Análisis The Legend of Zelda: Spirit Tracks

Mucho se ha hablado sobre este juego, tanto malo como bueno. Lo que nadie pone en duda es que el trabajo que ha hecho Nintendo ha vuelto a dar sus frutos. Ponemos los pies en la tierra para enfrentarnos a los nuevos demonios del futuro de la saga.

Historia

Después de los acontecimientos narrados en Wind Waker y Phantom Hourglass, Link y Tetra consiguieron encontrar la tierra prometida, dejando atrás el viejo mundo inundado y destruido de Hyrule y fundando uno nuevo homónimo.

Una nueva civilización fue creada en el nuevo mundo. Los habitantes respetaban a los espíritus y vivían en paz... hasta que uno de ellos tomó el control del mundo y se volvió malvado. No les quedó más remedio que luchar contra la nueva amenaza en una batalla en la que mucha sangre fue derramada.

Los espíritus no pudieron destruir a Mallard, así que no les quedó más remedio que encerrarlo bajo una torre que ellos mismos construyeron, atándolo con grilletes a la tierra para que no volviera a causar más daño. Siglos más tarde, la tecnología ha evolucionado hasta inventar la máquina de vapor, y con ella, los trenes. Ya que los grilletes que pusieron los espíritus para atar al malvado se extienden por todo el reino, las gentes los aprovecharon como vías para sus trenes.

Ahora, algo está debilitando los grilletes que retienen al malvado y las vías están desapareciendo. La casa real de Hyrule se ha hecho eco de esta noticia y la princesa Zelda, descendiente de la pirata Tetra, quiere tomar medidas. Nuestro héroe, Link, será en esta ocasión aprendiz de maquinista de tren, con Big Boy como maestro. Llega el día de la entrega de su título de maquinista. Acompañado de Big Boy, iremos en su busca al castillo de Hyrule, donde lo recibirá de la mano de Zelda en persona.

Llegado el momento, y al cruzarse la mirada de la princesa y el maquinista, ella decide que sea Link quien le ayude a investigar la desaparición de las vías llevándolo hasta la Torre de los Dioses.Pero de camino a su destino sufren un accidente. El ministro del reino resulta ser un demonio maligno que está ayudando a despertar a Mallard, y para ello necesita el cuerpo de Zelda.

Así, nuestros héroes sufren su ataque y la princesa queda dividida en cuerpo y espíritu. Aquí comienza la nueva aventura de Link, donde Zelda ayuda a nuestro héroe como espíritu. Deberán restaurar las vías que están desapareciendo por Hyrule y derrotar al demonio de Mallard para salvar el reino. Una trama bien trenzada con algunos giros inesperados, de esos a los que nos tiene acostumbrados la saga.