Análisis Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty

(Ps3, Vita)

Página 2

Plataforma analizada: PS3
27/11/2012 01:00

Hijos de la madre libertad

El desarrollo de 'Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty' se encuentra dividido en dos episodios diferenciados, el primero de los cuales, a modo de introducción y flashback, nos sitúa de nuevo en la piel del ya legendario Solid Snake. Dos años después de los sucesos de Shadow Moses y como nuevo miembro junto a Otacon de la organización Philantropy, Snake se enfrenta a la misión de investigar el desarrollo de un nuevo modelo de Metal Gear en las bodegas de un carguero.

Sin querer entrar mucho en detalles, ya que vivir el desarrollo de la trama por uno mismo es algo que se antoja imprescindible, basta decir que no tardaremos en dar con viejos conocidos de la talla de Revolver Ocelot y asistir a un giro repentino de los acontecimientos que forzarán a Snake y Otacon a desaparecer de la escena por tiempo indefinido.

Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty

A partir de este momento, la acción salta otros dos años en el tiempo, situándonos en medio de una de las mayores crisis terroristas de la historia. El Big Shell, una central mastodóntica ubicada en medio de las aguas de la costa estadounidense, ha sido tomado por un nuevo grupo terrorista que se hace llamar Sons of Liberty y en su interior se halla retenido el mismísimo presidente del país. Teniendo en cuenta que las funciones civiles del Big Shell no son más que una tapadera y que en sus entrañas se halla en desarrollo el Arsenal Gear -un nuevo modelo de Metal Gear dotado de capacidad nuclear y una peligrosa inteligencia artificial-, la situación se antoja terriblemente delicada. La guinda, sin embargo, está todavía por llegar: el líder de Sons of Liberty afirma ser Solid Snake.

De este modo, con la seguridad del mundo pendiendo de un hilo y Snake aparentemente en el bando contrario, llega el turno de Raiden, un nuevo agente de élite del reformado cuerpo de fuerzas especiales FOXHOUND. Su misión inicial, clara y concisa, es la de infiltrarse en solitario en el Big Shell, dar con el paradero del presidente y poner fin a su cautiverio. Claro que, para ello, deberá hacer frente tarde o temprano a los poderosos líderes de Dead Cell, una antigua unidad antiterrorista cambiada de bando e integrada en Sons of Liberty. ¿Alguien da más?

Mi nombre es Snake, Raiden Snake

Todos aquellos que disfrutaron en su día de 'Metal Gear Solid' hallarán en 'Sons of Liberty' una prolongación natural de las mecánicas jugables de su predecesor, dado que las bases sobre las que se sostiene la aventura siguen siendo las mismas: sigilo, evasión, observación y paciencia. Pese a ser soldados de élite, ni Snake ni Raiden son superhombres dotados de increíbles poderes, por lo que en una situación de total aislamiento en terreno enemigo evitar el enfrentamiento directo es una necesidad.

Tanto Raiden como Snake terminarán haciéndose con un buen arsenal de armas de fuego a medida que la historia progrese, pero a menos que uno quiera terminar hecho un colador en pocos segundos, o bien se halle jugando en los niveles de dificultad más asequibles (lo cual, dicho sea de paso, resta por completo la gracia a la experiencia), el 'modo Rambo' no es una opción viable. En cada sala aguarda un nuevo desafío cuyos engranajes funcionan a la perfección, siendo tarea del jugador hallar el momento preciso de sacar partido de todo lo que sucede. Renunciar a jugar a lo que se espera que juguemos sería hacer un feo a un diseño de juego tan bien planteado.

Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty

Las instalaciones del carguero y el Big Shell presentan una buena cantidad de recovecos, rutas secundarias y obstáculos ideales para sortear los numerosos guardias que patrullan todas y cada una de las zonas, por lo que evitar el contacto visual puede ser suficiente en algunos casos. Los soldados enemigos siguen en principio rutas establecidas de patrulla, y tener la paciencia de analizarlas y hallar sus puntos muertos es la clave para progresar.

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8.5

Lo mejor

Mantiene y amplía la genial experiencia jugable de su predecesor

Geniales enfrentamientos finales

Gran cantidad de recursos para afrontar cualquier situación

Soberbio a nivel visual y sonoro

La ingente cantidad y calidad de los contenidos adicionales

Lo peor

Los entornos se repiten y limitan la jugabilidad

La historia va a la deriva en momentos puntuales

La traducción es un despropósito

Raiden... Bueno, digamos que no es Snake...

¿Cómo analizamos?