De Blob

Y es que De Blob es así, un juego original y de un nivel artístico impresionante, que hará que disfrutes del juego hasta el último minuto. Básicamente hablamos de un plataformas clásico en 3D en el que se crea una sinestesia, mediante la mágica combinación de color y sonido.

Cromaburgo ha sido conquistada por la temible corporación INKT. Sus habitantes, llenos de color y felicidad, han sido esclavizados y obligados a trabajar en la rutina funcionarial del ejército gris. El color y la música ha desaparecido de las calles.

La misión de De Blob, la gota transparente y héroe de esta historia, es devolver ese color. ¿Cómo? Usando su propio cuerpo como brocha, nuestra principal misión será ir saltando sobre las diferentes estructuras de la ciudad para ir devolviendo el color. El color lo encontraremos en contenedores robóticos, propiedad de la organización INKT, sobre los que deberemos saltar para que nuestro cuerpo, en principio transparente, adquiera ese color. Cuantos más tanques de color absorbamos, más nivel de color adquiriremos y más estructuras podremos pintar. 

Además podremos jugar con la combinación de colores, para crear otros tonos que de por sí no podremos encontrar en los contenedores de INKT, por ejemplo si queremos un color morado, deberemos absorber tinta roja y azul para así poder obtener ese color. Y no solo eso, la combinación de color y música es muy importante en el juego. Al principio de cada nivel la música no sonará, todo estará en un triste silencio y mientras pintemos la música, que previamente seleccionemos, empezará a sonar gradualmente, más y más alto. De hecho, cada vez que pintemos una estructura o edificio sonará un trocito de una melodía y dependiendo del color que tengamos en ese momento, sonará un instrumento distinto. 

Como no podía ser tan fácil, por los distintos niveles, los cuales representan distintas zonas de la ciudad, habrá enemigos que intentarán matarnos pintándonos de negro. Si lo consiguen nuestro nivel de tinta comenzará a descender y si alcanza el 0%, De Blob morirá y con él las esperanzas de que Cromaburgo vuelva a tener color. Para evitar la muerte tendremos que buscar agua con la que limpiarnos la tinta y volver a nuestro estado original transparente. En cada nivel tendremos que ir pintando muchos tipos de edificios y otras estructuras, que dependiendo del tipo nos dará distintas puntuaciones. 

Fundamentalmente tendremos que cubrir todas las estructuras de tinta para completar un nivel al 100%, eso sí, algunos edificios tendrás que pintarlos de un determinado color y con un determinado nivel de tinta, con lo que no es tan sencillo como aparenta.

El control es muy intuitivo. Nos desplazaremos con el stick del Nunchuk, mientras que para saltar deberemos agitar el Wiimote de arriba a abajo. Las estructuras se pintan solas al ponerse en contacto con nuestro cuerpo.

Con el botón A aparecerá una especie de radar que nos indicará la posición de algunos objetos y con el B, De Blob se quedará clavado en el sitio para por ejemplo realizar saltos que son necesariamente muy ajustados y debemos medirlos con precisión. 

A la cruceta tenemos la cámara y en el Z una vista en primera persona para observar la ciudad desde las alturas. Gráficamente cumple. No es que sea lo más avanzado que hemos visto en Wii, pero sinceramente al juego no le hace falta más. Su estética cartoon hace que sea vea “bonito” con las texturas y polígonos que posee el título, a pesar de cómo digo, no sean nada del otro mundo.

No es en los gráficos donde reside el buen hacer de este juego, sino en su originalidad, nivel artístico y gameplay. El juego se hace muy rejugable, porque aunque consigamos pasar las misiones de los diez niveles que forman el juego, nos será muy difícil pintar todas las estructuras de las inmensas pantallas, teniendo además retos que se irán desbloqueando a lo largo del juego y que harán que completarlo al 100% no sea moco de pavo. 

El título además goza de un divertido modo multijugador para hasta cuatro personas, en el que tendremos que competir en varios modos como “carrera” o “quién pinta más”, que no hará sino darnos más horas de juego a un título que de por sí ya tiene bastantes.

Para rematar la jugada, sus extras contienen numerosos videos y artworks que deberemos ir desbloqueando durante la partida principal, además de unas animaciones CGI entre niveles muy divertidos y menús llenos de detalles que no tienen desperdicio y que hacen de este título modesto uno de los grandes.

En definitiva, un juego modesto pero muy mimado, que puede llegar a convertirse en uno de los grandes dentro del catálogo de Wii y que de seguro, hará las delicias de los más plataformeros usuarios de Nintendo. Sale a la venta en España el 26 de Septiembre.