Análisis Yakuza: Kiwami

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Yakuza Kiwami: Ecos del pasado

Yakuza vuelve a sus orígenes por medio de un remake de su primera entrega que no solo mejora su apartado técnico

Plataforma analizada: PS4
21/08/2017 09:38
Ni tan siquiera ha transcurrido un año desde que Yakuza 0 efectuara su estreno. Poco a poco la saga comienza a ganar renombre en nuestro territorio y de nuevo se le ofrece una oportunidad para conquistar al público occidental. Con Yakuza: Kiwami reviviremos una primera entrega que ha recibido un concienzudo lavado de cara para renovar una propuesta anticuada con los años, a la par que se incluyen novedades de peso. Este fue el punto de partida de una historia que finalizará el año que viene, veremos si consigue allanar el terreno antes de su sprint final.
Yakuza: Kiwami

Yakuza Kiwami

Yakuza Kiwami: ecos del pasado

Hace algunos días Michael Patcher aseguró que el videojuego Japonés se había convertido en irrelevante para el público generalizado. Como argumentos apuntaba hacia su enfoque, siendo difíciles de digerir y comprender para occidente, sin embargo, a lo largo de su historia ha protagonizado muchas de las épocas doradas del videojuego. Desde hace años el trono ha sido usurpado y los que ahora tienen que amoldarse a los nuevos tiempos son ellos.

Ya no se toleran patrones alternativos y los tiempos en los que disfrutábamos de la diversidad en el videojuego parece que se terminan. El desgaste se antoja evidente y una buena forma de aliviarlo puede ser precisamente atesorar nuevas perspectivas. Obviando el declive la esencia nipona permanece inalterada, alejándoles de la masa y ofreciendo un refresco más que necesario. Poco a poco la tendencia varia y en cuestión de tiempo se equilibrará la balanza, aunque el camino que queda por recorrer aún es largo.

Yakuza es una de esas franquicias que se atreven a atravesar fronteras. En sus orígenes se le dio una oportunidad pero no tardó demasiado en faltar a la cita occidental. Su modesto éxito en tierras extranjeras le ha hecho ganarse un renombre de culto que poco a poco más gente disfruta. Así llega Yakuza Kiwami a nuestro país, como la gran oportunidad para iniciarse en la saga con la misma historia que le dio origen hace más de 10 años, justo antes de su última fanfarria.

La tragicomedia del clan Tojo

Yakuza Kiwami nos traslada de nuevo a las más que transitadas calles de Kamurocho, tras los hechos acontecidos en Yakuza 0 y con un Kiryu Kazuma que ha vuelto a formar parte de la familia Dojima con un nuevo cargo. Tantos viejos conocidos como nuevos personajes formarán parte de esta historia, que tomará una dirección más personal. Kiryu ha nacido rodeado de grupos criminales y aunque su familia crea en los valores incluso dentro del crimen, es inevitable verse envuelto en situaciones indeseables. Por su posición con el tiempo termina perdiendo todo aquello por lo que luchaba, creando una situación que sin duda influirá en su futuro.

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Yakuza es agresivo e irreverente y siempre camina sobre esa delgada línea entre el drama y la comedia

Sobre el papel la idea es buena pero si Yakuza intenta aleccionarnos sobre algo no es precisamente profundo. Sin duda Kiwami ha mejorado respecto al original pero su desarrollo sigue apostando por los bruscos giros argumentales, que si bien son capaces de mantener los niveles de interés alto, con el tiempo terminarán por sacar de contexto. Realmente no es algo negativo ya que se ha convertido en una de las características principales de la saga. Yakuza es agresivo e irreverente y siempre camina sobre esa delgada línea entre el drama y la comedia. Tal vez no sea el mejor ejemplo pero al menos en ese aspecto mantiene el nivel, e, incluso, ofrece numerosas mejoras que lo enfatizan.

Un verdadero remake

Yakuza: Kiwami reinventa la primera entrega de la saga que salió a la venta allá por el 2005 en PlayStation 2. Si lo revisamos a día de hoy resulta un tanto arcaico en casi todos sus aspectos, por lo que principalmente se ha rediseñado de forma acorde a los cánones actuales de la marca.

Por encima de todo destaca su lavado de cara, con un nivel de mejora absurdo si entramos en comparaciones. Ya sabemos cómo funciona su apartado técnico, destacando sobre todo en el detalle de los rostros de los personajes principales, llegando por momentos al cúlmen de la franquicia. En su mayoría han sido rediseñados desde su base, creando nuevas escenas y eliminado aquella incómoda cámara estática.

