Análisis Start the Party: Save the World

Para terminar este apartado cabe resaltar uno de los añadidos que si pueden aumentar algo mas la experiencia multijugador con respecto a la primera entrega añadiendo un quinto usuario al desarrollo del juego que podría interpretar el papel de doctor. Dicho usuario podrá controlar con un Dualshock a algunos de los enemigos o objetivos que aparecen en pantalla poniendo algo más difícil (o facilitándole la tarea, según se mire) la experiencia jugable de los participantes.

PS Move

De nuevo PSMove cumple sobradamente con su cometido, una calibración muy simple y similar a la de su primera entrega, dicha calibración que se hace al inicio del juego es suficiente para jugar durante horas. Además la cámara no necesita de mucha luz para detectar de nuevo al mando de Sony por lo que la respuesta es muy suave y rápida, sin retardos ni problemas de detección incluso con poca luz.

Gráficos

Hay que saber desde el principio a que publico está enfocado el juego y no es a otro que al público casual. Por ello seguramente Start the Party no será recordado por su apartado gráfico. De nuevo la formula es similar a la de su primera entrega ofreciéndonos un aspecto caricaturesco de todos los personajes del título así como de peces, monstruos, naves y demás atrezo que componen este juego.

La simpleza de los menús es enorme por lo que en términos gráficos Start the Party: Salva al mundo no es mas que la misma versión en este aspecto pero con nuevo minijuegos.

Por supuesto cabe resaltar que la RA forma parte del título ofreciéndonos una imagen quizá algo menos nítida que la de su antecesor. Dicha técnica hace que en todo momento formemos parte del nivel puesto que la cámara Playstation Eye se encargará de mostrarnos en pantalla y de ver en cuando capturar una imagen de nuestros mejores momentos.

Sonido

Doblado completamente al castellano el juego vuelve a tener un correcto doblaje aunque esta vez echaremos de menos la voz desenfadada del doblador de la primera entrega que hacía chistes durante las fases.  La música sin duda no destacará por su brillantez y simplemente anima el cotarro con melodías machaconas y alocadas.