Formato Digital VS Formato físico

No es del todo cierto, entonces, que el atractivo de esa "aura" desaparezca con la distribución digital, porque de hecho el formato físico continúa siendo una copia de un "original". El único trabajo artístico que se pierde es el de la carátula y el folleto. Por lo tanto, no hay razón para tener más apego a un formato físico por el valor y el "aura", pero aún así se tiene ¿Se perderían estos sentimientos con la normalización de la descarga digital? La respuesta: Sí y no.

En la humilde opinión del que suscribe estas líneas, la solución sería que las tiendas ofrecieran, a precio de juego normal, las ediciones especiales. Con las ganancias extra que las empresas sacarían de la venta digital, podría rebajarse el precio de estas ediciones de coleccionista. Seríamos muchos los que iríamos a por estas ediciones, y también nos aseguraríamos de que solo los grandes juegos lograran ventas excelentes, pues los casuals seguramente descargarían los juegos tipo "Imagina ser..." o "Petz", con lo que las ganancias extra de las compras físicas quedarían reducidas a los grandes juegos de gran aceptación entre los jugadores clásicos.

Obviamente en la actualidad todo esto es una utopía, ya sea porque este mundillo es un negocio y las empresas no dejarían que los beneficios se les fuera de las manos, o porque las tiendas tampoco permitirían que la instauración de un nuevo formato les fastidiara todo -aunque podrían buscarse su hueco en la descarga digital y ofrecer otro tipo de servicios con precios llamativos y competitivos-. Pero en fin, ya sabemos que toda tecnología es inicialmente rechazada, pero si la base es buena poco a poco se abre su camino y acaba cubriendo esa necesidad del mercado sobre la cual puede reivindicarse. Como hemos comentado al inicio, todo dependerá de si esa tecnología es realmente necesaria.

El análisis sobre las necesidades del consumidor está claro: la descarga digital es más que necesaria, pues el frenético ritmo de vida que llevamos no permite a algunos usuarios conseguir todos los juegos en formato físico que desearían. Como ya he comentado antes, bajo mi punto de vista la opción más viable sería un sistema híbrido, donde los jugadores que adquirieran la versión en formato físico fueran recompensados con los extras de una versión de coleccionista.

Si la tónica continúa y este sistema gana importancia, seguramente los principales afectados por el cambio -tiendas, intermediarios, impresores de folletos, etc- encontrarían la manera de adaptarse a este nuevo comercio. Por desgracia, vistos los precedentes, parece que esa forma de adaptación consiste en cobrar más y fragmentar los juegos en diversas descargas casi banales para maximizar los beneficios. Si esto lo hacen ahora que la distribución física manda, no me quiero imaginar que harán cuando quede relegada a un segundo plano. Aunque como todo, la decisión está en la mano de los usuarios: se tienen que criticar esas aptitudes y elogiar a las empresas que ofrezcan contenidos completos y a un precio lógico.

Otra pregunta que nos deberíamos hacer es: ¿Qué contenidos se deben de ofrecer por descarga? Pues los ejemplos ya los tenemos actualmente. Por citar algunos, podemos esperar versiones descargables de juegos físicos -como SOCOM Confrontation, por ejemplo-, obviamente los odiosos contenidos descargables y también juegos exclusivos para este sistema -como por ejemplo Watchmen: The end is nigh, o el Icarian Kindred Spirits-. Con estos últimos se debe de andar ojo avizor, sobretodo por la relación precio-duración.