Análisis Dragon's Dogma

Un mundo de espada y brujería

Ha llovido mucho desde que ‘Dragon’s Dogma’ se estrenara, tanto en su versión estándar como la renovada ‘Dark Arisen’. Publicado originalmente para Xbox 360 y PlayStation 3, el título en su versión para PC mantiene intacta la esencia que vimos en las plataformas de pasada generación, por lo que nos encontramos ante un port con todas las de ley, aunque eso sí, con alguna que otra mejora visual con respecto a lo visto en consolas siendo ésta la principal baza del producto.

Dicho lo cual, el análisis que nos ocupa se centrará por completo en hablar del rendimiento del juego para PC. Si queréis empaparos bien de lo que puede ofrecer ‘Dragon’s Dogma’ os invitamos a pasar por el extenso análisis de su versión original o bien de ‘Dark Arisen’.

La propuesta de Capcom es cuanto menos atractiva. Con un estilo visual que bebe directamente de la literatura fantástica occidental, el estudio nos propone adentrarnos en una épica aventura de espada y brujería en la que, como no podía ser de otra manera, seremos el eje central de la trama por causas del destino. Denominados Arisen por la marca que se ha quedado ligada a nuestro cuerpo a causa del encuentro con un gigantesco dragón, deberemos de recorrer el vasto reino para hacer frente a tan terrible amenaza. Y es que, durante el argumento, sin ser éste el punto fuerte del título, no solo nos las veremos con dragones; sino también con criaturas que van desde trasgos, trolls, lobos, asesinos, muertos vivientes y todo tipo de monstruos propios de la literatura de fantasía medieval.

Aquí es donde realmente destaca ‘Dragon’s Dogma’, en una ambientación rica y variada; además de por supuesto un sistema jugable directo, cargado de acción y totalmente personalizable. Además de la ya típica creación de personajes, deberemos escoger la que será nuestra clase, aquí llamada Vocación. Mago, Guerrero o Strider – Pícaro – serán las disponibles al principio, aunque a medida que progresemos en la aventura tendremos opción a decantarnos por una especialización más concreta. Uno de los pilares base del producto serán los Peones. Personajes controlados por la IA y que se embarcarán en nuestro viaje para prestarnos su siempre bien recibida ayuda. Invitarlos a nuestro grupo será vital para el buen devenir de la empresa, más aún apostar por una compañía variada, con buen nivel y que sepa hacer frente a una amplia variedad de situaciones.

Acusando el paso de los años

Conocidas de forma básica los entresijos jugables de ‘Dragon’s Dogma Dark Arisen’, toca hablar de lo que realmente importa en su versión para PC, el rendimiento y opciones gráficas. Sin duda estamos ante la mejor edición del RPG de acción de Capcom. No debería de ser una sorpresa si atendemos al tiempo transcurrido desde su estreno, y aunque juegue con la ventaja de que casi en cualquier equipo actual sea capaz de ejecutarse de forma fluida y con mejor resultado que lo visto en Xbox 360 y PlayStation 3, ‘Dragon’s Dogma Dark Arisen’ no perdona el paso del tiempo.

El título cuenta con más que amplio número de opciones gráficas para personalizar, algo poco común si atendemos a los últimos ports llegados de consolas. Calidad de las sombras y texturas, distancia de dibujado, antialiasing o campo de visión son algunos de los parámetros que tenemos a nuestra disposición. Las principales características por las que ‘Dragon’s Dogma Dark Arisen’ puede captar vuestra atención en compatibles, además de la rejugabilidad de turno, son el aumento de resolución, una mayor tasa de imágenes por segundo y una leve mejoría en apartado técnico.

No obstante, ésta última no supone un cambio radical con respecto a Xbox 360 y PlayStation 3. Sí, todo se ve más nítido, más bonito y los objetos más definidos en la lejanía; pero el juego acusa los años transcurridos con texturas planas tanto en personajes como escenarios, expresiones faciales, además de un detalle en las sombras meramente anecdótico. No cabe duda de lo que los modders no tardarán en hacer de las suyas y mejorar el apartado técnico, pero de forma original francamente no sorprende y deja bien claro sus orígenes de consola.

Si hablamos de rendimiento, Capcom ha hecho un notable trabajo, no siendo nada difícil maximizar las opciones para disfrutar de una resolución 1080p, 60 imágenes por segundo inclusive en equipos modestos. En el apartado sonoro, y como único punto negativo además de los que pudiera arrastrar el título original, encontramos la imposibilidad de cambiar las voces al japonés, un detalle que nos hubiera gustado. Resaltar también el uso del teclado-ratón, más que correcto y totalmente personalizable. En caso de que no prefiramos dichos periféricos, siempre podremos optar por ya habitual mando de Xbox y que guarda la misma configuración de botones que en su edición para la anterior consola de Microsoft.

Un notable RPG de acción

Si os gusta la fórmula de ‘Dark Souls’ en lo que a ambientación se refiere, la esencia de mundo abierto y acción de títulos como ‘The Elder Scrolls V: Skyrim’; ‘Dragon’s Dogma: Dark Arisen’ es poco más que imprescindible para los amantes del rol en PC. Cierto es que, aunque tiene carencias como una irregular dificultad o un apartado técnico que no está a la altura de lo que podemos encontrar a día de hoy en el género, la obra de Capcom aportará a los seguidores del género cuantiosas horas de diversión gracias a sus mecánicas directas, sin concisiones a la par que adictivas.

El estudio hace los deberes en términos de optimización, trayendo al completo la obra que vimos en Xbox 360 y PlayStation 3, pero hubiera sido todo un acierto mejorar ciertos aspectos como las texturas, sombras o aportar una iluminación más trabajada. Puede que no sea el producto más vistoso a día de hoy en compatibles – a faltar de los ya mencionados anteriormente mods – o que no sorprenda como en su momento, pero desde luego ‘Dragon’s Dogma Dark Arisen’ es un título divertido y que sabrá contentar y con fundamentos a los seguidores de las historias de fantasía épica.