Análisis Mass Effect: Andromeda

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Mass Effect Andromeda: Viaje más allá de las estrellas

Bioware culmina una aventura de proporciones épicas que se convierte en referente para la ciencia ficción

Plataforma analizada: PC
20/03/2017 09:30
Ya tenemos con nosotros Mass Effect: Andromeda. El nuevo juego de la saga a cargo de Bioware presenta una aventura de increíble duración con un argumento que nos mantendrá pegados a la pantalla desde su inicio, además de un apartado jugable que entretiene y atrapa a partes iguales. Análisis Mass Effect Andromeda.
Mass Effect: Andromeda

Un viaje de esperanza y supervivencia

Mass Effect: Andromeda es uno de esos juegos que no dejará indiferente a nadie, precisamente por varios motivos que van más allá del título. El primero de ellos por tratarse de un proyecto a cargo de Bioware, estudio laureado por sagas como Baldur’s Gate o Dragon Age. De ellos destaca el mimo que se pone a personajes, trama y en líneas generales todos los elementos que componen sus universos. 

Por otra parte, y tal vez el factor más obvio, el tratarse de una nueva entrega alejada de la trilogía original de Mass Effect. Este puede que sea el elemento que más polémica genere. ¿Estarán los personajes a la altura? ¿Cómo ha tratado Bioware de llegar a las nuevas generaciones? ¿Se ha visto la franquicia casualizada en contraposición a otros elementos que eran icónicos en la marca? 

Todas estas preguntas tendrán respuesta, pero antes de entrar en materia debéis - casi en imperativo - asumir que la trilogía original, aquella protagonizada por el Comandante Shepard, es ya historia. Cuando antes comprendáis que Mass Effect: Andromeda parte de un nuevo camino, mejor. Acudir a la aventura de los hermanos Ryder sin entrar en comparaciones - en su mayor medida - os ayudará a disfrutar de principio a fin de este nuevo episodio de la IP. 

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Mass Effect: Andromeda nos cuenta la historia de la supervivencia por parte de algunas de las razas que componen la Vía Láctea. Dicho esto, turianos, salarianos, krogan y por supuesto humanos se embarcan en un viaje a través del universo hacia la galaxia de Andromeda. En ella tratarán de dar con nuevos planetas habitables, un periplo que va encabezado por los llamados Pioneros, exploradores curtidos en viajes interestelares. Gracias al avance tecnológico, la Iniciativa Andromeda está acompañada, además de los miembros dispuestos a jugarse la vida en cada planeta, de varias arcas que guardan en su interior cápsulas criogenizadas dispuestas a que, llegado el momento, despertar a sus ocupantes. 

Mass Effect: Andromeda es una experiencia narrativa profunda y de una factura impecable

Como ya estaréis imaginando, poco tardan en hacer acto de presencia extrañas arquitecturas alienígenas de origen desconocido, razas dispuestas a hacerse con dicha tecnología - los kett -  y en definitiva un entramado que oculta algo más que un simple viaje de exploración espacial. Lo que en principio parece una misión rutinaria para un puñado de curtidos soldados y bióticos, se tornará en un auténtico drama al desencadenarse acontecimientos que desde luego no os vamos a desvelar para arruinar la sorpresa. 

Mass Effect: Andromeda da el pistoletazo de salida con una primera hora que desde luego está plagada de acción así como un desarrollo argumental ágil y frenético. Suficiente para ser conscientes de cuáles serán algunos de los derroteros que nos acompañarán durante la trama principal, pero tan solo la punta del iceberg de lo que acontecerá de manera posterior.

Mass Effect: Andromeda

Aliado o enemigo: de la amistad al odio

Como decíamos líneas atrás, uno de los puntos clave en cada obra de Bioware es el tratamiento que reciben todos y cada uno de los personajes que desfilan en sus obras. Mass Effect: Andromeda no iba a ser menos. 
Conoceremos nuevas razas como los Angara, orgullosos pero al mismo tiempo caracterizados por el honor y amor a su legado. Los salarianos o turianos, así como asaris seguirán estando presentes, cada uno con sus correspondientes diferencias. El resto de personajes a nivel individual están a gran altura, ya sea desde la tripulación de la Tempest; pasando por SAM, una IA que nos acompañará durante todo el viaje y que nos ofrecerá mucha de las respuestas del pasado de Ryder. 

