Nintendo. Reestructurando su futuro

Reportaje

Satoru Iwata, CEO de Nintendo hasta su fallecimiento en julio de 2015, quería dejar todo bien atado para dar pie a una transición que llevará algunos años

05/10/2015 11:30
La compañía japonesa ha pasado años a la sombra de la evolución, ignorando completamente o en su mayor parte todo lo que acontecía a su alrededor. Los continuos cambios del mercado y el avance de la tecnología no han sido del interés a lo largo esta última década de Nintendo, quien ha visto pasar a sus rivales muy de lejos. La visión de Satoru Iwata podría llegar a su fin por medio del mismo hombre que la instauró. El que fuera CEO de Nintendo hasta el pasado 15 de julio (momento de su triste fallecimiento) quería dejar todo bien atado para dar pie a una transición que llevará algunos años
Historia de Nintendo

La filosofía de Satoru Iwata

126 largos años contemplan la historia de Nintendo. Desde el momento de su concepción la compañía japonesa siempre ha buscado la mejor forma de mantener entretenida a la gente con sus creaciones. Ya sea con las primeras cartas Hanafuda o las últimas consolas como Wii U o Nintendo 3DS, la gran N es sinónimo de entretenimiento. Vayan bien las cosas o salga el tiro por la culata, la diversión y la innovación es la máxima prioridad de Nintendo. Pocas pueden presumir de una longeva vida y de haber sufrido tantos cambios para adaptarse a los continuos vaivenes del mercado. Al igual que la teoría de Charles Darwin para con los animales, la selección natural también puede ser importada al mundo de los negocio. Sólo los que se adaptan son capaces de sobrevivir y eso es lo que ha hecho Nintendo durante toda su historia.

Había que cambiar el chip y apuntar a un nuevo público, menos experimentado y más barato.

La evolución ha sido una constante en Nintendo, algo que la compañía no puede negar y que durante la última década parece haber olvidado en pos de ofrecer productos lejos del paso que marca la lógica. Explicación hay para uno de ellos, pero no para el otro. La llegada al mercado de las consolas de una serie de rivales ha debilitado mucho a Nintendo en el tema económico. Sony y Microsoft, auténticas superpotencias económicas, tiraron la casa por la ventana para crear productos más avanzados y gastaron auténticas millonadas en el desarrollo de juegos. Millonadas que hoy en día se mantienen y que han dado un vuelco al mercado del videojuego por culpa de la evolución. Ante esto, una compañía como Nintendo apenas puede competir por algo tan simple como tener una sola rama de negocio. Había que cambiar el chip y apuntar a un nuevo público, menos experimentado y más barato.

hanafuda [1]

La llegada de Satoru Iwata al poder supuso un cambio radical para una compañía que siempre ha destacado por estar a la vanguardia de la tecnología gráfica. Toda consola de sobremesa de Nintendo ha sido siempre una de las más potentes del mercado o la más potente, dependiendo de la generación. Por desgracia, la era 3D no le sentó a Nintendo todo lo bien que uno podría esperar y acabó por desconcertarla. Las ventas de hardware iban a menos y sus rivales se despegaban de ella en todos los sentidos. Ante esta situación, el sectarismo se instauró en Nintendo propiciando la que para muchos (analistas e inversores) es la mejor época de la compañía en términos de ganancias. Satoru Iwata acertó de pleno con Wii en casi todos los frentes gracias al desarrollo de una plataforma de mínima inversión y máximo beneficio. Lo mismo puede decirse con Nintendo DS. Ambos fueron ideas frescas y originales, pero alejadas del concepto Nintendo.

Estilo propio para marcar tendencia

Océano azul. Así describió el malogrado Satoru Iwata la visión que Nintendo tenía para extender el entretenimiento al máximo número de personas posibles. La compañía dio un nuevo e inesperado rumbo que marcó tendencia y abrió mercado a usuarios que nunca han tocado una consola de sobremesa o portátil. Facilidad, simpleza y sociabilidad fueron las claves de Nintendo para conseguir que Wii y Nintendo DS se convirtieran en el gran éxito que fueron. Nunca una consola de Nintendo había vendido tantas unidades en la misma generación. Más de 250 millones de unidades entorchan a Wii y Nintendo DS. Ambas plataformas son el máximo ejemplo de mínima inversión y máximo beneficio. El coste de los componentes de ambas era irrisorio en comparación con las plataformas de los rivales. Si me cuesta 50 y lo vendo a 250, el beneficio es cuatro veces mayor que la inversión. Negociazo.

