Análisis Dead Space 3

El factor de la recolección de materiales añade exploración a 'Dead Space 3'. Nos obliga a investigar cada rincón del escenario en busca de esa pequeña cantidad de recurso que nos falta para mejorar nuestro equipo. Sin apenas esfuerzos podremos crear munición o botiquines, pero avanzar en las características del traje es harina de otro costal debido a a la dificultad para localizar el material necesario. Para facilitar un poco la tarea contamos con la ayuda de un robot. Antes de ponerlo en el suelo para empezar la recolección, se nos mostrará en pantalla un radar indicándonos el lugar óptimo para la recogida de recursos, acto seguido procederá a su captura y llevarnos el contenido al banco de trabajo para su posterior uso.

Una de las cosas que caracteriza al género del Survival Horror es la constante búsqueda de puntos de guardado. En 'Resident Evil' los teníamos presentes a modo de máquinas de escribir y cuyo hallazgo suponía todo un premio. En 'Dead Space' éstos llegaron en forma de paneles; superar el juego en dificultades altas era cuanto menos una tarea de proporciones épicas, debido a los limitados guardados a emplear. Desgraciadamente esta opción también se ha perdido en el título que nos ocupa. De la misma manera que en los juegos de acción, los puntos de guardado han pasado a estar de forma automática, haciendo más llevadero el viaje y abandonando la sensación agónica por encontrar ese "checkpoint" manual a modo de oasis en mitad de un desierto.

Los puzzles vuelven a tener presencia en la enésima aventura de Isaac, aunque cabe destacar que en esta ocasión se han simplificado, repitiendo en muchos de los casos la mecánica a lo largo de los niveles. Algunos de ellos los habremos visto en el capítulo anterior de la marca, mientras que otros a pesar de ser un soplo de aire fresco, acaban resultando facilones conforme completamos unos cuantos. Es otro de los aspectos que se ha echado en falta por parte de Visceral Games, el tener que comernos la cabeza aunque fueran unos minutos para dar con la solución.

El modo cooperativo es sin duda la novedad más palpable del título. Junto a un amigo podremos embaucarnos en la épica aventura asumiendo el papel de Isaac Clarke o bien el de John Carver. A pesar de lo que pudiera pensarse desde un principio, 'Dead Space 3' funciona a las mil maravillas como juego cooperativo, mejor aún que en el singleplayer, haciendo en general mucho más divertida la experiencia y beneficiándose del considerable número de enemigos. Interpretando un papel u otro podremos dar munición o botiquines a nuestro amigo, optar por dejarle un arma y en definitiva recorrer Tau Volantis y el espacio en su compañía. Hemos de decir que nos lo hemos pasado pipa en su vertiente cooperativa; el producto nos ha dejado risas, tensión y en general lo que dicho modo debe provocar en el jugador.

Convincente en el apartado gráfico, brutal en el sonoro

'Dead Space 3' vuelve a apoyarse en el mismo engine que precediera a sus anteriores entregas. The Godfather, nombre que recibe el motor, es llevado al límite en esta ocasión. Muestra de ello son las espectaculares vistas de Tau Volantis o mejor aún, cuando estamos en pleno espacio. A pesar de no tener grandes alardes gráficos como puedan ofrecer otros estudios de la competencia, lo cierto es que tanto en lo técnico como en el apartado artístico, lo nuevo de Visceral Games convence, y mucho.