Bulletstorm

En la demo que pudimos jugar la acción se situaba en una selva repleta de plantas carnívoras y enredaderas con alguna instalación militar que otra. Un escenario ideal para ir probando el control y aprender a utilizar el entorno en nuestro provecho para lograr la máxima puntuación, porque puede que patear a un enemigo y clavarle en una rama con pinchos nos de puntos, pero si en la trayectoria cogemos a otro por medio la cosa se multiplica, y si junto al pincho hay un barril explosivo que se lleve a un par más por delante...

Como decimos, la mayoría de los enemigos no son más que juguetes para alimentar nuestro lado oscuro y raro será que alguno acabe con nuestra vida por su poca potencia de juego, nada que ver con algunos sub-jefes de nivel, que complicarán algo más las cosas y nos obligarán a movernos rápidos y combinar armas y patadas para acabar con ellos.

Durante las misiones iremos siempre acompañados de una fémina que no se anda con chiquitas y en muchas ocasiones nos ayudará a rematar a los enemigos que le "pasemos" con nuestra bota o el látigo, demostrando que la palabra "compasión" no entra en su vocabulario. Un cooperativo a dos jugadores con esta mecánica tiene que ser divertido no, lo siguiente...

Y como no podía ser de otra forma, el armamento con el que contaremos será un ejemplo de bestialidad muy en la línea de lo que ofrece el juego, desde la escopeta de cuatro cañones del vídeo hasta un lanzagranadas que dispara cañones incendiarios que se adhieren al enemigo y pueden detonarse por control remoto (de nuevo trataremos de elegir el momento justo, más masacre = más puntos).

La demo terminaba con una enorme planta gigante surgiendo del suelo y devorando todo lo que encuentra a su paso salvo a nosotros, que escapamos de milagro. La pantalla funde en negro mientras nos preguntamos cómo demonios nos cargaremos a esa planta llegado el momento. ¿Un empacho de enemigos lanzados a sus fauces? ¿Una ración de barriles explosivos? Sería un bonito homenaje a Mario Galaxy, ¿no?

Lo que esta claro es que se avecina un título canalla, frenético, que nos anima a multiplicar nuestro marcador si dejamos de lado los escrúpulos y tiramos de imaginación. Técnicamente asombroso, cargado de momentos cinematográficos y con una fluidez que jamás interrumpirá la sangría que podemos llegar a preparar.

El 22 de Febrero estará con nosotros. Tormenta de balas reza su título. Tormenta de diversión más bien.