Modern Warfare 3

En este artículo intentaré transmitiros las impresiones que me ha imbuido el juego tras probar dicho modo durante aproximadamente quince minutos en la feria.

El modo citado es conocido por todos por recoger la herencia de los aclamados "Tiroteo" (Halo) u "Horda" (Gears of War), poniéndonos en una serie de escenarios, en principio los mapas multijugador del título, para aguantar las continuas embestidas de oleadas de enemigos, a cada cual más peligroso, pasando por ejemplo de perros a helicópetros.

Modo que parece estar destinado en un principio a un máximo de dos jugadores (por parejas).

Puestos en situación es hora de narraros mi experiencia personal, a la que acoplaré las notas que ha querido pasarme mi pareja de juego, que, si bien es ajena a Blogocio, no sabe precisamente poco de esta franquicia, dispuesta a batir los múltiples récords del anterior "BO".

De inicio la partida nos pasa el control de nuestros personajes armados únicamente con una pistola cada uno. Si bien nacemos en un punto de respawn al lado de múltiples cajas desparramadas por el suelo que hacen de "mercadillo de armas", los precios son desorbitados para nosotros en esa primera oleada del modo.

Tras acabar unas cuantas rondas logramos equiparnos "hasta los dientes" de las armas que han dejado nuestros enemigos al caer, básicamente a base de escopetas o subfusiles (concretamente el Mp5). No hemos salido del asombro causado por los precios de las armas, demasiado caras todas ellas, a pesar de que sea la ronda 3, cuando se nos hace partícipes de la existencia de "otro mercadillo", en esta ocasión de granadas o elementos explosivos.

Por si a estas alturas no lo habeis intuido, sí, el dinero se gana eliminando a los enemigos.

El proceso se repite en la ronda 6, en esta ocasión se nos marca en nuestro mapa la existencia de otro cargamente en el que poder comprar distintas "rachas".

No tardaremos en probar el retocado "misil predator", más letal aún al permitirnos decidir cuando el misil sale despedido, lo que nos da tiempo de buscar a nuestro objetivo antes por medio de una cámara aérea, el desconocido bote de color morado, que se podría decir que es idéntico a un bombardeo en el lugar en que lo arrojamos, o los aliados controlados por la consola, que se despliegan desde lo alto de un helicóptero para echarnos una mano, la racha más útil a nuestro parecer, que atraen todos el fuego enemigo.

Llegados a este punto tenemos claro que la experiencia no será precisamente fácil, requiriendo la misma de cierta estrategia, a pesar de que apenas hemos tenido la pantalla en rojo la munición enemiga escasea por momentos, pero el habernos gastado el dinero en rodearnos de explosivos o en probar las diferentes rachas se nos hace imposible comprar otras armas.

El escenario, del que no hemos hablado aún, parecen las calles de París, pero los altos edificos que nos rodean no nos dejan comprobarlo cuando nos ponemos a la búsqueda de la conocida Torre Eiffel. Sean o no las calles de la capital francesa las dimensiones nos han sorprendido gratamente, tras una anterior entrega de la saga dedicada a escenarios de dimensiones reducidas retornamos a las dimensiones estándar del anterior MW.