Análisis Gears of War 3

Hermanos hasta el final

Es más que notorio el hecho de la emotividad que ha querido cargar Epic Games a esta tercera entrega, camuflado todo de una manera muy loable en cuanto a la forma en la que está contada; os pongo un ejemplo y que no supone ningún spoiler; mientras Marcus y Dom reciben dicha visita acompañada de la “sorpresa” pasaremos a manejar a Cole Train, todo ello narrado de una genial forma mediante pequeños flashbacks, en los que nos sitúan horas antes al lado de Baird y Sam la nueva fémina del grupo y que tendrá sus más y sus menos con el rubito ingeniero; estos momentos nos cuentan como este pequeño grupo ha salido en busca de todo tipo de provisiones tales como comida, munición, etcétera y que para ello tendrán que aventurarse en lo que queda de ciudad y que bajo un ambiente totalmente post-apocalíptico nos encontraremos con sus pocos supervivientes los cuales son reacios a entablar cualquier tipo de amistad con nosotros.

Con este trasfondo no solo iremos conociendo aun más el background del mundo, sino que servirá como carta de presentación a esa parte de los personajes que no se había visto antes; Cole Train como sabéis era jugador de Trashball y durante uno de los instantes en los que tendremos que abrirnos paso a través de la ciudad llegaremos a un lugar más que importante para él y en el cual rememorará sus más que gloriosos días como deportista, mostrando por ello un apartado emotivo que nunca pensábamos que tendría semejante grandullón.

Anya ha decidido cambiar su puesto por el traje de combate

Para llevar tal carga dramática Epic Games se ha apoyado no solo en una nueva actualización de su motor Unreal Engine para que las escenas luzcan increíbles, sino que además estas contarán con una duración superior a la habitual por lo que el juego toma unos tintes cinematográficos mucho más grandes que en las dos entregas anteriores. Si bien no es que sea todo un alarde y pueda mantener por si solo el peso del juego, el guión cuenta con gran fuerza toda la trama que se va hilando en torno a Marcus y compañía gracias a giros de argumento inesperados o algunos momentos que a más de uno hará que se le erice el bello o se le salte la lagrima.

Tan solo destacar que si bien la trama empezó a despegar en la segunda entrega de la saga, este tercer capítulo está algo metido con “calzador” por así decirlo ya que todo está demasiado precipitado, ojo que no por ello dejar de ser impresionante en su modo campaña, pero tal vez una nueva entrega hubiera sido necesaria para contar de forma más extensa lo que estos personajes pueden dar de sí, por lo que es de alabar la valentía que ha tenido Epic al dar un tono serio más allá del lenguaje adulto y violento que ha caracterizado a la franquicia y es por esto precisamente, esta valentía, la que augura que el tratamiento del guión en futuros juegos de la compañía será algo a muy tener en cuenta.

Las escenas cinemáticas han ganado en duración

Apartado técnico

Pocos juegos hay comparables en Xbox 360, gráficamente hablando, como Gears Of War 3; tan solo RAGE se le pueda acercar, pero como no vamos a entrar en comparaciones centrémonos en el título que nos ocupa.

El motor Unreal Engine vuelve a hacer de las suyas y esta vez siendo llevado hasta el límite mostrando escenarios aun más grandes, un uso de las texturas muchísimo más detallado así como un sinfín de detalles, algunos pequeños, otros no tanto, que hacen de Gears Of War 3 sea el mayor espectáculo gráfico que podáis ver en vuestra consola.

El juego ha ganado en fluidez dejando atrás esos pequeños parones de escasos segundos que sufría con anterioridad pudiendo ver gran cantidad de enemigos en pantalla de todos los tamaños, explosiones y demás portentos gráficos sin resentirse lo más mínimo la tasa de frames. Por otra parte una de las grandes mejoras que se ha hecho con esta nueva actualización del Unreal Engine es que la carga de texturas es nula, donde en el primer y segundo título podíamos observar como estas cargaban una a una cuando estábamos en un nuevo escenario o entrabamos en una partida multijugador (por momentos parecía que estuviéramos asistiendo a la evolución de las texturas en los videojuegos) aquí esa mejoría se ha potenciado totalmente no observando ninguna de las dichas cargas y pudiendo disfrutar del impresionante espectáculo gráfico desde el primer segundo.

Gears Of War 3 cuenta con muchos detallitos que a los más puristas de este apartado gustará; hablo de la extrema delicadeza que ha mostrado Epic Games a la hora de reflejar la sangre ya que para que os hagáis una idea la sangre que pueda tener vuestro personaje cuando es herido se reflejará en la cobertura en la que estéis agazapados  resbalando esta por la pared, piedra o coche en el que hayáis buscado algo de “paz”. Otro de los detalles que más llama la atención es el gran realismo que se le ha dado al humo, solo tenéis que tirar una granada de este tipo para daros cuenta de que poco o nada le falta para que sea humo de verdad, o por lo menos así lo parece; luego están las explosiones, mención especial a la de los gigantescos Lambent llamados Tanques que al explotar iluminarán toda la pantalla.

Los escenarios se muestran mucho más vivos que nunca y más variados, lo que da lugar a una nueva exhibición del motor, como por ejemplo en el nivel que vamos por el agua o en la ciudad del primer capítulo en la que bajo una ambientación completamente post-apocalíptica asistiremos a detalles como el movimiento de la hierba cuando el helicóptero despega. Todo esto sumado a los exquisitos efectos de luz de los que hace gala el juego completan un apartado que sin duda se convierte en el techo gráfico de Xbox 360.