Goro puede aparecer en medio de nuestros combates para atacarnos, acecha mientras comemos en un restaurante o aparecer en locales de striptease como bailarina privada
Yakuza: Kiwami

En cuanto a lo jugable se le han añadido los estilos de combate Brawler, Rush y Beast. Existe una cuarta opción llamada Dragon que se presenta como una de las principales novedades gracias a la forma en la que se desarrolla. En vez de utilizar los clásicos puntos de experiencia gaaremos nuevos movimientos al enfrentarnos a Goro Majima, regresando con un deseo insaciable de medirse contra Kiryu. Es capaz de asaltarnos en cualquier momento para poner nuestras aptitudes a examen. No os imagináis lo impredecible que puede llegar a ser este sistema, Goro puede aparecer en medio de nuestros combates para atacarnos, acecha mientras comemos en un restaurante o aparecer en locales de striptease como bailarina privada. Poco a poco iremos aprendiendo sus movimientos para utilizarlos por nuestra cuenta y desarrollar el que sin duda es el estilo más versátil pero difícil de obtener.

Otro aspecto bastante retocado ha sido la propia Kamurocho, incluyendo nuevas actividades secundarias. Desde competiciones de Scalextric hasta videojuegos propios en los que se combina el concepto de piedra, papel, tijera con las cartas coleccionables. Todos ellas nos aportan recompensas extra y por si solas son capaces de robarnos una ingente cantidad de tiempo.  

Sombra y Luz

Como primera entrada en la saga es una sorpresa grata, pero si has jugado a Yakuza 0 la repetición de patrones puede llegar a ser molesta. El sistema de combate es prácticamente el mismo y la recreación de Kamurocho no es menos. Se han aplicado ciertos cambios para contrastar el paso de los años, pero el diseño y el emplazamiento de incluso mucho de los locales se repiten. Las actividades secundarias ya las conocemos en su mayoría y parece que aquí solo se incluyen para hacer bulto. Si tal vez se les hubiese dado una pequeña vuelta se sentiría diferente, pero casi en todos estos aspectos Yakuza 0 ofrecía una mejor ejecución.

Cualquier tarea es capaz de mantener nuestro interés a golpe de lo absurdo y hará que poco a poco empecemos a abrazarlo

Por fortuna sus señas de identidad siguen estando ahí. Si algo me sorprende es la facilidad con la que te sumerge en su escenario. Las calles de Kamurocho realmente emanan movimiento, la gente hace su vida y puedes llegar a interponerte en su rutina. Poco tiene que envidiar a otros referentes del género en cuanto a inmersión y eso que en este caso no estamos hablando de un RPG. Con relativa facilidad nos presenta la forma de pensar de sus habitantes y sus estilos de vida para adentrarnos en un ecosistema muy consecuente con la época y el tema del que bebe. Cualquier tarea por irrelevante que se antoje es capaz de mantener nuestro interés a golpe de lo absurdo y hará que poco a poco empecemos a abrazarlo para no volver a soltar esta maravilla.

Yakuza: Kiwami

Yakuza: Kiwami

Disfrute sin prejuicios

A pesar de haber optado por la salida facíl en ciertos aspectos su experiencia sigue siendo tan única como disfrutable. Yakuza tiene todos los ingredientes necesarios para ser un superventas a nivel mundial pero por alguna razón solo triunfa en territorio nipón. En nuestro país es comprensible debido a las barreras del idioma pero en el resto de occidente sigue estando en segunda fila. Siempre me gusta decir que Yakuza ha conseguido ofrecerme una de las experiencias más divertidas de los últimos años en lo que a videojuegos se refiere, ya sea por sus momentos incómodos o frenéticos. A través de este análisis es en lo que intentado centrarme, ya que realmente creo que es su principal incentivo de compra.

Aunque, tal vez, Michael Patcher tenía razón. El videojuego japonés está de capa caída y ya no tiene nada que ofrecernos. No han sabido adaptarse a nuestras exigencias ahora que somos el mercado mayoritario. La cantidad de opciones es tal que ya no es necesario molestarse en disfrutar de la esencia de otras culturas, cuando ya hemos hallado la respuesta definitiva en un medio que para nada empieza a estancarse.

8

Lo mejor

A nivel técnico parece un juego completamente distinto frente al original

No solo se ve mejor, se han incluido nuevas misiones, estilos de combate e actividades

Lo peor

En algunos aspectos es un copia y pega directo

De nuevo llega sin estar traducido a nuestro idioma

Despues de esta, Goro Majima se merece unas buenas vacaciones

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