La-Mulana

La historia se plantea sencilla en un principio y nos lanza a la aventura rápidamente: nuestro explorador, Lemeza, se embarca en la tumba maldita de La-Mulana para intentar desenmarañar sus secretos, con la ayuda del maestro Shorn, que nos ayudará en el transcurso de la aventura. El maestro, todo un personaje, ayudará a que el juego tome un tono cómico en ocasiones y nos enviará correos a nuestro portátil (un MSX) que podremos actualizar y personalizar con software que iremos encontrando a lo largo del camino. Al principio sólo contaremos con un látigo, pero más adelante (mucho más adelante) nos podremos hacer con un látigo doble, bombas, y demás artilugios, además de ir desbloqueando habilidades como el doble salto.

El remake se muestra muy respetuoso con el original; los cambios más destacables son el lavado de cara en el apartado gráfico, que suaviza las texturas y el estilo 'píxel'. Un añadido muy importante es la implementación de varios portales, bautizados como 'santos griales' que nos transportarán de unas zonas a otras, ayudándonos en la aventura. Más que facilitar las cosas, evitará que nos volvamos locos intentando recordar el orden de las rutas, lápiz y libreta en mano. Es sólo una de las novedades que facilita las partidas y las hace aptas para “personas normales”, según comenta Omar Álvarez, de Nintendo Ibérica. Pese a ello, olvidémonos de características de los juegos de hoy como poder seleccionar el nivel de dificultad. Aquí no hay medias tintas, el nivel de dificultad es único y no es apto para todo el mundo.

La dificultad no será apta para todos los públicos.

El desarrollo de La-Mulana es totalmente libre. Pese a ser un plataformas, bebe directamente de títulos como SuperMetroid; se puede afirmar que su desarrollo tiene un punto 'sandbox', al poder desplazarnos libremente de izquierda a derecha; debido a ello, será muy fácil perdernos, por lo que se recomienda ir apuntando los caminos por los que ya hemos pasado. Avanzaremos rompiéndonos la cabeza para dar con mecanismos ocultos (muy ocultos) que abran puertas y hagan accesibles nuevas zonas, que cada vez serán más laberínticas. También nos encontraremos varios jefes finales para los que deberemos evaluar si estamos preparados; poder acceder a ellos no significará que podamos vencerlos. Si somos demasiado temerarios, nos mandarán al otro barrio y vuelta a empezar. 'La-Mulana' nos propone un sistema de juego en el que deberemos de pensar en cada momento qué riesgos tomamos; será fácil morir, así que es indispensable cuidar nuestra barra de energía.

En cuanto al trabajo artístico, algo a destacar es que las diferentes fases por las que deberemos pasar están inspiradas en civilizaciones antiguas, como la maya o la egipcia. Será muy variado y tendremos de todo: templos de lava, arena o agua. Asimismo el apartado sonoro es correcto, con melodías que cumplen, aunque no hemos podido profundizar demasiado en este aspecto.