Análisis Street Fighter II: The World Warrior

Su creador Yoshiki Okamoto, tras marcharse de Konami por ciertos "malentendidos" encontró trabajo en Capcom donde concibió un juego de lucha en el que los personajes acupasen gran parte de la pantalla, cediéndoles casi todo el protagonismo, además de contar con una historia propia detrás lo que les otorgaba un gran carisma, como la que llegó a alcanzar por ejemplo Ryu, uno de los personajes de los videojuegos más famosos entre los aficionados.

Street Fighter nos sitúa en un gran campeonato mundial en el que participan los mejores luchadores de todo el mundo, algunos participantes luchan por la fama (Zanfieg), otros por venganza (como el caso de Chun-Lee con M-Bison), e incluso por dominar el mundo (M Bison), lo que le da más interés al juego.

Las peleas se desarrollan en los barrios "bajos" de grandes ciudades. Gráficamente pinta muy bien, aunque es la peor versión de SNES, cualquiera de las versiones posteriores de SFII de SNES son mejores, se pierden algunos detalles con respecto a la recreativa, pero la adaptación, para ser la primera, es soberbia, los ataques de los luchadores son espectaculares, (electricidad de Blanka, o lluvia de golpes de E-Honda), lo malo es que si está acostumbrado a los SF posteriores te parecerá algo lento, ya que se mueve a menor velocidad que Super Street Fighter II, por poner un ejemplo.

Los escenarios son espectaculares, tienen cierta interactuación con la pelea (rotura del decorado al caer en ciertos sitios), y cambia cuando acaba la pelea para celebrar la victoria (o derrota) del luchador local.

La música brilla a gran nivel y cada escenario tiene la suya propia, acorde con el país en el que estamos, se han realizado múltiples versiones de la BSO de Street Fighter, por lo que ya podéis intuir que se trata de una BSO mítica dentro del mundillo y que será recordada por muchos años.

El gran defecto de esta versión es que los últimos cuatro personajes con los que luchamos no son selecionables (Balrog, Vega, Sagat y M Bison) lo digo para que no os llevéis sorpresas, esta versión tiene ocho luchadores seleccionables (Ryu, Ken, Chun Lee, E-Honda, Blanka, Dhalsin, Zanfieg y Guille), otra característica de toda la saga es su mítica dificultad, en SNES no es tan acusada como en la recreativa, pero tendrás que ponerte las pilas para pasarte el juego en el máximo nivel de dificultad (el 7).

El manejo de los luchadores es lo mejor de este ex-cartucho, los golpes se dividen en tres niveles de fuerza, podremos darlo agachados (tanto patadas como puños) de pie o en el aire, lo que permite muchas combinaciones de lucha básica, también podremos cubrirnos en caso de ver que un golpe es inevitable (con la correspondiente aunque minimizada pérdida de vida), pero lo mejor son los golpes especiales, las ondas vitales de Ryu (de aquella en España estaba de moda Son-Goku, y la gente flipaba con ésto) la lluvia de patadas de Ken, las llaves de Zanfieg, los sonic booms de Guille, en definitiva detalles que hacían único al juego.

Cada jugador tiene su estilo en Street Fighter, y su luchador preferido, algo que le da un mayor interés. Si no tienes el mando clásico no te lo recomiendo, el control de este juego con el mando de Gamecube es muy complicado, y por supuesto no es compatible con el Wii mote.

Aparte del modo historia dispone de un modo versus dedicado al modo para dos jugadores, donde la diversión se multiplica hasta el infinito, los piques en Street Fighter serán eternos, y más si los jugadores se ponen a hacer pruebas como... ahora tú juegas con tal luchador y yo con éste, a ver quién gana.

Sin embargo, a pesar de ser un grandísimo juego no tiene mucho sentido descargárselo teniendo en cuenta que dentro de nada (esperemos) tendremos el Champion edition, o el Super SF más adelante, el mismo juego pero con más personajes seleccionables y mayor velocidad, así que por ello le doy buena nota.

Pero la recomendación de descarga será muy baja, ya que a menos que no puedas esperar más para jugar a Street Fighter, lo que yo te recomiendo es que esperes a una nueva versión del clasicazo de Capcom, que antes o después tiene que caer.