Análisis Bloodborne

Además del ya conocido modo multijugador, y que incluye PvP, la gran novedad reside en las mazmorras de Cáliz. Algunos de los jefes de la ciudad nos proporcionarán tras el consiguiente combate un cáliz. Éste, unido a ciertos ingredientes generará una mazmorra de forma completamente aleatoria. Y cuando decimos mazmorra, hablamos de un lugar plagado de trampas, enemigos letales y todo tipo de situaciones de lo más peliagudo. Emplear un ingrediente u otro en el objeto creará diferentes tipos de emplazamientos. Divididos en varios niveles, cada uno de ellos contará con su propio jefe, pero también bestias o peligrosos artilugios que no nos harán el viaje por las laberínticas estancias de lo más alegre. ¿En que reside la gracia de este modo más allá de servir como lugar para obtener ecos de sangre extra o “alejarnos” de la trama principal? Si bien en solitario podríamos decir que disfrutamos de lo lindo con la campaña, las mazmorras de Cáliz están pensadas con un claro enfoque online. El jugador podrá guardar un total de cinco mazmorras de creación propia, compartirlas con todo el mundo o por el contrario solo con sus amigos, haciendo que el matchmaking se realice con éstos, facilitando así la cooperación. Superar las estancias nivel a nivel se convierten en un desafío mayúsculo, puestos a sufrir, mejor en compañía ¿no?

Imponente a nivel artístico y sonoro

Encarrilamos los compases finales del análisis con uno de los apartados que hacen de ‘Bloodborne’ un juego que se quedará grabado a fuego en vuestras retinas. En lo visual, el título de From Software no pretende convertirse en un portento técnico. El juego cuenta con dientes de sierra que podrían haberse “limado” algo más, o ciertas ralentizaciones que pueden llegar a ser molestas cuando se juntan varios enemigos en pantalla; pero por lo demás tanto en texturas o iluminación ‘Bloodborne’ cumple sobradamente lo que propone. El nivel de detallado de los ropajes o los enemigos os dejarán con la boca abierta, deteniéndoos en más de una ocasión a admirarlos. Mismo caso para la distancia de dibujado, las partículas que llenan los combates o la bruma que impregna las calles de Yharnham. No destaca, pero sabe hacer muy bien lo que pretende, cumplir y adornarse.

¿Sabéis que es lo mejor? Que el anterior párrafo hacía referencia a los puntos “negativos” en lo técnico, por lo que de ahora en adelante solo son alabanzas al soberbio trabajo realizado por From Software en ‘Bloodborne’, tanto en lo visual como en lo sonoro. Hemos hablado anteriormente del majestuoso nivel de detalle que ofrece la ciudad y sus diferentes áreas. Junto a la obsesión por decorar la urbe con todo tipo de elementos, se añaden los modelos de enemigos y el del protagonista, con especial atención a los jefes finales, su diseño nos meterá el miedo en el cuerpo pues su sola presencia logra un impacto visual que no todos los juegos consiguen. From Software ha sabido dotarlos de una caracterización única, permitiendo que luzcan como merecen, como auténticos monstruos duros de roer.

El apartado sonoro no va a quedar sin su correspondiente mención. Mientras que la banda sonora destaca tan solo en los enfrentamientos más importantes del juego, durante el resto de la aventura el sonido dejará por entero el protagonismo a los pasos del personaje, las armas o los gruñidos de los enemigos. Igual de importante es avanzar con precaución que detenernos con cautela a escuchar que se cuece varios metros más adelante. La importancia del silencio y cómo juega From Software con él es digno de mención, sumando muchos puntos a fortalecer la experiencia inmersiva del título tanto en los combates como en las fases de exploración. El que ‘Bloodborne’ llegue doblado con voces en castellano al mercado ha dividido a la comunidad entre aquellos que prefieren el juego con audio en inglés o en castellano. Desde ya os podemos asegurar que el trabajo realizado en las voces es francamente loable. Tanto personajes habituales como la Muñeca, los habitantes de Yharnham o los ciudadanos que deciden quedarse refugiados en sus casas engrandecen aún más el encontrarnos ante un mundo vivo. Sus frases, aunque breves, no desentonan, contando además con ciertos aportes al trasfondo del título.

