Análisis Tropico Global Power

Que alguien me ayude, Tropico es demasiado grande para mí

Cuando empezamos a jugar y vemos todas las opciones lo primero que se nos viene a la cabeza es que tendremos que echarle horas y horas para aprender a gestionar correctamente la isla. Eso es algo que hoy día no todo el mundo está dispuesto a hacer porque los títulos que imperan en el mercado son muy directos. ‘Tropico Global Power’ requiere de muchas partidas malas para aprender de nuestros errores y poder algún día dominar todo lo que ofrece cada título. En ese sentido, cualquiera de los cuatro juegos puede llegar a desesperar en un primer contacto. Además, 'Tropico' no es una saga de estrategia convencional. La experiencia previa del jugador en este género no sirve aquí, ya que la mayoría de la gente está acostumbrada a jugar a los ‘Age of Empires’, ‘Tzar’, ‘Imperivm’ o ‘Warcraft’, y ‘Tropico’ plantea un concepto muy distinto e incluso chocante al principio.

Estas dos mocitas bien podrían echarme una mano

Digo todo esto porque en 'Tropico' no podemos mover a los ciudadanos. Ya les puedes clickar encima de mil maneras, que no se van a inmutar. Cuando pinchamos en un tropicano, nos aparece un menú muy amplio con sus datos personales, información sobre en qué trabaja, dónde vive, su familia, sus habilidades, sus ideales políticos, la facción política a la que pertenece, su felicidad y sus necesidades. Completo, ¿verdad? Pues aunque tú seas su presidente, van a seguir sin moverse, y esa pequeña diferencia respecto a otros títulos de estrategia hace que al principio tengamos que comernos mucho la cabeza para gestionar correctamente la ciudad. ¿Cómo le decimos al ciudadano que haga esto o lo otro?