Wii

Evidentemente, la cifra no es exacta pero sirve para explicar la situación vivida con Wii y Nintendo DS, dos consolas que a nivel de diversión son un titán y a nivel tecnológico son una rueda de piedra con muchas deformidades. Pero claro, este no era el objetivo de Nintendo desde el inicio ya que el público casual no entiende de RAM, CPU, GPU o API’s. Nintendo jugó con la (buena) ignorancia de aquellos que no siguen el mercado para conseguir marcar tendencia con sus productos. El –“yo quiero una Wii”-, -“o la de los perritos”-, eran las frases más repetidas por los niños y por todos aquellos que buscaban algo nuevo con lo que amenizar las tardes. Por supuesto, un hardware solo no funciona si detrás de él no hay un catálogo de juegos acorde con las posibilidades que ofrece una u otra plataforma. Si con el hardware dio un gran paso, no menos lo fue con el software.

La burbuja que Nintendo creó con sus dos titanes estallaría más tarde o más temprano, obligando a tomar un cambio de rumbo

Cada título que llegaba bajo el sello de Nintendo era automáticamente un million-seller que reportaba a la compañía un buen número de billetes para sumar a su cuenta bancaria. Después de años sufriendo una escasez económica bastante evidente que sólo la sección portátil podía soliviantar a duras penas, la compañía japonesa veía cómo sus consolas y juegos imprimían billetes. Wii y Nintendo DS tienen en su poder juegos que han vendido decenas de millones de unidades, siendo los máximos exponentes: 'Mario Kart', 'Animal Crossing', 'New Super Mario Bros', 'Pokémon', 'Nintendogs', 'Wii Party', 'Wii Sports Resorts' y todos los títulos que la compañía nipona desarrollaba para mantener contentos a los jugadores. Pero la burbuja que Nintendo creó con sus dos titanes estallaría más tarde o más temprano, obligando a tomar un cambio de rumbo. Por desgracia ese cambio de rumbo todavía no ha llegado, aunque se otea en el horizonte.

Nintendo DS

Un cambio necesario

El mercado del videojuego se ha convertido con el rápido avance de la evolución en el hardware en un campo en el que demostrar quién la tiene más grande. Atrás ha quedado todo atisbo de simpleza pero altamente divertido que veíamos en el pasado. La llegada de la era 3D, evidentemente, ha sido el principal impulsor de todo ello. Mientras que en la era 2D todo era más simple (entiéndase simple en comparación con el 3D), la llegada de los personajes poligonales, los escenarios abiertos y otros conceptos relacionados con efectos de iluminación, sistemas de físicas e Inteligencia Artificial han complicado bastante la forma de programar. Los juegos se han convertido en algo muy complejo, muy caro de realizar dependiendo de la licencia y también exigen mucho tiempo a los estudios. Este último punto es quizás el más problemático y el cual Nintendo no ha sabido intuir con el salto a la era HD.

El tiempo de desarrollo se ha extendido de forma considerable conforme se han implementado nuevas técnicas gráficas para conseguir un aspecto cada vez más espectacular en los denominados Triple A. Por supuesto, esto también ha condicionado mucho el gasto que hay que realizar para estar a la última. Cada vez es más caro hacer un juego y lo peor es que cada vez es más difícil conseguir que sea rentable. Las ventas deben ser millonarias para recuperar la inversión realizada. Mirad el ejemplo de 'Metal Gear Solid V: The Phantom Pain', el cual necesita vender 6 millones de unidades para poder recuperar la inversión  y generar beneficios. No está de más decir que no son datos oficiales, pero como ejemplo sirve. La situación es cada vez más precaria y muchas compañías no pueden hacer frente a este tipo de gastos o de largos desarrollos. ¿Nintendo puede? Sí, bueno ha podido. Con Wii U no mucho-

Mario Kart 8

La compañía nipona siempre ha tratado con especial mimo aquellos juegos que ella considera indispensables en sus consolas. Mario y sus diferentes vertientes, 'The Legend of Zelda', 'Metroid', 'Donkey Kong', 'Smash Bros'… Estos títulos destacan por ser los más llamativos del catálogo de juegos y también por tardar bastante en llegar, sobre todo la serie 'The Legend of Zelda', la más ambiciosa de todas por su tamaño y opciones de juego. Así ha sido siempre, pero la llegada de la era HD ha trastocado todo esto, dejando a Nintendo en evidencia. El no evolucionar una consola a nivel tecnológico no implica únicamente que cierto atraso en el desarrollo visual, también implica que los desarrolladores desconozcan por completo las nuevas técnicas que hay para conseguir juegos con un nivel visual espectacular. Mientras otros ya corren en esto, Nintendo ha tenido que ir gateando, lo que se ha traducido en pocos juegos, muchos retrasos y en dejar de lado grandes proyectos para centrarse en algo más comedido.

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