Pionera portátil: Nintendo en la mano de todos

Llega la doble pantalla: Nintendo DS

En el año 2004 Game Boy Advance se encontraba en todo su apogeo, con su versión SP ya en el mercado, y vendiendo juegos a mansalva. Nintendo entonces declaró sus intenciones de establecer un tercer pilar en su compañía, que fuese de la mano con las por entonces Advance y Game Cube. Presentó así en el E3 Nintendo DS, una ambiciosa portátil con gráficos mejorados y la inclusión de una pantalla táctil, con un diseño reminiscente de la Game & Watch.

Pese a que no había su intención inicial, Nintendo fue dejando de lado poco a poco a Game Boy Advance, puesto que la mayoría de consumidores estaban mucho más interesados en la nueva portátil. Además, Nintendo DS era compatible con la mayoría de juegos de Game Boy Advance, por lo que los jugadores tradicionales podrían continuar usando sus juegos en la nueva consola. Esto quedó demostrado con Game Boy Micro y su bajo nivel de ventas: la consola además no traía algunas características de la original, como la conexión a través de cable Link o adaptador inalámbrico, por lo que su permanencia en mercado fue un tanto anecdótica.

También poco después de la aparición de Nintendo DS hizo acto de presencia la nueva portátil de Sony: PSP. Sony llevaba ya unos años por la delantera en lo que se refiere a con-solas de sobremesa: tanto PlayStation como PlayStation 2 habían tenido más éxito que Nintendo 64 y Game Cube respectivamente, por lo que la compañía decidió probar suerte en el territorio portátil.

Aunque PSP consiguió distribuir una cantidad muy notable por todo el mundo, en esta ocasión no pudo con Nintendo: frente a los 71 millones de consolas que se estima que ha vendido la portátil de Sony hasta ahora, Nintendo DS (en todas sus versiones) ha vendido cerca de 152 millones.

Otras portátiles, tales como un intento de revivir N-Gage, no corrieron la misma suerte y cayeron rápidamente en el olvido, o directamente no llegaron a existir. Aunque otro mercado empezaba poco a poco a adentrarse en el mundo de los videojuegos: nos referimos al mundo de los Smartphone, que ya en estos años daban sus primeros pasos en cuanto a jugabilidad en el teléfono móvil, aunque de momento no tan relevante. Destaca especialmente la participación de Apple y su sistema iOS en este aspecto.

Pero volvamos con Nintendo DS. La consola, como todas sus hermanas pequeñas, ha conseguido mantenerse en el mercado, más allá de su catálogo de juegos, por el rediseño de su consola. El primero de ellos, Lite, fue bastante aclamado y aceptado por el público: la consola nos ofrecía un diseño más cómodo, así como la corrección de algunos errores del primer modelo.

Poco después DS sería renovada de nuevo, esta vez renombrando la consola como Nintendo DSi. Por primera vez en una portátil, la consola contaba con un pequeño sistema operativo, algo más amplio de lo que habíamos visto hasta ahora en la portátil, que no pasaba del uso de Pictochat y un menú de opciones. Aunque se perdía la retrocompatibilidad con Game Boy Advance, la consola ahora incluía dos cámaras, un reproductor de música, y la más destacable de todas: una tienda online para adquirir juegos descargables.

Nintendo inaugura así, implementando por primera vez en sus portátiles, la posibilidad de poder descargar juegos a nuestras consolas y mantenerlos a salvo en una tarjeta SD. Estos títulos no eran juegos como tal, sino que eran títulos de corta duración o remake de clásicos que no sobrepasaban el precio de 10€. Se inauguraba así el servicio “DSiWare”, inspirado en el existente “WiiWare” de Wii.

Nintendo DSi fue una vez más un éxito en ventas, sobrepasando a sus antecesoras DS y Lite en muchos territorios. Se convirtió rápidamente en el modelo de Nintendo DS más vendido de todos, junto a una revisión llamada “XL”, cuyas pantallas se veían ampliadas.

Con este movimiento, Nintendo ya no tenía como objetivo vender sus consolas sólamente a un público jugador habitual, sino que trataba de expandir su mercado a toda la población posible. Esto se veía en las características que la compañía iba implementando progresivamente en la consola, tales como las cámaras, el reproductor de música… Y no sólo por el público: esta también era, a su vez, una forma de competir de forma directa con los Smartphone, que ya ofrecían estas posibilidades. El objetivo de Nintendo era, por tanto, muy claro: ofrecer la consola de siempre, pero adaptándola a lo que el público busca ahora. Reunir todo en una consola.