(3DS)
Mario Party: The Top 100.
Nintendo comienza a llevar a cabo el cierre de 3DS con Mario Party: The Top 100, tercer título de la saga que evoca a la nostalgia de los jugadores
Plataforma analizada: Nintendo 3DS'Mario Party: The Top 100' llega en una etapa en la que Nintendo 3DS da sus últimos suspiros tras más de 7 años en activo, siendo considerado por tanto como uno de los últimos títulos de la plataforma. Sin embargo, con este juego Nintendo, además, pone en jaque la saga de Mario Party, una franquicia que con el pasar de los años ha recibidio peores críticas por parte de sus usuarios, sobre todo por las últimas entregas lanzadas en la portátil, siendo, en apariencia, la nostalgia el último baluarte para sacarla de nuevo a flote. Con todo esto en mente, toca hablar de si lo ha conseguido, si se ha quedado en el camino o, en defecto de lo anterior, si se ha terminado de hundir.
Lo primero a mencionar es lo más obvio, y es que 'Mario Party: The Top 100' parece haber aprendido de los errores de las anteriores entregas de Nintendo 3DS en un aspecto que, todo sea dicho, parecía increíble que hubiesen pasado por alto: los minijuegos. Es un hecho que el principal foco de la saga son estos pequeños segmentos de apenas unos minutos junto a los tableros, por lo que ante una mala ejecución de estos últimos, como ha venido ocurriendo, el alcance de un mínimo de calidad lo deben conseguir los primeros.
No obstante, a nadie pillará de sorpresa saber que en su última trayectoria los minijuegos dejaban bastante que desear, hasta el punto de que una inmensa mayoría se basaban en el azar, lastrando con ello cualquier atisbo de habilidad y aprendizaje que pudiese ofrecer al jugador y limitando su participación a un cruce de dedos. ¿La solución rápida ante este problema? Hacer un recopilatorio con 100 de los mejores minijuegos que han conformado la saga en sus entregas numeradas. Y todo sea dicho, no se puede negar que estos rebosan calidad, tanto la de antaño como la de su adaptación, lo cual, por otro lado, no los dejan exentos de defectos.
Con todo lo dicho hay que dejar claro que la gran base de los minijuegos no se encuentran en una sola entrega, ya que, dejando de lado que el 'Mario Party' original es el que menos minijuegos ofrece por la polémica que hubo en su día, cada entrega cuenta con un gran repetorio tanto de todos contra todos como en otra modalidades, estando, sin ninguna duda, algunos de los mejores minijuegos de cada entrega presente. Con todo ello, hay que dar una palmadita en la espalda a la buena adaptación que han sufrido, hasta el punto de que los chicos de Nd Cube han conseguido suplir los cambios de botones o la ausencia de los mismo. Mención aparte merecen los que se bana en los controles de movimiento de Wii, los cuales se efectúan con la pantalla táctil de una forma incluso mejor que los originales. Y sin embargo, como decíamos al final del anterior párrafo, encontramos pegas en estos.
Vamos a empezar diciendo que con 100 minijuegos parece algo más que obvio que no todos terminarán por ser buenos, ya sea por desgaste de ideas, repetición de mecánicas, entre otros factores. Sin embargo, este argumento valdría para un juego nuevo, no un recopilatorio en el cual los desarrolladores han tenido la oportunida de elegir cual dejar fuera y cual incluir. Mucho ojo con estas palabras, ya que no decimos que la gran mayoría sean malos, al contrario. El problema lo encontramos en una muy pequeña minoría que por un elemento u otro no terminan de funcionar, siendo así que podríamos clasificarlos en tres tipos.
Por un lado, están los minijuegos basados en machacar los botones de la consola, lo cual no equivalen a que sean malos en absoluto. No obstante, si tenemos en cuenta que Nintendo 3DS no cuenta con la consistencia y solidez de un mando como puede ser el de Game Cube, uno se percata de que la consola puede sufrir bastante, sobre todo si lleva años envejeciendo. Esto se puede ver por ejemplo en el minijuego Machacabotones de 'Mario Party 5', donde se ha llegado a temer por la integridad de la consola.
El segundo tipo de minijuegos que encontramos en este aspecto es quizás uno que lastre menos la experiencia, aunque la importancia que pueden tener dentro de las partidas en tableros (de los cuales hablaremos más adelante), y es que hablamos de los minijuegos que se basan al 100% en el azar. Es un hecho de que la saga siempre los ha tenido (en las últimas entregas de una forma mucho más común), por lo que una posible ausencia tampoco es que esté tan justificada, sobre todo por la tensión que pueden crear en ciertos puntos para bien o para mal. Sin embargo, se vuelve a lo mencionado anteriormente, y es que ante un recopilatorio que elige a los mejores, se hace difícil que estos minijuegos no se hayan limitado a ser sólo un par.
