Análisis Hitman: Absolution

"Ella daba anonimato, yo vendía perfección..."

Aunque siempre ha habido un hilo argumental en la saga 'Hitman', nunca ha sido especialmente relevante. Básicamente porque esta historia del asesino moralista no es que sea la panacea precisamente. Pero al fan de verdad poco le han interesado las idas de olla de 47 y sus dudas al más puro estilo teenager; al fin y al cabo, lo que de verdad queríamos era meternos en la piel de un asesino de élite, ser sigilosos como un fantasma e ir eliminando a los objetivos que se nos planteaban. El resto era residual; lo sabíamos nosotros y lo sabía IO Interactive.

Sin embargo, en 'Hitman: Absolution' se le intenta dar peso a la trama. Eso queda patente en las cinemáticas, en las conversaciones y objetivos de cada misión entre otros elementos. El caso es que esta trama es más elaborada que en otras ocasiones, pero no es ni mucho menos una historia suficientemente potente como para sostener un juego tan centrado en ella. Sí, hay giros, hay secretos, hay sorpresas y hay un conocimiento progresivo de una verdad oculta. Pero en este sentido, quizás habría sido mejor proponerla como un elemento más secundario del conjunto del juego, y sumaría en lugar de restar.

Hitman recorrerá lugares de todo tipo en su aventura

Todo comienza con un contrato muy personal: 47 debe eliminar a la que fue su superior y su contacto en la agencia de asesinos a la que pertenece, Diana Burnwood, su antigua compañera, y siempre amiga. ¿Por qué una agencia mandaría asesinar a una de sus integrantes? Pues porque Diana puso patas arriba a la compañía al traicionarlos, de una manera que inicialmente no conocemos. Pero somos un agente, un asesino de élite, y no nos preguntamos por qué; lo hacemos, y rescatamos a una joven que también forma parte del contrato. Pero ya sabemos como es 47, pronto empezará a preguntarse, ¿Es Diana Burnwood realmente una traidora? ¿Para qué quiere la agencia a esta joven?

Preguntas que se irán desvelando a lo largo de la trama, y para conseguir las respuestas tendremos que investigar y viajar por varios lugares, infiltrándonos en los peores sitios posibles y acabando con objetivos muy concretos. Ahora ya no tenemos contratos: vamos por libre y con el objetivo de conocer la verdad. Perseguido por la policía y por los peores asesinos del mundo. Un reto al que nunca se ha enfrentado Hitman, y por extensión nosotros tampoco. Por lo tanto, una historia que cambia sutilmente la manera de jugar.