Análisis Ni No Kuni II: El Renacer De Un Reino

Ni No Kuni 2: El Renacer de un Reino

Hablar de Ni No Kuni es hablar de la creación de dos grandes equipos, de la unión del arte más destacado con las prodigiosas mentes de un equipo de desarrollo de videojuegos. En la pasada generación Studio Ghibli y Level 5 aunaron fuerzas y nos trajeron una preciosa aventura tipo RPG sobre un niño que viajaba a otro mundo tras un terrible suceso. Sin ser un juego perfecto acaparó las miradas de jugones de todo el mundo y los encandiló con su precioso diseño y su bella historia. Cinco años después nos llega su secuela. Sus tramas poco o nada tienen que ver una con la otra pero lo que sí que es cierto es que ésta segunda entrega mejora todo aquello en lo que la primera falló y se consolida cómo una aventura sin igual, una preciosa fábula que nos enseña nobles lecciones de la mano de una entrañable historia aderezada con diseños magníficos. Ni No Kuni II: El Renacer De Un Reino es un precioso cuento de hadas que te cautiva desde el primer instante.

Con un inicio similar al de su predecesor, Ni No Kuni 2 abre con un accidente y un viaje a otro mundo en el que Roland conocerá al que será el principal protagonista de la aventura, Evan, rey de Cascabel. Las desgracias nunca vienen solas ya que dicho teletransporte se produce el día de la coronación de Evan cómo nuevo rey tras la muerte de su padre, tesitura que aprovechan los ratócratas (una de las muchas razas existentes en el universo del juego) para dar un golpe de estado y expulsar a los felineses -de ahí las orejas de gato de nuestro protagonista- del trono. De ésta forma en los primeros compases del juego nos encontramos desamparados y perseguidos por el reino que otrora fue nuestro hogar. A partir de entonces Evan y Roland, el viajero en el tiempo, se embarcan en la peligrosa misión de recuperar su trono legítimo y para ello deberán viajar por todo el mundo en busca de nuevos aliados que les ayuden con su cometido.

No hay rey sin un reino así que la premisa inicial pasa por la construcción de un nuevo reino, de ahí el subtítulo del juego: El renacer de un Reino. Durante la aventura no solamente deberemos viajar por todo el mundo en busca de nuevos y poderosos aliados, sino que deberemos construir, administrar y regentar un reino completamente nuevo. Ardua tarea para quién planea recuperar un trono legítimo a la vez que en sus viajes se da cuenta de que algo está ocurriendo. La trama nos lleva de la mano de forma muy inteligente hacia un conflicto estado-pueblo que se repite en las diversas localizaciones que visitaremos y que son buena muestra de la maestría y la picaresca del estudio a la hora de caricaturizar algunos de los problemas de las sociedades modernas. No profundizaremos mucho en este aspecto a fin de evitar spoilers, pero podemos deciros que dentro de su trama aparentemente simple se puede leer entre líneas una lectura tremendamente adulta y compleja acerca de las relaciones entre los reinos y sus súbditos así como las guerras entre reinos. Una radiografía de las causas y las consecuencias de las guerras, los golpes de estado y el abuso de poder inmortalizada en una preciosa fábula caricaturesca.

Ni No Kuni 2: El renacer de un reino

Un RPG clásico con toques modernos

Entrando ya en la jugabilidad Ni No Kuni 2 presenta un sistema de Action-RPG con un esquema de control muy similar al visto en la saga Kingdom Hearts. Podemos llevar a 3 personajes en nuestro escuadrón, durante el combate nuestra salud se ve representada por una barra verde mientras que nuestros puntos mágicos harán lo propio con una especie de gemas azules que se van rellenando a medida que encadenamos golpes. Los ataques se dividen en débiles y fuertes, variando la velocidad y la potencia de cada uno. Además disponemos de ataques a distancia que también consumirán PM ya sea a modo de magia con varitas, flechas con arcos o disparos con pistolas. Si mantenemos pulsado el botón R2 se abrirá, todo en tiempo real, un menú secundario con hechizos y ataques especiales que consumirán PM pero causarán gran daño a los enemigos.

