Desnudando a `Bayonetta´

Aunque seamos sinceros, nuestra brujita favorita derrocha erotismo por los poros pero de una forma nunca antes vista. Utilizará las largas lanzas enemigas para utilizarlas a modo de barras de streptease o incluso la sangre no saldrá a borbotones cuando brote de los enemigos sino que esta será pétalos de rosas, detalle que acentuará aun más su feminidad. Sus largas piernas en comparación con el resto del cuerpo convierten a dicha parte del cuerpo como centro neurálgico para captar la atención de la cámara, a la vez que su largo pelo, el cual no dudará en desmelenar cuando nos enfrentemos a un gran enemigo en combate.

A ello hay que aderezar su marcada personalidad, la cual la ha convertido en una de las heroínas de la presente generación. Un humor un tanto peculiar cargado de sarcasmo pero sin llegar a cansar como el visto en Dante, serán sus principales bazas para caer rendidos a sus pies.

En cuanto a los enemigos estos no dejarán de sorprendernos conforme vayamos descubriéndolos zona tras zona, algunos serán ángeles con forma de pájaro mientras que otros serán moles de más de 3 metros de altura que hacha en mano pueden hacernos trizas si nos quedamos admirándolos durante demasiado tiempo; por no hablar de los jefes de final de fase que ocuparán más de media pantalla. Hacer especial hincapié en el último enemigo del juego, uno de los mejor paridos de esta generación: aunando en un mismo combate el proceso de ir acabando con él mediante diferentes fases pero aderezado con un espectáculo visual que deja en pañales a otros grandes títulos.

Los escenarios rayan a un gran nivel, además de que estos se ven apoyados estéticamente según el desarrollo de la fase. Nos subiremos a una moto debiendo esquivar coches en una vertiginosa carrera por una autopista a más de 200km/h; superar fases de disparos sobre el mar eliminando enemigos al más puro estilo Lylat Wars y un sinfín más de escenarios que nos llevarán a ciudades, bosques o templos que no desmerecerán para nada la experiencia.

Ya lo dijimos anteriormente, Bayonetta se ríe de sí mismo. Combates antológicos sobre un misil, recolectar anillos como si de Sonic se tratara, coleccionar los numerosos trajes que van desde un kimono o una monja, ciertas escenas en las que Luka parece ponerse `tenso´ ante la cercana presencia de la bruja y las impagables secuencias de video son la clave que convierten al título en todo un estandarte de acuerdo a la forma en la que está narrado. El modo en el qué se sitúa la cámara durante los enfrentamientos, lo bien sincronizados que están todos y cada uno de los movimientos uniéndole los momentos en tiempo-bala nos dan como resultado unos videos que a pesar de contar con una historia cogida por los pelos, nos hacen levantarnos del sillón para aplaudir la majestuosidad del espectáculo que estamos presenciando.