Análisis Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty

La forma en que esta historia es transmitida es la ya arquetípica de la saga, combinando apabullantes escenas cinemáticas de gran nivel con interminables conversaciones a través del Codec. En estas últimas, Snake y Raiden establecerán contacto con diversos personajes involucrados en la trama, brindando al jugador abundantes detalles sobre la misma o incluso algunos detalles y referencias ingeniosas a momentos pasados. Sí es cierto, por otra parte, que algunas de estas conversaciones con gran carga argumental hubieran quedado mejor implementadas a través de escenas, como por ejemplo aquellas en que los interlocutores se encuentran uno frente a otro y deciden utilizar el Codec porque les da la real gana.

De todo ello nos enteraremos gracias al más que notable doblaje -en inglés- de todos los diálogos y a la traducción en castellano de los textos, que desgraciadamente conservan la desastrosa versión introducida diez años atrás. Una traducción que no sólo no es del todo literal con lo que se escucha sino que contiene además palabras mal escritas, cuya ausencia de corrección para este relanzamiento demuestra una falta de interés alarmante por parte de Konami.

Más allá de eso, destacar el gran apartado visual del que hacen gala tanto las escenas cinemáticas como, por extensión, el resto del juego al completo. La adaptación a la alta definición es simplemente un último añadido para hacer lucir todavía más los geniales modelados, texturas y animaciones de gran fluidez de una versión original de PlayStation 2 que ha envejecido realmente bien en estos términos y a la que sólo se le puede echar en cara la más bien escasa variedad de entornos.

Por último, cómo no, la banda sonora alcanza un nivel altísimo, conectando con el jugador desde la mismísima introducción del juego y adaptándose con maestría a las distintas situaciones que nos vayamos encontrando. Tensión, acción y dramatismo son sólo algunas de las sensaciones transmitidas por un conjunto de melodías entre las que no se halla ningún tema especialmente pegadizo, pero que precisamente por ello destacan al saber acompañar con gran belleza al resto del conjunto, sin llegar a eclipsarlo.

Una reedición realmente sustanciosa

Tal y como se ha detallado al inicio de este análisis, la versión en alta definición de 'Metal Gear 2: Sons of Liberty' se corresponde realmente con su posterior reedición conocida como 'Substance', por lo que incluye todos los contenidos adicionales introducidos en ella, que no son pocos.

El primero y más llamativo de todos es el conjunto de Misiones de Realidad Virtual, supuestamente diseñadas como plan de entrenamiento para los miembros de FOXHOUND. En ellas, manejando tanto a Raiden como a Snake, seremos retados a completar la friolera de más de 350 desafíos que irán desde los principios más básicos del juego, sirviendo como posible tutorial para los menos experimentados, hasta misiones mucho más complejas que nos tendrán pegados a la pantalla por un tiempo considerable.

Asimismo podemos encontrar las llamadas Misiones Alternativas, ambientadas todas ellas en escenarios del modo historia. Del mismo modo que las misiones de realidad virtual, en las misiones alternativas seremos retados a cumplir determinados objetivos dentro de un tiempo límite. Estos objetivos podrán ir desde localizar y desactivar bombas, eliminar a todos los guardias de una zona o tomar fotografías de lugares específicos e incluso peculiares.