Análisis Yoshi's New Island

Vamos con una habilidad que es completamente nueva. Ya la habéis visto, ¿no? Es enorme, arrasa con todo, tiene forma ovoide y hace que Yoshi sude lo suyo tanto para tragarse a ese enemigo descomunal como para convertirlo posteriormente en HUEVO. El dinosaurio se estira más que un chicle para poder hacer uso del Mega-Huevo. De tamaño colosal y capaz de barrer con todo lo que se encuentra en la pantalla. Hay dos tipos de Mega-Huevos, por un lado tenemos el normal, entre comillas, que puede rebotar en las paredes, hasta cierto punto, y que nos otorga varias vidas si llenamos las barras superiores. Luego está el Mega-Huevo metálico, que solo rueda por el suelo y que hace lo mismo que el otro, arrasar con lo que pilla.

Para conseguir estos huevos especiales lo único que tenemos que hacer es tragarnos un shy-guy de tamaño gigantesco. Para el huevo normal bastará con el de color rojo y para el metálico tendremos que tragarnos al shy-guy metalizado. Al igual que las habilidades, solo harán acto de aparición en una serie de niveles. Otro de los ítems de ayuda que tenemos es la estrella dorada, que nos ofrece invulnerabilidad por tiempo limitado y súper-velocidad. A esta hay que sumar la estrella roja, que suele encontrarse justo al final de las secciones en las que encontramos las doradas, que van seguidas y que nos permite salir volando por el escenario a toda pastilla y destrozar todo lo que nos encontremos. Suelen estar en las fases internas tras las puertas rosas.

¿Qué más tenemos como potenciadores para los Yoshi? Pues las sandías, que también regresan para ofrecernos tres nuevos ataques. Nuevamente, las iremos encontrando a lo largo de los niveles y hay tres diferentes. Todas ellas son de uso limitado, un máximo de cinco disparos para derrotar enemigos, golpear nubes ? y coger flores. Tenemos la sandía normal, que dispara las pepitas típicas de esta deliciosa y refrescante fruta. La sandía de fuego, que nos proporciona una ardiente y poderosa llamarada capaz de acabar con cualquier enemigo, es de color rojo. No podemos olvidarnos de la sandía de hielo, que los dejará congelados y a merced nuestra para acabemos con ellos como más nos guste. Su color os lo imagináis, frío azul hielo.

Ni fácil, ni corto, y con multijugador

La primera impresión que destila esta entrega cuando uno la ve es que parece un título fácil, noño, corto y que en una tarde te lo pasas con la gorra. Bien, no, si uno se lo quiere pasar al 100%. Cada uno juega como le viene en gana, puede ir a piñón fijo o parándose en cada rincón para inspeccionar al detalle si hay algo para recoger o algún secreto que desvelar. Uno que vaya como un tiro, sin conseguir todo lo que se nos pide, se pasará el juego en unas cinco horas. Un jugador avezado y con ganas de meterle mano al juego puede echarle fácilmente unas 15 para conseguir pasarse el juego al 100%, cosa que no es nada fácil debido a las exigencias finales de cada nivel. Vamos con la estructura que presenta y un poco más adelante detallamos esas exigencias, muy conocidas por los habituales de la serie.

El juego está dividido en varios mundos. Cada uno de estos posee ocho niveles, seis normales y dos castillos, siendo el primero un enfrentamiento con Kamek y el segundo contra el jefe final, un jefe bastante grandecito. A lo largo de los niveles tendremos varias tareas que hacer. La primera de ellas y más primordial de todas, es llegar hasta el final con bebé Mario en nuestro lomo. Cuando crucemos el aro final, Mario pasará a la grupa de otro Yoshi y al siguiente nivel para repetir la misma secuencia. Si no sois de los que van a piñón fijo, a lo largo de los niveles tenemos tres tareas más. Una, recolectar todas las monedas rojas. Dos, conseguir tener 30 estrellitas del tiempo. Tres, conseguir las cinco flores sonrientes. Suena sencillo, ¿verdad?

