Análisis Metal Gear Solid 3: Snake Eater

Considerado por muchos como el mejor juego de la franquicia (el que os escribe apoya también este fragmento), fue lanzado en el mercado europeo en el año 2005. Concretamente el día 5 de Marzo, en el que muchos de los jugadores que contaban con una Playstation 2 entre su colección de consolas, esperaban con ansias esta nueva entrega después de Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, que dejó un sabor algo agridulce en la opinión de muchos de los que lo jugaron, con un argumento que no terminó de despegar pero que si dejó buenos momentos para el recuerdo de otros.

Continuando con Snake Eater, los futuros compradores esperaban con ganas una entrega que había recibido unas críticas excelentes por parte de la prensa de Japón y Estados Unidos, siendo definido como una “atrayente y muy atractiva historia de Metal Gear”. Partiendo de esta forma, años después el juego llegó a una colección denominada como Metal Gear Solid: HD Collection, que contaba con los títulos Metal Gear Solid 2: Sons of Liberty, la tercera parte conocida como Snake Eater, y la que llegó a PSP Peace Walker, dando un giro de tuerca a la afamada jugabilidad impuesta por Hideo Kojima. Ahora Konami ha decidido lanzar cada uno de estos videojuegos en alta definición y en formato descargable, una manera muy buena de poder conseguir tu título preferido sin necesidad de tener que adquirirlos todos en un mismo pack, así como ahorrarte el dinero de otros dos más.

Sumergiéndonos en la Guerra Fría

Es el año 1964, nos encontramos en plena Guerra Fría, un conflicto que enfrenta a los Estados Unidos contra la URSS. Estos últimos mantienen retenido a un ingeniero conocido como Sokolov, el cual está trabajando en un nuevo y peligroso proyecto de creación de un arma super secreta, que daría una gran fuerza armamentística a los Estados Unidos y que podría terminar desencadenando la Tercera Guerra Mundial. Para poder evitar un conflicto global, una unidad denominada como Fox y de reciente creación, decide enviar a un joven soldado especialista en misiones de infiltración y que responde al nombre de Jack. Poco después conoceremos que su nombre en clave para esta misión será el de Naked Snake, que obedecerá las instrucciones que le vaya proporcionando su superior, el Major Zero.

Snake no irá solo durante esta misión, ya que su maestra y mentora The Boss le acompañará durante una larga misión, así como un equipo de curiosos y excéntricos compañeros que ayudarán a rescatar al ingeniero y al mismo tiempo revivir una historia emocional cargada de pasión, que vivieron estos dos personajes hace años. También compartir algo muy importante entre ambos: ser los creadores del sistema de lucha CQC de combates cuerpo a cuerpo y que utilizaremos durante toda la aventura.

El sigilo nuestra principal arma

Todo transcurre con normalidad hasta el momento en que encontraremos a Sokolov, que se encuentra quemando una serie de documentos en una estufa y que, tras ir a un punto en el que poder escapar en globo, se cruzará en nuestro camino la unidad especial Spetnatz. Unidad comandada por Ocelot, un comandante experto en malabares con pistolas y que tiene la habilidad de tener una gran precisión. Este actuará bajo las órdenes del coronel Volgin, que tiene como misión la obviedad de secuestrar a este creador de armas.

Tras lograr escapar de estos personajes nuestro protagonista se cruzará con The Boss en un puente, que irá acompañado por sus compañeros The Sorrow, The Pain, The End, y The Fury. Además del mandamás del grupo el Coronel Volgin, que pertenece a una facción opositora del gobierno ruso y que actúa bajo las órdenes de Kruschev, al que pretende derrocar haciendo uso de la nueva arma nuclear que se mencionó anteriormente. Tras conocer Snake, estos detalles que si bien podrían desencadenar todo un incidente global, Jack lucha contra Volgin, pero The Boss le arrojará al vacío y será arrastrado por la corriente a un lugar desconocido, desde el que tendrá que avanzar para poder derrotar a todos estos enemigos que quieren atentar con la paz.