Finalmente, encontramos el que puede ser el factor más destacable, y es que a fin de cuentas considerar a unos mejores o peores está en el gusto de cada uno. Y pese a ello, al ver a algunos de los minijuegos uno no puede evitar hacerse la siguiente pregunta: ¿Realmente no había minijuegos mejores en esta entrega? Esto lo podemos ver por ejemplo en el minijuego Mala orientación, donde los jugadores se mueven por un patrón aleatorio y que va cambiando según van pasando los segundos, haciendo que uno se pregunte si su entrega, 'Mario Party 6' no tenía nada mejor que ofrecer.
Pese a lo dicho, insistimos en que estos problemas son algo presente en sólo unos pocos minijuegos y es que, en su inmensa mayoría, estos cumplen con su cometido tanto de entretener al jugador, ya sea sólo o en compañía, como en suponer un reto, de la misma forma que en algunos casos evocará a la nostalgia. No obstante, no todo puede ser perfecto en esta vida y lo que podría haber sido un buen 'Mario Party' ha acabado siendo lastrado por completo por el principal defecto de las últimas entregas: los modos de juegos.
Estos modos de juegos, los cuales en apariencia son 5 con el repetorio de 100 minijuegos, terminan por convertirse en 3 (incluido el mencionado) si tenemos en cuenta que dos de ellos son meras pachangas rápidas para superar un récord o ganar más minijuegos que nadie. Y pese a ello, los dos restante no se libran de la criba. En primer lugar vamos a hacer mención de la Isla de los Minijuegos, una especie de tablero de 100 casillas donde contaremos con tan sólo 5 vidas (podremos aumentar este número por cada 100 monedas) de tal forma que tendremos que recorrer cuatro mundos en sus diferentes fases participando en todos los minijuegos, siendo así que algunos de estos minijuegos estarán bloqueados en el menú principal hasta que participemos aquí.
De por sí podríamos decir que es una prueba para demostrar si somos capaces de dominarlos a todos a la vez que recibimos la recompensa ya mencionada, y no se puede negar que la primera pasada es entretenida e incluso desafiante, estando en todo momento presente la tensión. Y pese a ello, tras superarla no ofrece ningún motivante para volver a superarlo, ya que no afectará en nada a los personajes y con sólo una vuelta ya estará todo desbloqueado, quedando en el resto de tiempo de juego como un mero adorno en el menú principal.
Por otro lado, tenemos un modo tablero en el cual únicamente contamos con un único tablero, el cual bebe directamente de las mecánicas que ofrecía 'Mario Party: Star Rush', lo que viene a traducirse en tener una mala base. En este tablero, de tamaño reducido y con apenas eventos y momentos interesantes, todos los personajes se moverán en cualquier dirección sin que en ningún momento sepamos exactamente que camino hay que tomar debido a que el azar decide en todo momento el devenir de la partida, de tal forma que quizás probéis este modo de juego por mera curiosa, a lo cual le puede seguir un completo abandono a favor de jugar al modo de los minijuegos directamente.
Asimismo, y antes de finalizar, habría que hacer mención a la disonancia que existe entre jugar solo y acompañado, aunque esto no pillará de sorpresa a nadie y es que, pese a que los minijuegos de por sí se pueden disfrutar en todo momento sin tener a alguien al lado, no se puede negar que el gran aliciente de esta clase de juegos es poder echarse unas risas y piques con amigos y familiares, para lo cual su Modo Descarga se convierte en la principal baza que le saca juego a esta función socializadora.
En definitiva, podemos afirmar por un lado que, hablando con propiedad, 'Mario Party: The Top 100' es el mejor juego de la saga lanzado para Nintendo 3DS, aunque eso en ningún momento se debe de considerar como un mérito, siendo, por otro lado, un título que no habría salido más lastrado si se hubiese limitado a ser un recopilatorio a precio reducido sin necesidad de meter modos de juego por el simple hecho de meterlos. Asimismo, la evocación a la nostalgia es sin duda una fórmula que funciona, pero que sólo es pasable en una ocasión, por lo que sólo resta esperar para ver si en Nd Cube han tomado notas de como se debe de hacer la fórmula en caso de seguir desarrollando futuras entregas.
Lo mejor
El Modo Descarga permite jugar a varios a la vez
Ideal para jugar con grupos de amigos
La recreación de algunos de los mejores minijuegos de la saga
Lo peor
Cuesta creer que alguno de los minijuegos elegidos esté entre los 100 mejores
La saga sigue sin levantar cabeza en sus tableros
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