Análisis State of Decay 2

(Pc, One)

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State of Decay 2: Mejor morir que sobrevivir

Superviviencia en un mundo asolado por la plaga zombie. State of Decay 2 une la gestión de una comunidad con la supervivencia estilo The Walking Dead en un indie con alma de triple A.

Plataforma analizada: Xbox One
18/05/2018 14:40
Supervivencia, gestión de una comunidad y zombies, muchos zombies. Ésta es la propuesta de State of Decay 2, el nuevo exclusivo de Microsoft que llega para Xbox One y Windows 10 dispuesto a aunar dos géneros tan distintos pero que casan a la perfección. Lamentablemente, su intento se queda a medio camino.
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State of Decay 2: Un indie con corazón de super producción

Hace ya la friolera de 5 años desde que State of Decay aterrizase en Xbox 360 de la mano de Undead Labs. Un estudio pequeño con un juego de corte indie pero con muy buenas ideas que no acabó de cuajar entre el gran público. Gracias a la confianza y el apoyo de Microsoft han conseguido traernos una digna secuela que basa su propuesta en ofrecer más y mejor de lo que vimos en la anterior entrega. Un indie con corazón de Triple A que nos tememos queda a medio camino de todo lo que pretendían.

Empezando desde ninguna parte

De inicio escogemos a una pareja de supervivientes, de acuerdo a una serie de parámetros tales como condición física, habilidad luchando, destreza con las armas etc. La elección apenas tendrá consecuencias en nuestra partida ya que a las pocas horas encontraremos un refugio, un pequeño campamento de supervivientes en el que podremos intercambiar el control con cualquiera de ellos. Cada superviviente tiene su propia progresión RPG y sus propias aptitudes, por lo que el juego nos insta a controlarlos todos y a especializarlos en diversos ámbitos. Cuanto más corramos más mejorará su condición física, cuanto más disparemos mejor puntería tendrán y mayor daño podrán causar… Un sistema de gestión de personal más profundo de lo que hemos visto en otros títulos de corte similar que nos obligará a farmear con todos los individuos de nuestra colonia.

State of Decay 2

State of Decay 2

Al igual que en todo campamento, deberemos salir a las afueras en busca de recursos que podamos necesitar. Comida, medicinas, munición, coches y gasolina para hacerlos funcionar… Superviviencia en estado puro. Nuestra misión en el juego será fortalecer nuestros campamentos en cada una de las tres localizaciones disponibles y acabar con los corazones de plaga. Una suerte de nidos de zombis que los fortalecen haciéndoles más rápidos, más agresivos y mucho más grandes. Para poder atacar dichos corazones deberemos pertrecharnos de suficientes recursos y mejorar a nuestros compañeros para afrontar el reto con garantías ya que si fallamos lo pagaremos muy caro. La muerte es permanente en el juego, por lo que si en una misión o a causa de una enfermedad mal curada alguno de los miembros del campamento muere, no lo recuperaremos jamás. Si bien es cierto que a las afueras podremos encontrar multitud de supervivientes para que se unan a nuestra colonia no deja de ser un elemento a tener en cuenta. 

La gestión de los recursos y el estado de los supervivientes puede llegar a agobiar durante las primeras horas.

Deberemos por tanto ser muy cautelosos en nuestros pasos ya que como demos uno en falso puede complicarnos la partida entera. Esto es muy importante no sólo de cara a lo que vayamos a hacer en el exterior, sino también en el interior pues deberemos gestionar el refugio de forma eficiente, construyendo huertos, salas médicas, talleres y mucho más. Una vez más la cautela será nuestra principal aliada ya que si empezamos a traer a muchos supervivientes al campamento pero no vamos en busca de recursos pronto escasearán la comida y las medicinas. Todo debe avanzar de forma paulatina y paralela si queremos tener éxito.

State of decay 1

El control de los vehículos es muy tosco

La historia del juego es la del propio jugador

Podremos completar la aventura a solas o en compañía gracias al modo multijugador que incorpora ésta secuela. A pesar de la buena nueva lo cierto es que el multijugador se ha implementado con muchas, quizá demasiadas, limitaciones. El anfitrión podrá incorporar a su partida a otros jugadores, independientemente de cómo de avanzados vayan en la historia, para ayudarle a superar las zonas más complicadas. Al final de la sesión se reparten los recursos obtenidos entre los jugadores, pero dichas bonificaciones son mínimas y desalientan el jugar online ya que trabajando solos conseguimos mucho más.

