Pre-Análisis Ryse: Son of Rome

¿Y qué ha quedado de Kinect? El detector de movimiento de la marca Xbox pasa de tener un papel preponderante en el título a ser relegado a un segundo plano. A pesar de ello, tiene presencia en el juego: nos servirá para dar órdenes a nuestros soldados y organizar la tropa en formaciones concretas. Por ejemplo, la clásica formación de tortuga, que cubrirá a toda la tropa de escudos para poder avanzar, será una de las opciones que podremos ordenar. Por lo tanto, mientras que con el mando lucharemos, con nuestros gritos pondremos orden en las filas. Una opción que promete meternos en la acción más que nunca.

Octava generación a la romana

Microsoft ha sido muy inteligente al dar rienda suelta a Crytek para que intenten explotar lo que puede ofrecer Xbox One. Esta compañía ya es más que conocida tanto por sus juegos de acción como por su calidad al crear motores gráficos muy potentes y exprimirlos al máximo en cada plataforma en la que trabajan. Ese hubiera sido su objetivo en Xbox 360, con la consola casi al final de su vida, y ese será su objetivo en Xbox One. Obviamente la consola estará en sus primeros compases y no podemos esperar ver todo lo que puede ofrecer a nivel técnico.

Lo que sí es cierto es que de los primeros y escasos gameplays de la versión de Xbox 360 a esta versión de Xbox One hay diferencias notables, y no únicamente en lo que refiere a la cámara y la jugabilidad. Hay mejoras a nivel gráfico, aunque obviamente la diferencia no es tan grande como muchos podían esperar. Esta generación ofrece más potencia, pero el margen de mejora cada vez es más pequeño y da menos opciones de sorprender a los jugadores. Pero a pesar de ello, hay detalles que dan fe de que se trata de un proyecto para la nueva generación de consolas de sobremesa.

Se nota la mano del cuarto CryEngine de la compañía, un motor de garantías. Hay un buen trabajo en texturas y expresiones faciales, que alcanzan fácilmente el nivel de grandes obras de la actual generación en este sentido. Trabajo aún mejor es el que se puede apreciar en cuanto a juego de luces, especialmente significativo en este juego por la carga épica que proporciona la iluminación durante las batallas. Ciertamente el trabajo a nivel técnico es muy grande, y la solidez gráfica que muestra el juego es marca de la casa Crytek. Para muestra, los vídeos con gameplay que acompañan a este texto.

Mención merece también el apartado de los escenarios, muy detallados y muy vivos. La epopeya de Marius Titus nos llevará por lugares muy variopintos del Imperio Romano, desde la propia capital hasta la campiña más alejada de la urbe, pasando por varias ciudades, playas y terrenos de todo tipo. Todos estarán representados con gran lujo de detalles, y seremos testigos de cómo los edificios se destruyen, de como todo arde y como el tapete de esta guerra se convierte en un caos en todos los sentidos. Crytek nos quiere llevar a la guerra por las buenas o por las malas.

No todo es tan excelente, pues por ejemplo hemos visto efectos no demasiado elaborados, como las partículas o la representación del fuego. Son impresiones, no obstante, en versiones no definitivas, en vídeos y versiones beta, y puede que Crytek lo mejore de cara a la salida del juego. Destacamos por último el buen trabajo transmitiendo la brutalidad de la guerra. Muy al estilo de la serie 'Spartacus', que sin duda ha inspirado mucho a este proyecto, el juego nos mostrará ejecuciones muy duras: desmembramientos, cuellos atravesados por espadas o enemigos abiertos en canal. Los golpes finales serán espectaculares y muy gráficos, gracias a una descarada representación virtual que no deja nada a la imaginación.

Xbox One sale al Coliseo para enamorar al espectador

'Ryse: Son of Rome' es uno de los exclusivos más potentes de los primeros de Xbox One, y para muchos, es el gran título para aquellos que se vayan a comprar de salida esta nueva consola. Una razón para hacerse con la consola el día 22 de noviembre, vaya. Sin duda la nueva sobremesa de Microsoft juega con una carta importante de cara a su salida, y es su gran catálogo exclusivo de cara a los primeros meses de vida. 'Ryse: Son of Rome' es uno de los argumentos más contundentes.

Y es que este juego de Crytek muestra al público varias de las capacidades de Xbox One y varios de los mensajes que Microsoft quiere lanzar con esta consola. Primero, y más importante, que la compañía de Redmond ha aprendido de sus errores en la presente generación y va a dar mucha importancia al catálogo exclusivo de calidad. Unas exclusividades de empresas importantes, con buena promoción e ideas interesantes. Podríamos enumerar por enésima vez los varios ejemplos que certificarían este cambio de rumbo.

También se aprecia el uso que desde Microsoft se quiere hacer de Kinect: una pieza siempre presente, pero no necesariamente preponderante de la jugabilidad de los títulos. Al incluir el periférico en todas y cada una de las unidades de Xbox One vendidas, Microsoft asegura a quienes desarrollan para ella que todos los usuarios cuentan con un dispositivo, y que si aplican funciones con él no serán disfrutadas únicamente de forma residual. En este juego, Kinect tiene un uso secundario, pero muy divertido y que muestra el tipo de aplicación que podría tener en el futuro.

Todo lo demás es evidente: 'Ryse: Son of Rome' muestra un apartado técnico de nueva generación, abriendo el apetito a los jugadores con lo que todavía estaría por llegar. El juego es espectacular a todos los niveles, ya no solo en el gráfico, sino también en los sucesos que se desarrollan en pantalla. Es el clásico juego que nos emociona en una nueva consola: lleno de acción y momentos trepidantes que nos ponen la piel de gallina. La base de este proyecto es la epicidad, y Crytek lo ha dejado claro en todos los vídeos y tráilers mostrados hasta la fecha.

En cualquier caso, 'Ryse: Son of Rome' pinta como un proyecto ciertamente interesante que podría tener vida más allá del lanzamiento. No parece el clásico juego lanzado únicamente para promocionar la consola, sin profundidad y sin elementos de interés, que aprovechan el tirón de la novedad del hardware para vender unas cuantas unidades. 'Ryse' es algo más. Es un trabajo, a priori, interesante; una reafirmación de Crytek, pues es una nueva IP alejada de las más conocidas de la empresa. Un título que pinta bien y que podría, por qué no, convertirse en un filón.