Bioware ha querido revivir ese concepto de camaradería que respiraba Mass Effect 2, y desde luego lo han logrado. Sin llegar a entrar en comparaciones concretas, tanto Cora, Peebee, Jaal o Vetra tienen sus motivos para unirse a nuestro viaje, aunque sin ocultar sus grandes peros a la que ya de por sí parece una misión suicida. Precisamente este detalle, sumado al de sentirnos un Pionero que a vista de muchos habitantes de la propia Iniciativa y razas que pueblan Andromeda parece un mero paria, hace que el sentimiento de encontrarnos ante una tarea de proporciones titánicas esté presente en todo momento. 

Entre los personajes corales y la lograda ambientación, Bioware ofrece una obra inmersiva como pocas

No hay que olvidar el factor ambientación, elemento crucial también en toda obra de ciencia ficción que se precie. Mass Effect: Andromeda deja en manos del jugador y de forma más que notable el sentirnos un auténtico Pionero, un explorador espacial. En nuestra mano tendremos no sólo examinar los planetas, sino también y por supuesto descender a ellos. 

Mass Effect: Andromeda

Al contrario que lo que muchos puedan imaginar, cada planeta esconde tras de sí su propio bagaje. Algunos de estos descensos nos llevarán a luchar contra las inclemencias de la radiación para dar pie así una zona habitable para los ocupantes de las arcas. Otros en cambio suponen un reto aún mayor debido a que deberemos de convencer a las razas que ya los habitan para que no supongan un peligro para los futuros “vecinos”. Sea como fuere, perdernos en los diferentes planetas y su propuesta supone una forma dinámica y distinta de entender la ya de por sí complicada misión que se nos ha encomendado.

La dura tarea de ser un Pionero

Mass Effect: Andromeda renueva por completo la jugabilidad de lo visto con anterioridad en la saga, aplicando en cierta manera el concepto de Dragon Age: Inquisition. Decimos en cierta manera porque desde el estudio también han remodelado la idea de tener a nuestra disposición grandes áreas con el fin de que éstas no se conviertan en zonas donde realizar tareas repetitivas variando la estética. 

Salta a la vista que el sistema de combate ha ganado en agilidad, tanto por el uso del jetpack así como el sistema de coberturas automático. El gunplay se siente fluido, lo que sumado a la variedad de mods para las armas hace que los enfrentamientos ganen en intensidad y se alejen de los combates estáticos de anteriores entregas. 

Mismo caso para el factor exploración. El Nomad es francamente divertido, y su control no puede estar más ajustado. Nuestro nuevo vehículo para movernos por los planetas nos permitirá alcanzar zonas más elevadas y por supuesto recorrer largas distancias sin problema alguno. Mención especial a que su protagonismo nos ha parecido más que acertado, sin llegar a abusar de él y por lo tanto no transmitiendo el que su presencia sea con calzador. 

Mass Effect: Andromeda

La personalización también alcanza grandes cotas de variedad. A nuestra disposición tendremos modificaciones para las armas y armaduras; un elenco de equipo casi infinito dividido según las diferentes galaxias que obtener en tiendas o crafteando. Precisamente el crafteo no supone un impedimento, ni para los aficionados a este tipo de elementos jugables, ni para los menos duchos. Gracias a los diferentes materiales que encontramos repartidos por planetas, y un poco de inversión en determinados departamentos de la Iniciativa, alcanzaremos ese punto de adicción para querer hacernos con todas las armas y armaduras que veamos. 
No hay que dejarse atrás el gran cambio que supuesto el ofrecer total libertad al jugador para construir al personaje. Ahora no tendremos restricciones de clase, sino que podremos acceder a todas, realizar combinaciones entre ellas además de guardar nuestros perfiles en base al estilo de juego que prefiramos. Una decisión acertada que da pie a que siempre tengamos el gusanillo de probar nuevas formas de afrontar los enfrentamientos. 