Bloodborne sacará lo mejor de vosotros como jugadores

Se hace muy difícil expresar con palabras las sensaciones que es capaz de transmitir ‘Bloodborne’ de cara a la que es la conclusión del análisis. Sudaréis. Os enfadaréis. Abandonaréis el juego debido al cabreo de vuestra última muerte o ante la falta de orientación… pero cuando queráis daros cuenta ya lo habréis retomado. Os atrapará por igual, con el eterno lema de “una lámpara más y lo dejo”.

Son tantas y tantas las sensaciones que te sirve en pantalla ‘Bloodborne’, que pocos juegos en la industria como los de From Software consiguen alcanzar la cima de hacernos sentir mejores jugadores. Se ha criticado si los títulos del estudio te hacen mejor jugador a base de ensayo-error o ciertas “trampas” como enemigos apostados tras las esquinas que eran imposibles de localizar… ‘Bloodborne’ no es así. El RPG de acción se hace más accesible que lo vivido en ‘Souls’, eso es innegable pues os daréis cuenta de ello a los pocos minutos de estar frente a la pantalla. Puede que muchos lo critiquéis como un paso atrás, hacia la casualización, pero recordad: mientras que ciertos parámetros se han cambiado dando un giro de 180º , otros lo han hecho en 90º. ‘Bloodborne’ no altera de forma alarmante el equilibrio entre reto y satisfacción y mejora en muchos aspectos ciertos parámetros de lo jugado en ‘Demon’s Souls’ por ejemplo.

Da igual que seáis avezados usuarios de las obras de From Software, os veréis en la tesitura de aprender desde cero. El factor de apostar por una ambientación completamente diferente, que bebe sin tapujos del terror más puro es la base para que, aunque la jugabilidad no esté adulterada, el jugador deba poner todos los sentidos ante lo que pasa por sus ojos. Aprenderéis a escuchar, a sacar partido del silencio, a valorar cada lámpara alcanzada como un logro personal, a levantaros de la silla y aplaudir tras eliminar al jefe de final de fase, calcular la distancia de ataque y conocer vuestros límites entre “puedo o no puedo”… creedme que sentiréis despertar en vosotros elementos que como jugadores creíais dormidos o directamente no existían . ¿Habéis caído en combate? Error vuestro, aquí no hay “frames” muertos de los que sacar provecho. ¿No puedo contra cinco enemigos a la vez? Tal vez no debiste de escoger el camino de la derecha, emplear algunos ecos de sangre de los 20.000 que llevabas encima o incluso sí que podrías haber vencido ¿Por qué no? Tal vez tu fallo fue lanzarte de lleno al combate sin mantener una distancia de seguridad o utilizar sabiamente los objetos.

La grandeza de este tipo de títulos, por desgracia muy ausentes en el mercado, reside en el cúmulo de experiencias que es capaz de lograr en su primera partida, sumando elementos como la posibilidad de compartir las vivencias y por ende el reto, con otros usuarios. Sumad un apartado artístico de auténtico escándalo, soberbio y digno de las peores pesadillas; tanto a nivel de diseño en enemigos como arquitectónico. Aunad un combate ágil, adictivo como pocos gracias a su fácil acceso, pero difícil dominio. Meted también en la mezcla un apartado técnico, que sin querer ser “pomposo”, os impactará gracias a los juegos de luces entre otros muchos efectos que engrandecen la ambientación de Yharnham. ¿El resultado de tan tremebundo cóctel? Un juego de acción marca de la casa – en nuestra opinión el cénit del estudio – y en el que además de combates a raudales no faltan las dosis de terror, que aunque sin ser sutil, logra mantener la tensión hasta tal punto que os olvidaréis de respirar.

‘Bloodborne’, los que van a morir te saludan.