Reportaje
Como Heavy Rain lo fue en su día y como Agent o Final Fantasy Versus XIII parecen serlo en el día de hoy, para muchos The Last Guardian ya ha pasado a ser un sueño que Sony ha olvidado haber tenido y que no parece ir a volver por mucho que uno recoja sus retazos e intente rearmarlos. Trailers, imágenes y detalles se suceden con cuentagotas y cambian con el paso de los meses sin a ver dado a veces ni tiempo a que los medios digitales se hagan eco de ellos.
Los datos cedidos por el estudio permanecen rodeados por una niebla difícil de sortear y la cual acostumbra a presentarnos desagradables sorpresas cuando el hype y las filtraciones logran atravesarla. Sorpresas como los “problemas internos” habidos en el seno del equipo.
Porque dudo que a estas alturas, con la velocidad a la que la punzante y afilada lengua de la prensa de esta industria provoca ríos de sangre “foril”, calumnias y tinta digital vertida de forma innecesaria para dar paso a rumores y castillos en el aire, dudo que alguien aún permanezca desconocedor de la confirmación de que dos de la principales personalidades al mando del Team Ico entre bambalinas (Fumito Ueda y Yoshifua Hayama) han decidido abandonar el grupo.
Y la cosa, para que engañarnos, no “huele” bien. Quizás no pinte tanto a “quemado” como en los últimos meses la prensa internacional nos ha hecho creer, pero es innegable que algo raro ha pasado. Y lo peor es no saber cómo ha afectado eso al juego que nos ocupa hoy...
Porque sí, Fumito Ueda está obligado por contrato a terminar el proyecto, y según Sony Worldwide Studios lo hace día a día con honor y dedicación, como muy pocas personas y profesionales habituarían a hacer en en su situación, con la cabeza atada a tierra y puesta en lo que, poniéndonos trágicos, parece el precio de su libertad.
Pero Yoshifusa Hayama sí que ha abandonado el barco, y no por algo que, a simple vista, parezca mejor: unirse a una desarrolladora de pequeños juegos para redes sociales llamada Bossa Studios.
Uno no puede evitar hacerse ciertas preguntas al verse día a día como el desarrollo del título parece cimentado sobre arenas movedizas. ¿Hasta que punto la tecnología empleada para el juego sigue estando a la altura? ¿Hasta que etapa ha llegado un juego del que aún no hemos visto ningun material ingame? Y... ¿hasta que punto son estos proyectos tan a largo plazo rentables para Sony?
- ¡Eh, un momento! ¿Tu no estabas aquí para ayudarnos y darnos algo a lo que aferrarnos?
Sí, lo estoy, y he venido con una cuerda consolidada por citas, datos, argumentos y, por desgracia, y por encima de las demás cosas, conformada por ánimos, esperanzas y fe.
Porque hay motivos para seguir creyendo en Fumito Ueda y para considerar que su salida puede ser superada demasiados problemas, porque hay datos que demuestran que los largos tiempos de desarrollo no equivalen siempre a casos “Duke Nukem”, porque hay argumentos para pensar en que es ilógico cancelar ahora todo lo realizado y porque creemos en que los sueños a veces se hacen realidad, y la vida ha demostrado que a veces ésto es así, y que ya nos debe alguno, ¿no?
He aquí una cuerda que espero que al menos aguante hasta el próximo 4 de junio a las 18:00 (hora local de Los Ángeles), cuando Sony de su conferencia y nos saque a todos de dudas, otorgando o quitando razón a este breve y quizás demasiado comprometido artículo.
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