El título de Level-5 añade la mecánica de los fofis, una especie de mascotas que iremos desbloqueando a lo largo de la aventura y que colaborarán con nosotros en el combate lanzando distintos tipos de magias dependiendo del fofi seleccionado. Los hay que lanzan hechizos curativos, otros que atacan con magia negra, algunos que construyen un cañón gigante, otros que nos brindan escudo… Hay medio centenar de fofis disponibles en el juego y una de nuestras tareas secundarias consistirá en encontrar los altares dónde se ocultan y ofrecerlas una ofrenda adecuada a sus peticiones para que se unan a nuestro equipo. Y cómo todo RPG que se precie disponemos de un menú de edición del equipo. Cada personaje podrá llevar 3 armas cuerpo a cuerpo y una de larga distancia, además de poder equiparse protección para torso, pies y dos accesorios. Si bien las armas se ven recreadas cada una de ellas en combate, no ocurre así con el resto de elementos que en ningún caso alterarán la indumentaria de nuestros personajes.

Ni No Kuni 2 introduce además una serie de fortalezas y debilidades al clásico estilo piedra papel y tijera con las distintas armas y magias elementales, lo que combinado con las fortalezas y debilidades según la raza de la que sea nuestro enemigo nos brinda un complejo pero asequible sistema de combate que premiará a aquellos que busquen cómo cuadrar su equipo a cada una de las zonas que recorreremos. El juego además nos regala una curiosa herramienta, el Ecualizador, mediante el cual podremos gastar los puntos que consigamos al subir de nivel en mejoras para el equipo completo además de aumentar la eficacia de ciertos ataques. Me explico; en el ecualizador podremos aumentar, por ejemplo, la potencia de nuestra magia de fuego a cambio de debilitar la magia de agua, o podremos aumentar el daño realizado a hadas sacrificando la eficacia contra enemigos reptiles. Dicha ponderación es mutable y podremos cambiarla en cualquier momento por lo que deberemos prestar atención a las características del entorno y de los enemigos para calibrarlo correctamente.

Las batalles campales pondrán a prueba nuestra estrategia

Convoca a tu ejército

La mecánica detallada en el apartado anterior no es la única forma de combatir presente en Ni No Kuni 2. En tanto que rey de nuestro reino, somos además el comandante en jefe del ejército y deberemos liderar las batallas campales introducidas en ésta entrega. En las batallas campales nos moveremos por el escenario en la versión diminuta de nuestro equipo, la que se ve al viajar por el mapamundi. Deberemos seleccionar los 4 escuadrones que queremos que nos acompañen en la batalla y éstos estarán liderados por algunos de los personajes que vayamos reclutando durante nuestra aventura. Los hay de muchos tipos, pero básicamente se dividen en espadachines, lanceros, mazadores y ataque a distancia. Nuevamente entra aquí en juego la mecánica piedra, papel, tijera por lo que deberemos atender al escuadrón enemigo para partir con ventaja. Por si fuera poco cada escuadrón tendrá unas características de combate; ataque, defensa y movilidad, las cuáles mejorarán conforme vayan participando en batallas y subiendo de nivel.

Durante las batallas campales deberemos prestar especial atención a los recursos bélicos de nuestro reino ya que cuando nos quedemos sin recursos nuestros ejércitos no se pondrán reponer ni podrán ejecutar sus habilidades especiales. Esa es otra, cada escuadrón dispone de un ataque especial que consumirá recursos bélicos; un ataque sorpresa que paralice al escuadrón rival, un bombardeo sobre las filas enemigas o un aumento de defensa. Deberemos gestionar muy bien los recursos de nuestro ejército para no caer en batalla. Que nadie se lleve a engaños, no estamos ante una experiencia que siga los pasos de juegos como Age of Empires o un Warhammer al uso, pero sí que es cierto que el modo es más profundo de lo que parece a simple vista y nos llevará algunas horas aprender a coordinar y gestionar toda esa información.

Un monarca bondadoso

Cómo decíamos al inicio del análisis una de nuestras principales tareas será la de fundar y gestionar nuestro propio reino. Al más puro estilo Sim City deberemos gestionar el reino basándonos en dos medidas básicas. Por una parte deberemos hacer acopio de súbditos, personas que vengan a vivir a nuestro reino para trabajar en él y hacerlo más próspero. Algunos forman parte de la aventura principal, pero a la inmensa mayoría deberemos reclutarlos cumpliendo misiones secundarias. Entra aquí en juego una de las principales lacras de los RPG modernos. Antes de venir a nuestro reino nuestros futuros súbditos nos pedirán que hagamos algo por ellos. Rescatar a alguien, reunir una serie de materiales, derrotar a un poderoso enemigo…, hay centenares de misiones secundarias que cuando completemos permitirán unirse a nuestro reino a esa persona. Desarrollar nuestro reino y hacerlo crecer es obligatorio por lo que nos tocará dedicar bastantes horas a cumplir éstas misiones secundarias y aumentar la población de Estivania, el nuevo reino de nuestro protagonista.

