Análisis Mario Kart 64

La saga Mario Kart nació en los primeros meses de Super Nintendo, como forma de explotar las capacidades pseudo-3D del chip Super FX, y que mejor forma que unirlo a los personajes más carismáticos de la compañía.

Desde luego, el experimento salió redondo: carreras de karts entre ocho personajes por circuitos cortos pero desafiantes, con la posibilidad de utilizar armas estilo Mario (caparazones verdes y rojos, plátanos...).

La clave de este clásico instantáneo fue la perfecta armonía y equilibrio jugable que proporcionaba el manejo de los karts al mismo tiempo que se usaban los ítems para ganar ventaja o entorpecer al oponente. Pues bien, en Mario Kart 64 se mantiene y se potencia esta gran intensidad jugable: los 16 circuitos tienen muchas más posibilidades y variedad (con todo tipo de superficies, desniveles , saltos, atajos, trampas...) gracias a las 3D completas; por otra parte, las armas se potencian y adquieren mayor importancia como factor estratégico en las carreras; por último, el derrape-turbo se torna importante para competir con más posibilidades.

La competitividad de los rivales controlados por la máquina es destacable, siempre están presionando, usan los ítems con inteligencia, y también cometen fallos. Todo esto hace que el modo para un jugador sea muy atractivo: consta de 4 Copas, cada una de ellas con 4 circuitos diferentes, pudiéndose jugar cada Copa en tres cilindradas, que señalan la dificultad de los oponentes y la mayor o menor velocidad que alcanzarán los karts.

Por supuesto, Mario Kart 64 dispone de un modo multijugador a pantalla partida, que en esta ocasión se amplia a cuatro jugadores (los cuatro puertos de mandos fueron otra de las grandes novedades de N64).

No hace falta decir que las carreras entre cuatro amigos, con los otros cuatro karts controlados por la CPU, son memorables, tanto en modo carrera como en batalla.

Pero aunque Mario Kart es más conocido por sus piques multijugador, el modo individual proporciona muchas horas de carreras muy intensas de dificultad creciente (al pasar todas las Copas en la máxima cilindrada se abre una nueva competición, de mayor dificultad, con circuitos invertidos).

En cuanto a los gráficos, los circuitos son tridimensionales, muy competentes y atractivos incluso hoy en día, y la sensación de velocidad y fluidez son excelentes.

El pero en este apartado es que todos los personajes y karts son 2D, y en ocasiones cantan demasiado (especialmente en las repeticiones).

Pero nada grave, en plena carrera, se integran bastante bien. Melodías y efectos, como es costumbre, son alegres y de buena calidad (por cierto, que en este juego estrenaban voces todos los personajes ?excepto Mario, que debutó con SM64 ).

La conversión del juego para la Consola Virtual es perfecta en cuanto a velocidad y fluidez respecto al original, pero de momento no podemos guardar corredores fantasma en el modo Time Trial.

Se espera que Nintendo resuelva este defecto, puesto que el juego ya ha tenido una actualización, en la que se permite activar las repeticiones de las carreras (la actualización se consigue en el mismo Canal Tienda).

La duración del juego: muchas horas en modo individual (calculo que mas de 10 horas hasta acabar primero en todas las Copas, más la Copa Especial) y diversión casi infinita en modo multijugador.

En resumen, otra joya de la diversión, muchos lo han intentado imitar sin éxito, e incluso posteriores Mario Kart (Gamecube, DS) son tan buenos como este Mario Kart 64, pero no lo superan claramente.