Pues no, no es tarea fácil encontrar las cinco flores, por lo menos en los niveles más avanzados, ni recolectar las 20 monedas rojas y ni mucho menos mantener las 30 estrellas. Esta última tarea es la más complicada de todas ya que tenemos que evitar a toda costa un golpe de los enemigos. Cuando nos dan, bebé Mario salta de nuestra grupa y el contador empieza a bajar. Es ese contador el que hay que mantener a 30, no es sencillo y nos obligará a repetir los niveles varias veces. Otro detalle, conseguir las cinco hará que en el arco del final tengamos más oportunidades de conseguir caer en la flor pequeña. Si lo conseguimos nos darán medallas huevo, que servirán para desbloquear secretos.

Por cierto, la historia, ¿alguien se acuerda de la del primer juego? ¿Sí? Pues igual, pero cambiando un par de cosas. La cigüeña que debe llevar a los hermanos con sus padres vuelve a meter la gamba. Esta vez, en lugar de perder a uno de los hermanos, consigue llevarlos a los dos a un hogar sanos y salvos. Pero sorpresa, estos no son sus padres. Vuelta al cielo, a volar a toda prisa y con ella, a perder a bebé Luigi y a Mario claro. Al hermano del futuro héroe del Reino Champiñón lo secuestra, otra vez, Kamek, que lo lleva al castillo que bebé Bowser se ha construido en la Isla Dinosaurio. Mario acaba con los Yoshis, atemorizados por el centro de vacaciones que se ha construido el malvado lagarto en su preciosa isla. Ya sabéis lo que hay que hacer.

Tras acabar el modo historia, podremos acceder al modo multijugador, Podremos acceder desde un principio, pero la gran mayoría de los mini-juegos estarán bloqueados e irán apareciendo más según avancemos en la aventura. Son para dos jugadores en modo local, nada de modo en línea, y tendremos la opción de jugar con un solo cartucho o jugar con dos, lo que ofrecerá una gama más amplia de mini-juegos. Entre ellos podremos encontrarnos salto de longitud, otro de reventar globos en modo cooperativo o uno de resistencia. En un buen añadido para dotar al juego de algo más de vida, se agradece el trabajo realizado.

Hecho a mano, movido a máquina

Poco podemos comentar de un punto que hemos visto muy claro desde un momento, su apartado visual. No obstante, las imágenes no hacen justicia alguno a toda la fuerza artística que ha impreso el equipo de Arzest y Takashi Tezuka en esta nueva iteración.  Sobra decir que el apartado visual no es su fuerte pero sí lo es su apartado artístico. Yoshi’s New Island es una pintura en movimiento, un oleo al que han dotado de vida y que hay que verlo en directo par saber apreciar cada detalle que vemos en pantalla. No es un despliegue visual al nivel de 'Luigi’s Mansion', 'Resident Evil' o 'Monster Hunter', pero tiene su encanto particular, y lo más importante, es que recuerda a ese primer título que jugamos los más talluditos en Super Nes.

¿Qué se ha sacado el estudio Third party de la chistera? Pues un título con una paleta muy colorida, donde el estilo artístico es muy marcado y donde destacan los trazos de los pinceles. Tanto los diferentes Yoshi’s, como los enemigos que nos encontramos por el camino o Mario, dan la sensación de estar pintados a trazadas. Los personajes parecen haber sido coloreados por un niño pequeño, que todavía no sabe rellenar los huecos que le faltan. Esto dota al juego de un aspecto preciosista tanto en sus escenarios como en los diseños de los principales actores de este título de cuentos. Si algún pero que ponerle a la obra es el escaso uso de las opciones de visualización 3D. No sorprende en demasía con el efecto estereoscópico de la consola, está muy poco aprovechado.

Conclusiones

No reinventa la rueda, su mecánica es simple, pero eficaz, lo que es un arma de doble hilo. Puede gustar  a los más puristas o directamente echarlos para atrás al ser otra vez lo mismo. El juego deja una constante sensación de déjà vu en cada nivel que visitamos. Cuando estás atravesando las diferentes secciones, te viene a la cabeza, -esto ya lo he jugado-. –es igual que en Super Nintendo-, ¿es malo? Para nada, el título de Super Nintendo es una obra inolvidable llena de encanto, personalidad y saber hacer. El trabajo realizado en este título deja a las claras que se querían retomar las sensaciones que muchos vivieron con 'Super Mario World 2: Yoshi’s Island'. Se ha conseguido, eso sin duda, pero siempre quedará la duda de ¿y si hubiese evolucionado un poco más? ¿Y si Nintendo se hubiera arriesgado en ofrecer algo más original? Próxima parada, 'Yoshi's Yarn' para Wii U.