Análisis Syndicate

El modo multijugador ya es otra historia. En él tendremos que crear un personaje e ir haciendo misiones cooperativas con tres compañeros más. A medida que consigamos puntos y vayamos superando niveles, podremos mejorar nuestro personaje y unirnos a un sindicato, existiendo la posibilidad de crear uno propio. Las misiones disponibles son variadas y divertidas, y lo cierto es que este modo cooperativo funciona a las mil maravillas y supone, posiblemente, lo mejor que ofrece Syndicate a todos los niveles. La jugabilidad, eso sí, es la misma que en el monojugador, con algunas opciones exclusivas como curar a los compañeros.

En definitiva, Syndicate cuenta con un apartado jugable decente, que se potencia con las posibilidades del chip DART 6 y lo convierte en una experiencia divertida, directa y francamente apasionante, eso sí, sobre todo en los niveles altos. Lástima que la historia no esté a la altura y, además, su duración suponga un coitus interruptus cuando más disfrutamos de las habilidades de Miles Kilo. Eso sí, el modo multijugador sale al rescate de todo, y de qué manera señores.

Gráficos sin DART 6: el sonido al rescate

 Y si acabamos de decir que la jugabilidad sin las habilidades del chip DART 6 se convierte en una jugabilidad muy simple, tenemos que decir que el apartado técnico no cuenta con esa maravilla tecnológica. Vamos, que gráficamente Syndicate es como ese niño no demasiado brillante de la clase: se esfuerza mucho en sacar buena nota pero acaba con un 6 o un 7. En este caso igual: Starbreeze ha intentado que luzca bien, pero el resultado es bastante ramplón.

El esfuerzo se nota en algunos detalles, como el diseño (sencillamente magnífico) y la obsesión de la desarrolladora por modelar objetos que en realidad son el fondo del escenario. Quizás estos recursos gastaban demasiada potencia, o quizás el motor gráfico no diera para más, pero lo cierto es que no luce como debería en este sentido. Y echando la vista atrás en sus anteriores proyectos, el aspecto gráfico no ha mejorado mucho desde aquél Assault on Dark Athena, excelente en su momento pero que ha visto demasiadas primaveras.

Aunque todo parece correcto en un primer vistazo, observando las texturas detenidamente se puede observar la deficiente calidad que tienen algunas. Los efectos de luz cumplen el cometido sin dejarnos boquiabiertos. Por último, las físicas también pecan de simpleza, y eso que si se hubiera trabajado dignamente habría mejorado mucho la experiencia. El juego se basa, en parte, en la superioridad de Kilo frente a sus enemigos y la posibilidad de matarlos seguidamente de forma rápida. Unas físicas punteras habrían ayudado a la espectacularidad, aunque tampoco son motivo de queja.

Y, aunque suene reiterativo, lo mismo sucede con la inteligencia artificial. Los enemigos se cubren, lanzan granadas para hacernos salir de nuestro escondite…y poco más. La falta de variedad táctica en los enemigos choca frontalmente con las posibilidades de que dispone Miles Kilo. En muchas ocasiones se nos presentarán combates contra muchos enemigos que deberemos superar para avanzar, y donde aprovecharemos el escenario para hacerlo. Las habilidades de las que disponemos lo hacen divertido, pero la actitud aleatoria y casi suicida de los enemigos empaña un poco esta experiencia.

Lo mismo ocurre con los combates contra agentes enemigos, que hacen las veces de jefes finales. Cuentan con unas rutinas de combate muy definidas que identificaremos y contrarestaremos rápidamente. Al igual que con la trama, el tema de los agentes no está suficientemente explotado en los combates, y eso que daría para mucho. Esperemos que, si hay secuela, se trabaje más.

Lo mejor de todo el apartado técnico es, indudablemente, el sonido. No sólo porque nos acompañarán unas melodías futuristas muy pegadizas (que recuerdan a las utilizadas en Tron: Evolution), sino también por la amplia gama de sonidos ambiente de que disfruta el juego, todos de gran calidad. Además, el doblaje, aunque sea solamente en inglés, también tiene un gran nivel y nos ayuda a meternos más en la trama. Un trabajo realmente redondo en el apartado sonoro.

En general, a pesar de lo que pudiera parecer por esta crítica, el apartado técnico no es nada malo. Sencillamente, la competencia es feroz. Si pensamos en los shooter en primera persona más punteros del mercado, y recordamos la potencia gráfica demostrada, Syndicate simplementee no llega a ese nivel. Pero tampoco resulta doloroso para la vista, que ya es más de lo que se puede decir de muchos otros proyectos. Quizás esperábamos más de una compañía con tanta calidad como Starbreeze, pero no es posible quejarse. Además, el apartado sonoro compensa con creces esa carencia.