos lanza un misil por citar un ejemplo. El gran problema lo presenta la lentitud con la que Isaac ejecuta el movimiento y que nos ha ocasionado alguna que otra situación incómoda de cara a los enemigos finales o mientras estamos rodeados de necromorfos.