Mass Effect: Andromeda parece mirar por momentos a Interstellar o Alien con increíbles resultados

Otro dato a destacar de Mass Effect: Andromeda es la verticalidad que ha ganado la saga, gracias en parte al uso del jetpack. Además de la comentada exploración, durante ciertas fases y momentos de la obras podremos vernos inmersos en escenarios que parecen abogar por el plataformeo. Mención especial para las misiones en las que el telón de fondo utilizado son los Relictos. Por diseño, planteamiento y secretos a nivel argumental se llevan la palma en términos de espectacularidad. 

Mass Effect: Andromeda también sabe “echar el freno” entre combate y combate o fases de exploración. Los momentos que dan pie a visitar ciudades o la gran Hyperion nos dejan también gratas sensaciones. Hemos llegado a pasar literalmente horas entre conversaciones o las historias de personajes secundarios. Es un detalle que Bioware siempre ha cuidado y desde luego en Andromeda hace gala de ello.

Mass Effect: Andromeda

Precisamente uno de los aspectos que debéis tener en cuenta, es que Mass Effect: Andromeda es una de esas obras narrativas que exige al jugador dedicación y tiempo. Podéis acudir sin reparo a las misiones principales, por supuesto, pero por el camino os estaréis dejando una aventura con un trasfondo único, adictivo, personajes corales y plagado de matices. Pasad tiempo leyendo el Códice, descubrir el pasado de cada planeta, la personalidad de los diferentes habitantes de Andromeda, etcétera. De esta manera conseguiréis tener ante vosotros uno de los videojuegos más inmersivos que se recuerdan.

“Cuando el sabio señala la luna…”

Hay un proverbio que dice: “cuando el sabio señala la luna, el necio mira el dedo”. El apartado gráfico de Mass Effect: Andromeda tiene sus claroscuros, pero en ningún momento os dejéis asustar por el irregular apartado en las animaciones faciales. El revuelo formado en torno a esta polémica es un simple punto negativo que en absoluto empaña una narrativa sobresaliente y una jugabilidad que engancha y entretiene a partes iguales. ¿Podrían estar mejor? Por supuesto, pero cabe recordar que ninguno de los Triple-A reconocidos y premiados en los últimos años se ha librado de tener todo tipo de bugs/glitch en sus primeros días. 

Con este aviso para navegantes por delante, hablemos del apartado artístico y técnico de la obra. Mass Effect: Andromeda se base en el motor gráfico Frostbite, y aunque el resultado es ligeramente superior en términos de calidad y rendimiento en PC, Bioware ha hecho un trabajo notable. Nos encontramos ante una aventura que destaca principalmente por su iluminación, en especial en los planetas, pero también por otros elementos como los reflejos y o texturizado. 

Con un diseño artístico fuera de toda duda, la obra alberga en una increíble iluminación su principal baza técnica

En consola tenemos un producto que se mueve a 900p 1080p en Xbox One y PlayStation 4 respectivamente, en ambas máquinas a 30fps. Una tasa de imágenes por segundo que en los momentos de mayor carga poligonal y efectos ofrece algunas ralentizaciones. Por el contrario en PC disfrutamos de una amplia variedad de opciones a modificar dependiendo de nuestro equipo. Con un ordenador compuesto por una tarjeta gráfica Nvidia GTX 980, 16GB RAM y una CPU I7-4790K hemos podido mover el título sin problemas a 60fps y la mayoría de opciones en Ultra. 

Mass Effect: Andromeda

El gran pero de Mass Effect: Andromeda es, sin lugar a dudas, lo relacionado con las escenas conversacionales. Manteniendo el clásico plano contra plano de la saga, los humanos se llevan la peor parte en lo que a expresividad se refiere. No ocurre lo mismo con los Krogan o Salarianos, aunque tampoco sin alardes. Un detalle que esperamos desde Bioware traten de solucionar pronto con un parche. 

