Análisis Quién Quiere Ser Millonario: Ediciones Especiales

La fama de estos concursos radica en una razón muy simple, y es que, a diferencia de los concursos de habilidad física, la gente puede participar desde su casa. El pique con nuestros hermanos, padres o amigos por ver quién es el que responde correctamente a más preguntas se crea fácilmente, tan solo viendo el programa. No hace falta nada más, ni siquiera la premeditación. Es algo que simplemente sucede.

Desafortunadamente, el dinero que gana el concursante no nos lo llevamos nosotros.

Tampoco nos llevaremos dinero real en este juego, versión digital del famoso “¿Quién Quiere Ser Millonario?”, pero nos servirá para zanjar definitivamente la cuestión que siempre nos hemos planteado en casa mientras veíamos el programa en televisión: ¿Quién es más listo? ¿Papá? ¿Mamá? ¿Nuestro inaguantable hermano pequeño? ¿Nuestro sabelotodo hermano mayor? ¿La abuela? ¿Nuestro perro?

Jugabilidad

Si habéis visto el programa alguna vez, os sonará todo esto.

Al comienzo, el presentador hará una pregunta y ofrecerá 4 posibles respuestas. En el programa original servía para elegir el concursante que salía a continuación. En este caso, para no hacernos esperar mucho, simplemente nos servirá para llevarnos algunos puntos extra.

Somos una oscura presencia

Tras esta pregunta que nos sirve como calentamiento, apareceremos sentados en la silla del concursante. Nuestro personaje será simplemente una sombra oscura identificada por un color que hemos elegido al comienzo. Nuestro avatar no será seleccionable, ni tampoco habrá personajes predefinidos, lo cual es una pena en muchos aspectos.

Una vez frente al presentador del programa, las normas serán sencillas. Habrá 15 preguntas que tendremos que responder ordenadamente. Nuestro objetivo es llegar hasta la última y acertarla, para así hacernos con el gran premio de un millón de euros. Si fallamos antes de llegar al primer “punto de control” en la quinta pregunta, nos vamos a casa (a nuestra casa virtual) tal y como hemos llegado, sin un euro. En el caso de haber pasado la quinta pregunta, perderemos pero nos llevaremos 1.000 euros. Si fallamos después de la décima pregunta, nos llevaremos al menos 32.000 euros.

Las preguntas, lógicamente, comenzarán siendo bastante fáciles, pero a medida que avance el juego se irán complicando bastante. Para ayudarnos un poco dispondremos de los conocidos comodines. Tendremos tres. Para empezar, el comodín del 50%, que borrará 2 de las 4 posibles respuestas, lo cual nos da al menos un 50% más de posibilidades de acertar si no lo teníamos claro.

Al comienzo, las preguntas suelen ser sencillas

También tendremos el comodín de la llamada. Este comodín nos permitirá llamar por teléfono a la persona que queramos. Con suerte, esa persona sabrá la respuesta. Lógicamente, es una llamada virtual, y la conversación se recreara con extraños gruñidos que nos harán pensar irremediablemente en Los Sims.