El Contraanálisis... LittleBigPlanet

 La respuesta de los medios ha sido casi unánime. Términos como obra maestra, una nueva reinvención del género de las plataformas, una nueva visión del mundo de los juegos, o cosas similares han sido fáciles de leer por todos sitios. Las puntuaciones que ha alcanzado el juego son muy altas en general y, las críticas, pasan desapercibidas entre tanto elogio. Este que os escribe se confiesa uno de los mayores admiradores del juego pero, tras leer mucho de lo escrito y matar a, no sé, quizás seis mil doscientos Sackboys, voy a convertirme en el ojo crítico (sin sangre) de este fantástico juego.

Little Big Planet es un mundo de fantasía donde los entornos y personajes más extraños campan a sus anchas. Muñecos troquelados, casas de cartón o plataformas de fieltro son lo más normal por aquí, como si detrás de todo estuviera la imaginación desatada de un niño.

Contraanálisis

Supongo que la edad aquí influye mucho a la hora de valorar la percepción inicial que se tiene del juego en el primer contacto. Me explico. Para los más jóvenes, LittleBigPlanet ofrece un aspecto gráfico infantil, divertido y sencillo que gustará más o menos en función de gustos personales. Para los que

tenemos algunos años más encima, LittleBigPlanet, como bien dice HobbyConsolas, supone un regreso a la infancia. Los juguetes hechos de cartón, el convertir una caja de zapatos en el último modelo de coche de carreras, o recrear los escenarios de la última película de ciencia ficción con todo lo que tuviéramos a mano, era parte de nuestra diversión, en una época, donde la electrónica se limitaba a tener una televisión o una lavadora, y la única forma de tener juguetes era recrearlos tú mismo. Sin lugar a dudas la imaginación fluye por cualquiera de las pantallas de este juego y, si nos paramos a ver con detalle cualquiera de las formas u objetos presentes en los escenarios, veremos que son un auténtico derroche de imaginación con materiales muy básicos, para obtener unos resultados realmente sorprendentes.