¿Para qué queremos más súbditos? Para que trabajen, así de simple. Nuestro reino generará guílderes reales -una moneda aparte de los guílderes normales-, una moneda que sólo puede usarse para mejorar el reino o invertirlo en batallas campales. Con los guílderes reales podremos asignar investigaciones a los súbditos que hayamos asignado en cada uno de los edificios. Ésas investigaciones permitirán ahorrar más en futuras inversiones, mejorar el armamento que nuestro reino es capaz de fabricar, ofrecer mejores comidas que nos otorguen estados beneficiosos (sistema similar al visto en Final Fantasy XV), mejorar nuestro ejército, recolectar extraños materiales… También deberemos invertir los guílderes en crear nuevos edificios y estructuras que permitan a Estivania desarrollarse. Cuántos más edificios tengamos más súbditos podremos poner a trabajar, cuánto más trabajen más guílderes se recaudarán y más mejoras y ayudas encontraremos para nuestra aventura.

Viajaremos por todo tipo de entornos

Una fábula en movimiento

Dejando ya de lado las mecánicas jugables, Ni No Kuni 2 destaca sobremanera en el diseño de sus personajes, de sus entornos, de un precioso mundo por el que viajaremos. Level-5 se supera una vez más -sí es que eso es posible- y nos regala los ojos con unos bellísimos diseños en cel-shading animados con gran maestría en lo que es un ejercicio de poesía visual. A su poderoso apartado artístico debe sumársele un guión inteligente, pícaro y sincero que ofrece dos lecturas de acuerdo a cuánto queramos profundizar en ellas. La primera, la de una fábula infantil que nos cuenta una preciosa historia sobre un monarca de noble corazón que quiere formar una unión de reinos unidos por la paz. Por otra parte, cómo durante la aventura los protagonistas deberán enfrentar problemas sociales como el racismo, la corrupción, el abuso de poder, la guerra o el hambre.

El esfuerzo de Level 5 por imbuir a la aventura de un trasfondo tan adulto y complejo es digno de aplauso y pone de relieve la problemática de los RPG actuales; ya no se trata de ofrecer tramas simples -Dragon Quest- o tramas complejas -Final Fantasy-, sino que se pueden aunar ambas de forma que tanto adultos cómo pequeños disfruten de la bella historia que se nos cuenta. Ni No Kuni consigue eso y mucho más. No sólo reconcilia a los amantes del género y los satisface por igual, sino que además los atrapa en un maravilloso cuento cuyos personajes logran grabarse en la memoria del jugador y ganarse su cariño gracias a su enorme carisma. Ayuda en este aspecto el excelso trabajo de doblaje al inglés con un cuidado asombroso en la caricaturización de los personajes principales. Todo ello unido a una banda sonora made in Ghibli en la que Joe Hisaishi logra acompañar con sus compases cada uno de los momentos clave del juego y dotar a sus localizaciones de entidad propia.

Ni No Kuni 2 se corona como uno de los mejores RPG de la historia

Viva el Rey

Ni No Kuni 2 regresa por todo lo alto y lo hace con una aventura sin igual. Su entrañable historia nos lleva de la mano a un precioso mundo de fantasía plagado de personajes carismáticos, bellos parajes naturales, ostentosas ciudades y mil y una aventuras por vivir. Nos hemos enamorado de sus personajes, de su diseño artístico, de su banda sonora, de su trasfondo político… pero sobretodo nos hemos dejado imbuir por la magia de transmite al zambullirnos en su propuesta. No es un juego perfecto; el motor gráfico en ocasiones adolece de algunas bajadas de frames, las misiones secundarias para reclutar súbditos pueden hacerse tediosas en algunos momentos y el mapa mundi no es tan grande como el de otras propuestas del género. Pero os aseguramos que ningún otro juego ha conseguido cautivarnos cómo Ni No Kuni 2 ha hecho, es una obra maestra adelantada a su tiempo y que debe ser disfrutada por todo amante de los RPG que se precie. A día de hoy es uno de los mejores RPG de la generación. Con el tiempo, probablemente uno de los mejores de la historia. Viva el Rey.