Como el lector ya imaginará a éstas alturas, State of Decay 2 no cuenta una historia concreta. Su historia es la propia del jugador; con qué personajes forma alianza, a quiénes se enfrenta, quién sobrevive y quién no. A lo largo del juego podremos conocer a decenas de personajes, cada uno con su propia historia, que nos permitirán meternos de lleno en el lore del mundo post apocalíptico de Undead Labs. Lamentablemente aquí se pone de relieve uno de los mayores agujeros del título; las tramas que presentan los personajes las hemos visto ya en multitud de obras basadas en zombies, siendo The Walking Dead de Robert Kirkman un referente constante a lo largo del juego.

State of decay 3

La comunidad deberá trabajar para mantener el refugio a salvo

Un apartado técnico de la generación pasada

Y hablando de puntos débiles debemos fijar nuestra atención en el apartado técnico y jugable. Hemos analizado State of Decay 2 en una Xbox One estándar y el apartado gráfico ha resultado mucho peor de lo que esperábamos. Recalcamos una vez más que se trata de un indie con ínfulas de triple A pero aun así el mundo está demasiado descuidado, es algo vacuo y los emplazamientos que encontramos tampoco generan ningún tipo de interés. Creo que no exagero cuando digo que State of Decay 2 tiene una calidad gráfica similar a los juegos de última hornada de PS3 y Xbox 360. La resolución de las texturas es mínima, son planas; los movimientos de los personajes y los controles son ortopédicos; la interacción con los demás elementos del escenario es mínima y repetitiva. Que esa es otra, State of Decay 2 puede llegar a hacerse muy aburrido al obligarnos a pasar muchas horas yendo de un lado al otro rebuscando en cajones y huyendo de zombies. Y eso con una historia inexistente y un apartado gráfico pobre puede hacerse muy cuesta arriba.

Tampoco ayuda el aspecto sonoro del juego, con un doblaje al inglés simplemente correcto y una banda sonora que brilla por su ausencia. Entendemos que el mundo se ha ido al garete y que el silencio se impone en esas situaciones, pero las pocas melodías que acompañan nuestra aventura son meramente olvidables y no aportan nada al conjunto, ya pobre de por sí. Y llegamos a uno de los temas más espinosos, State of Decay 2 llega con voces y textos en inglés, y la única forma de jugarlo con textos en español (neutro) es accediendo a la configuración de la consola y estableciendo como región predeterminada México. Entendemos que la localización es un coste añadido que rara vez sale rentable para España, no en vano la marca Xbox goza a día de hoy de un índice de popularidad mínimo gracias al buen hacer de la competencia. Sin embargo, encontramos un gesto de pereza absoluto el obligar al usuario a bucear por los menús de configuración de la consola para conseguir poner los textos en castellano.

State of Decay 2 llega con varias semanas -o meses- de pulido pendientes.

Por último cabe mencionar que a lo largo de las 20 horas que le hemos dedicado al juego hemos encontrado una cantidad alarmante de bugs para un título que sale al mercado. Lo normal en estos casos es contar con un parche day one que soluciona la mayoría de ellos, pero en el momento de realizar el análisis no ha habido ningún tipo de actualización que los solucione. Y no estamos hablando de bugs menores; hemos visto aparecer y desaparecer de la nada coches y zombies, nuestro personaje se ha quedado atascado en varias ocasiones -recuerdo especialmente una ocasión en la que me quedé con la cabeza metida entre dos muebles-.

State of Decay 2

Los combates contra los zombies no siempre serán la mejor opción

Conclusión

Como avanzaba al principio del análisis, State of Decay 2 se queda a medio camino de todo lo que pretendía. Sus ideas son muy buenas, y es encomiable el esfuerzo del estudio en ofrecer una alternativa a los simuladores de gestión de comunidades metiéndolo de lleno en un mundo devastado por los zombies. Sin embargo nos tememos que su ambición ha sido superior a la calidad de su trabajo: el apartado técnico en Xbox One es paupérrimo, el modo multijugador está metido con calzador y no incita a jugarlo. Tampoco entendemos por que el juego nos fuerza a empezar de cero una vez completamos una zona, lo que sumado al poco interés que despierta su trama y lo repetitivas que son las tareas de búsqueda de recursos nos deja un juego tremendamente irregular.

5.5

Lo mejor

La gestión del refugio y de las personas es un gran acierto

Lo peor

La jugabilidad es tosca y repetitiva

No hay historia y los personajes son demasiado planos y estereotipados

El juego llega sin pulir, es una orgía de bugs constante

El apartado gráfico en Xbox One estándar es simplemente pésimo, inaceptable

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