Pre-Análisis Destiny: Análisis en proceso

Jugablemente, se nota y mucho quién está detrás de este proyecto titánico. Bungie pone a nuestra disposición lo mejor de su experiencia con la saga 'Halo', con un sistema de combate tanto en zonas abiertas como en mazmorras donde nos tendremos que enfrentar a hordas de enemigos en espacios muy reducidos. La IA de los enemigos brilla con luz propia -como cabría esperar-, poniéndonos en verdaderos aprietos si no nos movemos y papetamos de los disparos a tiempo. Como en 'Halo', disponemos de un sistema de escudo que nos salvará de los primeros golpes y la habilidad de salto potenciado, que conseguiremos tras las primeras misiones. Tanto en cooperativo con varios amigos como en solitario, 'Destiny' exige lo mejor de nosotros mismos, elevando la dificultad cuando es necesario y sacando oleadas de más y más enemigos sin temblarle el pulso.

Un control sin fisuras made in Bungie

Bungie sigue la tradición de implementar quizás el mejor control de shooter para gamepad que jamás hayamos visto en videoconsolas; al nivel de sus mejores títulos. En este sentido, solo podemos echarle en cara que el autoapuntado sea demasiado pronunciado, aproximando mucho la mira a los enemigos y restando cierta necesidad de habilidad por parte del jugador. Por lo demás, la sensibilidad por defecto de los sticks, tanto del gamepad de PS4 como el de Xbox One, es la adecuada. 

Uno de los aspectos más cuidados de 'Destiny', y por lo tanto, que más nos ha gustado, es el sistema de menús y de inventario incluido. Se ha optado por un modelo muy minimalista y simplificado, en el que será imposible perdernos y donde, de un solo vistazo, podremos localizar todo aquello que buscamos. tendremos varias piezas de armadura que podremos ir intercambiado por otras mejores -fruto de recompensas-, y que incluso podremos mejorar a medida que las vayamos utilizando. Lo mismo ocurre con las diferentes armas que nos encontraremos; podremos llevar una principal, una especial y una pesada. Por otra parte dispondremos de varias habilidades, como lanzar granadas, arrojar nuestro arma de ataque cuerpo a cuerpo o usar la habilidad secundaria de cada clase (dar un golpe en el suelo, en el caso del titán, o utilizar un revólver solar, en el caso del cazador).

Fiebre por los complementos

Las armas y piezas de equipo son una de las grandes motivaciones para jugar a 'Destiny'; tras cada misión sentimos la enorme necesidad probar esa nueva recompensa que hemos conseguido tanto en el modo historia, cooperativo o competitivo, lo que nos hace engancharnos todavía más. Aunque eso sí, el looteo de armas está muy lejos de la profundidad vista en juegos como 'Borderlands' y en el que es una constante en cada misión. Tendremos a nuestra disposición todo un catálogo de piezas de equipo y armas muy imaginativo; a medida que avancemos, conseguiremos algunas especiales con ataques de estado (como en 'Borderlands') o con atributos que mejorarán nuestra fuerza, defensa, intelecto, etc.

Podremos crear/conseguir armas de diferentes maneras. Mediante la obtención de puntos de vanguardia (superando retos como por ejemplo matar 100 enemigos sin morir) o bien mediante los puntos de crisol, es decir, PvP. En cualquiera de los casos, ambos nos servirán para obtener las denominadas armas de leyenda, disponibles a nivel 20, el máximo permitido hasta ahora por Bungie para el título. No obstante, al llegar a nivel 20 podremos seguir explorando planetas y conseguir recursos para potenciar aún más nuestro equipo.

El sistema de progresión de nuestro personaje es muy accesible en términos generales, dejando pocas opciones de personalización hasta el momento en el que hemos avanzado. Conforme avancemos en 'Destiny', ya sea subiendo nivel en el modo historia o compitiendo en el PvP, desbloquearemos perks o habilidades para nuestro Guardián. Según la clase escogida, podremos elaborar un personaje u otro entre las distintas habilidades. Por ejemplo, una de las ramas que componen al Titán es la referente a las granadas; a medida que avancemos deberemos conocer qué perk en concreto para esta rama nos viene mejor. Así pues, 'Destiny' nos permite desbloquear el arbol completo de habilidades y ser nosotros mismos los que configuremos un personaje a nuestra medida según el estilo de juego.

Las comparaciones con 'Halo' son inevitables, como ya podeís comprobar, pero no nos importan cuando Bungie decide importar con tanto acierto uno de los signos de identidad de la saga a 'Destiny' como son los vehículos. Tras las primeras misiones conseguiremos un vehículo, el colibrí, que nos servirá para desplazarnos en un suspiro por los gigantes escenarios del juego y que podremos invocar en solo unos segundos. El control del colibrí es bastante satisfactorio, aunque no tendremos la posibilidad de defendernos si somos atacados por los enemigos; para ello tendremos que apearnos, pero en algunos niveles sí podremos hacer uso de diferentes vehículos con armas de ataque, muy divertidos. Por el momento no se han desvelado ante nosotros demasiados, pero esperamos que con el avance de la historia podamos controlar algunos más. 

No te canses caminando; saca tu colibrí

Tras más de 10 horas de juego, podemos afirmar que 'Destiny' nos ha ofrecido siempre el mismo tipo de misiones en su modo historia. Éstas suelen consistir en llegar a un punto concreto del mapa en el que se desarrolla la misión, aniquilando a los enemigos de turno en el trayecto. Una vez en el lugar indicado por nuestro espectro, éste deberá de hacerse acopio de cierta información o bien seremos presa de una emboscada; en cualquiera de los casos nos encontramos ante misiones que concluyen de la misma manera: aguantando hordas de enemigos, a cada cual más poderoso.

'Destiny' consta de cuatro planetas/lunas: la Tierra, la Luna, Venus y Marte. Cada uno de ellos alberga en general entre cinco y seis misiones pertenecientes a la historia; misiones de patrulla ideales para levear y que consisten en recoger misiones repartidas por el escenario; además de misiones de asalto, enfocadas principalmente a las raid en el que deberemos de, junto con dos amigos más, adentrarnos en una fortaleza enemiga, limpiarla de todo tipo de criaturas para enfrentarnos al jefe final de turno.