Un nuevo concepto con Nintendo NX

Con la experiencia ganada en las actuales, el ofrecer sus juegos a Nintendo NX no debería ser muy difícil. Misma arquitectura, misma marca de componentes, kits de desarrollo actualizados y comunicación Nintendo-empresa externa es un buen comienzo. Vamos con la GPU, donde AMD y Nvidia llevan la voz cantante en esta ocasión. Dos auténticos titanes que llevan una lucha encarnizada en PC por conseguir la supremacía técnica. Quién va por delante de quién no nos interesa. Sí lo hace su tecnología dedicada a consolas. Ambas tienen modelos en la actualidad que dan un rendimiento sorprendente a un precio relativamente asequible. La serie Rx 2-3xx de AMD es un buen ejemplo o la serie GTX 9xx de Nvidia tienen entre sus filas varias opciones para satisfacer a todos.  En este caso AMD juega con ventaja ya que es la encargada de manufacturar la extraña GPU que lleva Wii U y que solo entienden en Nintendo.

Otros parámetros técnicos

Este punto es para extenderse un poco más ya que hay que tener en cuenta más detalles. Un sistema adaptado a los tiempos actuales debe hacer una apuesta fuerte en todos los apartados posibles. La cantidad y tipo de memoria RAM del sistema es algo a tener muy en cuenta. En la actualidad ya se manejan los 8GB (GDDR5 y DDR3) y no se espera menos de una futura sobremesa de Nintendo. Por pedir, hasta el cielo, pero hay que ser consecuentes y pensar bien en el tipo de memoria a introducir. En este caso en concreto, ni el uno ni el otro. La memoria DDR4 está ya disponible y en el caso de memoria visual ya tenemos a la vista a HBM, que podría estar integrada en la futurible AMD  R9 390X. ¿Mejor opción para un futuro sistema de sobremesa? Las dos. Dedicando la memoria DDR4 a funciones CPU y la HBM a la memoria de la tarjeta gráfica.

Gráfico de integración de HBM (High Bandwidth Memory)

¿Cuánto? 4-8GB de DDR4 para CPU y 8GB HBM para GPU sería estupendo. Antes de que alguien haga cuentas y compare con otros sistemas… no funcionan igual y la cantidad no tiene nada qué ver. Las cuentas de la vieja no valen cuando se trata del avance en la tecnología. Con una opción doble, los quebraderos de cabeza de las desarrolladoras a la hora de quitar de una parte para meter en otra se acabarían. Cada parte integrante del sistema tendría acceso propio a una memoria RAM dedicada a las funciones a desempeñar y todos contentos. La CPU tendría a 4-8GB de memoria DDR4 para ejecutar el sistema operativo, gestionar diversas aplicaciones como chat de voz en segundo plano, emisión en streaming, etc. La GPU tendría un total de 8GB para hacer volar la imaginación de los desarrolladores y romper los límites que hay actualmente.

Por supuesto, no podemos olvidarnos de algo tan importante como el formato de lectura, es decir, el disco de los juegos. En la actualidad es el Bluray de doble capa el que lleva la voz cantante tanto en juegos como en películas. La capacidad que ofrece este formato óptico es de 50 Gigas, pero quizás nos estemos quedando ya un poco cortos. El futuro pasa por el Archival Disc, de hasta 300 Gigas, o el HDV u Holographic Versatile Disc, cuya capacidad estimada se sitúa en los 6TB (terabytes). Especial atención al segundo nombre, ya que Nintendo tiene algo que decir debido a una patente que mostró hace tiempo con estos discos. Uno de estos dos será el sucesor del Bluray. Sony está detrás del Archival Disc así que también habría que tenerlo muy en cuenta si se quiere optar por un sistema multimedia que no solo esté dedicado a juegos. Microsoft tuvo que pasar por el aro.

¿Y las conexiones de entrada y salida? Aquí hay mucho que pedir también. Wii U no trae salida óptica para audio, no trae puerto Ethernet para conexión a internet, enchufar un sistema 5.1 o 7.1 es todo un engorro y eso que la consola ofrece sonido DTS de serie. Lo bueno es que puertos USB trae bastantes, pese a ser 2.0, y que trae ranura para tarjetas SD. Mini-punto para Nintendo en este aspecto. Fijaos que poco pedimos en este caso. Salida HDMI, puertos USB 3.0, puerto ETHERNET por favor, salida óptica y ya. No hace falta nada más. Aquí pedimos realmente poco, no hace falta comerse el tarro. Con esto, ya tenemos la plataforma de sobremesa perfecta para todo y para todos.  Ah bueno, almacenamiento. Con un HDD de un Terabyte, posibilidad de instalar los juegos y alguna que otra chuchería más nos damos por satisfechos.

Proyecto Fusión

Vamos a ver, Nintendo NX ha dejado muy abierta la posibilidad de que esta “ida de olla” de alguien se convierta en algo muy real. Todas las especificaciones técnicas de esa lista son perfectamente plausibles en la actualidad. Teniendo en cuenta Nintendo NX no llegaría hasta 2017, el precio de los componentes habría bajado y su implementación en una placa base sería viable. Una consola no tiene que estar al día de la tecnología, pero sí tiene que saber mantenerse conforme esta avance. Puede sonar raro, pero es así. Mirad Xbox One y DirectX 12. Fusion Terminal (sobremesa) y Fusion DS (portátil) serían dos máquinas capaz de interactuar entre sí de una forma que ahora mismo no imaginamos. ¿Una unión entre ambas? ¿Un NeXo? ¿NX? Es un proyecto plausible y creíble pero qué se vaya a hacer es otra cosa muy diferente. ¿Vemos a Nintendo apostando por un desarrollo de hardware así?

Esta pregunta tendría fácil solución si la compañía japonesa no fuese experta en dar sorpresas, ya sean para bien o para mal. Sinceramente, Nintendo NX es una duda que corroe los pensamientos de muchos usuarios. ¿Portátil? ¿Sobremesa? ¿Un dispositivo a lo PlayStation TV? Esta tercera opción no la hemos tratado por las declaraciones de Satoru Iwata, revelando que iba a ser una consola tradicional y eso tiene poco de ello la verdad. Como es costumbre con estas revelaciones tan tempranas, solo será cuestión de esperar. El tiempo pone a cada cosa en su sitio. 2016 será el año de presentación de Nintendo NX. ¿En qué momento? Pues en un Nintendo Direct, en la GDC o en el E3 2016, un marco más llamativo sin duda. A quién sustituirá es otra de las preguntas. Nintendo 3DS para 2017 habría cumplido su ciclo. Wii U, a este paso, casi que también.