Análisis Dead Space 3

Otra muestra más de que EA tiene potencial de sobra para captar la atención del usuario con impresionantes puestas en escena, pero desconociendo que algo así no encaja en la saga. Nos abriremos paso entre las calles a base de tiros y más tiros contra las fuerzas de Danik, líder de la Uniología y quién espera devolver a la humanidad el "mensaje" que la Efigie nos tiene preparada.

La marca ha ido introduciendo poco a poco la participación de más personajes secundarios, tal vez algo lógico si tenemos en cuenta que el argumento va ganando en cuerpo entrega tras entrega. Los propósitos de cada uno de ellos son variados, unos abogan más por el bien puro mientras que el resto apuestan por camuflar sus verdaderos intereses. El primer capítulo consiguió sorprendernos en este aspecto; el segundo no tanto aunque en cierta medida despuntaba. La tercera parte cojea por momentos gracias a unos personajes con poca 'chicha' y que repiten los mismos patrones anteriormente citados. Ellie luchará con todas sus fuerzas por llevar a buen puerto la misión de destruir la Efigie de una vez por todas; John Carver es plano como pocos aunque tiene momentos de lucidez , mientras que otros como Norton aún contando con su peso e importancia dentro del argumento, no terminan de convencernos.

El resultado es la total ausencia de cariño, remordimiento e incluso odio hacía alguno de ellos al tratarse de personalidades poco elaboradas, faltas de carisma y donde algunas situaciones darán lugar a sacarnos los colores, o cuanto menos,  provocarnos la mayor de las indiferencias. Un buen ejemplo es el triángulo amoroso que se presentará en más de un momento durante la trama generando todo tipo de discusiones entre los miembros del equipo protagonista.

Durante los 19 capítulos que abarca el juego y que se traducen en unas 12 o 15 horas de duración, encontraremos varios momentos épicos y secuencias que nos incitarán a seguir adelante con la trama, intentando desvelar el misterio de Tau Volantis y concluir con la epopeya iniciada por Visceral Games en 2009. El producto saca músculo en más de una ocasión y eso se nota en los apabullantes jefes finales o las situaciones que se nos presentan a lo largo y ancho de nuestros viajes; mención especial para el espectacular nivel que tiene lugar en el espacio exterior, toda una muestra de poderío artístico y derroche gráfico. Por desgracia, caeremos antes de lo que pensamos en la cuenta de que EA y Visceral Games han usado el clásico recurso de que todo gire en torno al protagonista principal para tirar de esos instantes. Caernos desde una montaña justo cuando nuestros compañeros suben a la cumbre y nos toca poner el último pie en ella, o la presencia de mastodónticos necromorfos en el instante donde la calma reinaba son buenos ejemplos. Sabemos que estas secuencias han estado presentes en las anteriores entregas, pero en 'Dead Space 3' quedan forzadas y no dan lugar al realismo y si a pensar "Vale, ahora pasaremos por tal situación que nos mandará a estar más "jodidos" de la cuenta"; en definitiva provocando en el usuario una sensación de metajuego constante.

Una de las grandes novedades implementadas en la tercera entrega es la posibilidad de cumplir encargos secundarios. Si bien no supondrán un punto de inflexión a la trama, aportarán algo más de viveza al mundo que se nos plantea. Algunas de estas misiones servirán para conocer qué les ocurrió a otros pasajeros de las naves cercanas a Tau Volantis, o bien saber que buscaban en el planeta helado. Una idea muy bien pensada para involucrarnos más con la historia, pero mal llevada. Algunas de ellas recuperan con acierto lo vivido en el 'Dead Space' original, mientras que el resto cae en la monotonía de tener que proteger según qué recursos de las oleadas de necromorfos o soldados de la zona.