John Paesano ha sido el compositor elegido por Bioware para Mass Effect: Andromeda. Su banda sonora no contiene temas que tardarán poco en volverse icónicos dentro de la franquicia - recordad aquella melodía al explorar el espacio o la referente al Hombre Ilusorio - pero sabe acompañar a la perfección cada momento y secuencia. 

La gran aventura de la ciencia ficción

Bioware ha culminado con Mass Effect: Andromeda el que posiblemente sea su juego más completo hasta la fecha. Durante el desarrollo ha habido multitud de cambios en el equipo y el propio proyecto, pero el resultado ha estado a la altura de lo esperado: una gran epopeya de ciencia ficción que sea capaz de ofrecer todo lo que los fans - y no tan fans - querían.

Mass Effect: Andromeda es la mayor aventura de ciencia ficción en la actualidad, un viaje cargado de emociones y epicidad

Mass Effect: Andromeda no es un juego de acción o shooter, sus elementos de RPG son los que sobresalen y brillan con luz propia. Aunque ese esqueleto de tiroteos esté bien llevado, crucial para dar pie a una jugabilidad divertida y atractiva para el jugador, lo nuevo del estudio se gana al usuario por su faceta rolera y narrativa. 
No nos equivocábamos cuando decíamos que nos encontramos ante una obra exigente para el jugador. Puede que no todos estén dispuestos a detenerse a leer y profundizar en lo que Mass Effect: Andromeda tiene para ofrecer. Por desgracia, la industria vive un momento en el que la inmediatez jugable prima, dejando de lado elementos como un buen trasfondo y casi sirviendo en bandeja de plata al usuario un enorme abanico de posibilidades. Rebasada esa línea, la aventura de Ryder se convierte en un deseo continuo por querer descubrir más y más sobre sus personajes, razas, planetas y universo.

Mass Effect: Andromeda

Mass Effect: Andromeda es capaz de mantener pegado a la pantalla al jugador con misiones en las que Alien Interstellar parecen coincidir. Encargos en los que no pegaremos un solo tiro, pero nos detendrán en seco para analizar las consecuencias de una simple misión como por ejemplo dar con un salariano racista o ser la mano negra que despierte del arca a los familiares de un número reducido de habitantes en Hyperion. 

Es ahí precisamente cuando Mass Effect: Andromeda destaca y hace que recordemos algunos de los mejores momentos que nos ofreció Bioware años atrás. Sembrar la duda en el jugador ante las sorpresas del guión, el pensar antes de actuar y por supuesto perdernos en las diferentes áreas con el fin de descubrir sus secretos. 
Está claro que el producto tiene sus pequeños errores. El multijugador, aunque esta vez introducido de manera orgánica gracias a la trama, podría dar mucho más de sí. Las animaciones faciales también podrían estar mucho mejor, ya lo hemos dicho; pero en cualquiera de los casos, las virtudes de Mass Effect: Andromeda superan con creces a esos puntos que podrían haberse trabajado más. 

Mass Effect: Andromeda es la gran aventura de ciencia ficción que a día de hoy podemos disfrutar los poseedores de PlayStation 4, Xbox One y PC. No trata al jugador de tonto a nivel narrativo y garantiza momentos espectaculares que os dejarán con la boca abierta. Sabe buscar esa forma de contentar al fan clásico de la saga sin caer en lo forzado, consiguiendo como resultado una sonrisa e inclusive alguna que otra lagrimilla. También sabe captar la atención del jugador menos hecho a la trilogía original con recursos que van desde un protagonista que debe enfrentarse a lo desconocido, pasando por elementos argumentales y pertenecientes al universo de Mass Effect que se introducen de manera gradual.

9

Lo mejor

Multitud de horas por delante

Por guión, personajes y ambientación, de lo mejor en ciencia ficción

El factor narrativo y RPG, sobresaliente

Gran jugabilidad en términos de exploración y combate

Total personalización del Pionero

Una obra que, en su conjunto, resulta inmersiva

Lo peor

Animaciones faciales pobres

No poder controlar las habilidades de nuestros compañeros en combate

Rendimiento irregular en Xbox One y PS4

¿Cómo analizamos?