[Impresiones] Animal Crossing: New Leaf

Abres los ojos y te encuentras en un tren. Un gato con forma humanoide te saluda y tu le invitas a sentaros juntos. Te pregunta hacia dónde vas, y tu le dices que te mudas a un nuevo pueblo, que quieres iniciar una nueva vida.

Así comienza ‘Animal Crossing: New Leaf’, la nueva entrega de la saga que tiene como premisa refrescar un concepto ya algo agotado y llevar la paz y la tranquilidad de una vida perfecta al mayor número de usuarios de Nintendo 3DS posible.

La demostración que tuvimos ocasión de probar nos ponía en el papel de un nuevo vecino del pueblo, y no del alcalde, la principal novedad del juego, aunque comentaremos las bondades que trae esta nueva entrega a todos los usuarios que lo jueguen.

En cualquier caso, descubrid nuestras impresiones sobre el juego y si ha sido renovado lo suficiente como para satisfacer a todos los jugadores interesados.

Juego nuevo, vida nueva

Nada más comenzar, llegaremos al pueblo con la intención de comenzar una nueva vida, como pretende hacer referencia el subtítulo del juego. Si somos el primer jugador que usa el juego, este será el alcalde del pueblo, debido a algunas confusiones que te llevarán a este alto cargo político.

En el caso de los otros tres personajes que pueden ser creados, serán habitantes y ciudadanos del pueblo como ya ocurría en pasados episodios de ‘Animal Crossing’.

A pesar de estas ciertas similitudes, nos encontramos ante un título totalmente nuevo y es una sensación que nos trasmite desde el primer momento, cuando nuestro personaje ‘nace’ en el tren.

Nada más llegar tendremos que ir a ver a la secretaria del alcalde del pueblo, Canela, una perrita muy simpática que estará a nuestra disposición para cualquier tema que nos surja. Ella nos dará nuestro DRP, el Documento de Residente del Pueblo, necesario para hacer diversas cosas en el lugar como por ejemplo, coger el tren.

A continuación, lo siguiente será conseguir una casa donde vivir. Para ello tendremos a un viejo amigo que ha cambiado de profesión. El avaro mapache Tom Nook ahora se dedica a conducir la inmobiliaria del pueblo, encargada de contruir casas para todos los nuevos habitantes.