Análisis SiNG Party

Os consolará saber que pronto comenzará el contenido descargable de pago del juego, es decir, compra de canciones o packs individuales. Esto ya sucede en ‘Lips’ y ‘SingStar’, y aunque en este último aparecen gran cantidad de canciones de todo tipo, viendo el panorama de inicio de ‘SiNG Party’ no esperamos ver a “La Oreja De Van Gogh” o a “Maldita Nerea”, pero quien sabe...

Desastrosa ejecución, brillante asimetría

Tendremos tres modos principales de juego en ‘SiNG Party’, orientados a jugar en fiesta, en parejas o en solitario, aunque cada uno puede usarse en cualquier situación.

El modo fiesta será la principal atracción del título y lo que le hace diferente del resto: cantar mirando “al público” en lugar de a la televisión es una buena evolución de los juegos de karaoke, suficiente para hacer de ‘SiNG Party’ un producto característico y diferente. No podría haberse conseguido sin el Gamepad, y es que la sincronización televisión-mando es perfecta.

La letra y movimientos aparecen en la pantalla del mando, y en la televisión un modelo 3D mostrando el baile de la canción, casi todo con pasos sencillos y totalmente accesibles. Esto elimina completamente del juego rastro de cualquier videoclip de los artistas. Más que un punto positivo poder aprender el baile es algo negativo no ver los videoclips, y deja una sensación bastante mala en el aspecto general.

El modo canto será el clásico ya visto en juegos como ‘SingStar’. Tendremos una barra de tono y tendremos que seguirlo por tramos de letra de la canción. Se puede jugar solo o a dobles, con uno o dos micrófonos (en el juego solo viene incluido uno). El jugador que lleve el Gamepad (puede ser cualquiera del público), tendrá a su disposición un ecualizador donde podrá ajustar en vivo la reverberación de las voces, la voz del artista de la canción, el volumen de la voz de los micrófonos y el instrumental.

Otras opciones interesantes son la posibilidad de elegir las próximas canciones y así crear una lista de reproducción, o convertir el Gamepad en una batería electrónica para añadir percusión y ritmo.

También tendremos un modo por equipos en el que dos grupos se batirán en duelo para comprobar quién afina mejor.

En cualquiera de los tres modos es posible usar mando de Wii para poner percusión extra a las canciones.

Un detalle interesante es el uso de Miiverse con publicación automática, que comparte nuestra actividad (previo permiso por supuesto) de forma autónoma.

Que un título como “Just Dance” falle levemente a la hora de detectarnos es algo que se puede tolerar y que ciertamente no importa mucho cuando están con amigos en una fiesta. Pero en el caso de un juego de karaoke con sistema de puntuación y detección de tono la cosa de agrava y mucho.