Análisis The Witch and the Hundred Knight

Para alimentar al personajillo, tendremos que devorar a los enemigos a través de un básico minijuego en el que utiliza el QuickTime Event como reclamo para machar el botón triangulo y así obtener la mayor cantidad posible de calorías y aumentar el nivel de la barra del GigaCal.

En la aventura, podremos explorar a nuestras anchas el universo de ‘The Witch and the Hundred Knight’, mientras que la libertad que nos ofrece el videojuego es en base a las diferentes misiones, tanto principales como secundarias. Los habitantes del videojuego nos ofrecerán otro tipo de misiones que distan del enfrentamiento por recuperar el territorio de Metallia, incluso esa propia libertad nos deja acabar con los inocentes del videojuego, lo que nuestra decisión podría acabar en una consecuencia distinta, que podría tornarse en que los habitantes nos ataquen nada más vernos, mentirnos en las conversaciones e incluso no hablarnos.

Dependiendo de las decisiones del jugador, podremos tener acceso a otros niveles o incluso no poder acceder a las misiones secundarias si acabamos con los habitantes de las diferentes aldeas que rodean los pantanos en donde vive Metallia. La decisión de que hacer con la historia del Caballero Legendario es todo tuya.

Una producción colorista

La idea de NIS America era lanzar un videojuego RPG de mundo abierto, aunque finalmente estamos ante un videojuego algo más cerrado, con una duración de 30 horas de juego repletas de zonas alternativas, decisiones que pueden cambiar cientos puntos de la historia e incluso extensos lugares que podremos explorar libremente.

El acabado del juego, -os recomendamos el libro de regalo que viene con las reservas del videojuego-, se presenta en vista cenital con gráficos muy coloridos y un acabado artístico de la mano de Takehito Harada, el ilustrador habitual de la compañía y muy conocido por sus dibujos en ‘Disgaea’. 

Desgraciadamente, el buen trabajo de Harada en la creación de los jefes finales y las ilustraciones de los personajes, se quedan cojos debido a la poca variedad de escenarios, muchos de ellos tan repetitivos como los aldeanos que nos encontraremos en la aventura.

El mayor problema de ‘The Witch and the Hundred Knight’ dentro del apartado técnico no es realmente lo comentado anteriormente, sino que la aventura ha llegado en completo inglés, con la única opción interesante de poder escuchar el doblaje en japonés, pero sin gozar de una traducción en los subtítulos en el idioma de Cervantes. Una vez más, NIS America nos trae otro juego que encantará a los fanáticos de la franqucia ‘Disgaea’, pero que no distraerá a los nuevos jugadores debido al problema del lenguaje.

Conclusión

Estamos ante el más claro intento de servir algo novedoso y quedarse a mitad de camino debido a la inclusión de diferentes sistemas de juego que no aportan absolutamente nada al mundillo RPG. ‘The Witch and the Hundred Knight’ se noquea así mismo con el llamado Gigacal, una manera extraña de tener al jugador en tensión vigilando las barras de salud y la del propio Gigacal rompiendo el ritmo completo del juego y dejando a un lado la exploración, uno de los puntos en los que más debería de haberse implicado más la desarrolladora.

Su narración, nada comparable con la famosa saga ‘Disgaea’, se deja perder debido a su falta de traducción al castellano, un sonado problema que va de serie con el resto de producciones de NIS America y que una vez más ocurre con su último videojuego.

A pesar de todos los problemas vistos en la aventura, ‘The Witch and the Hundred Knight’ es capaz de entretener. Los jugadores tendrán muchos problemas para descubrir todos los entresijos de la aventura creada por Nippon Ichi, pero incluso sin una premisa interesante a la que agarrarse para comprender este experimento, muchos acabaran cogiéndole el gustillo a este particular título al que no le falta el humor negro típico de la producciones de la compañía, pero sin llegar a la altura de otras de sus creaciones.