Análisis The Last Tinker: City of Colors

Todos para uno

Tinkerworld es un mundo creado con papel y pegamento en el que la convivencia entre las especies de distintos colores es una tarea pendiente desde hace mucho tiempo. Sin embargo, en 'The Last Tinker: City of Colors' aún queda una bella ciudad llamada Colortown en la que residen de forma pacífica todos los habitantes que lo deseen sin importar sus características físicas. Así era, al menos, hasta que Koru fue engañado para que desatase el mayor de los peligros: la Monocronía, que con su ejército de monstruos avanza rápidamente dejando un desolador paisaje blanco y negro allá por donde pasa. ¿Conseguirá nuestro querido protagonista devolver Tinkerworld a su estado original?

Tras el accidente, Koru descubre que es un Tinker, un ser especial que puede usar los colores para restaurar el mundo y salvar a los habitantes que se han convertido en estatua. Gracias a dicho poder podremos avanzar por los distintos distritos consiguiendo cada vez mayor número de tonos para devolverle a cada rincón su esplendor de antaño. Y lo mejor de todo es que no estaremos solos: nos acompañará Tap, el inseparable y carismático amigo volador de Koru que, previa petición, marcará el siguiente destino al que ir para que nadie pueda perderse por el camino.

En el distrito rojo, haciendo el mono con un nuevo ataque de pintura roja

Audiovisualmente de fábula

Hay muchos elementos positivos en 'The Last Tinker: A City of Colors', pero el apartado gráfico merece mención especial por lo bello que resulta el juego en su conjunto. No hablamos solo de lo bueno que es gráficamente, sino también del gran trabajo que se ha realizado en el diseño de personajes (simpatiquísimas las distintas razas), ciudades y escenarios. Además, el hecho de que el color sea el elemento sobre el que gira la historia principal ha permitido a Mimimi Production presentarnos distintas situaciones visuales tan atractivas como contrastes de tonos grisáceos y vivos o zonas del mapa con un solo color.

Su banda sonora también es de notable e incluye piezas para todo tipo de situaciones que casan perfectamente con la estética de 'The Last Tinker: A City of Colors', todas muy amenas y pegadizas. Sin embargo, dentro de este apartado es necesario recalcar el grandioso 'doblaje' de los personajes que nos vamos a ir encontrando a lo largo de la aventura. Y entrecomillamos 'doblaje' porque, más que hablar en una lengua desconocida, los distintos NPC se comunican mediante sonidos simpatiquísimos mediante los que reflejan sus estados de ánimo. Se mire por donde se mire, el título desprende buenrollismo por los cuatro costados.

Cada color implica personalidad distinta: Los rojos son agresivos; los verdes, miedosos

Recompensa a un trabajo bien hecho

La propuesta de 'The Last Tinker: A City of Colors' podrá recordaros en ciertos momentos a muchos grandes de la industria como 'Tearaway', 'Super Mario Sunshine' o 'Donkey Kong 64', pero lo cierto es Mimimi Productions ha sabido aunar a la perfección esas buenas influencias para crear un producto con una gran personalidad y calidad. El trabajo que se ha realizado es sencillamente genial a todos los niveles, y a medida que vayamos avanzando en la historia nos iremos dando cuenta de lo bien trabajado que está todo y el mimo que se ha puesto en el juego. Cuando un estudio le dedica tiempo y cariño a un proyecto se nota desde primera hora, y es algo de agradecer en una época en la que prima la rapidez en el desarrollo.

Y ahora la pregunta del millón: ¿Es 'The Last Tinker: A City of Colors' un juego para niños? A priori, y a juzgar por la estética, la jugabilidad sencilla y lo accesible que es, mucha gente puede pensar que se trata de un juego orientado exclusivamente para los más pequeños de la casa. Razón no les falta, pero cabe destacar que es igualmente disfrutable por los más experimentados, que sabrán leer entre líneas una buena crítica al racismo a la vez que se las apañan para avanzar en dificultad difícil, donde los golpes de algunos enemigos restan hasta cuatro puntos de vida de seis disponibles. El sistema de combate, además, irá ganando en complejidad a medida que avanzamos en la historia, dándole mayor profundidad y variedad de combos.

¡Cuidado con esos pinchos de cartón! Quitan dos puntos de vida en difícil...

Para pequeños, grandes y amantes de lo bueno

Si te gustan las aventuras y añoras algún plataformas clásicos en 3D, 'The Last Tinker: A City of Colors' es una opción obligatoria para una época como esta en la que no abunda este género, menos aún en PC. Tiene todas las características que hacen de él un juego bonito, divertido y disfrutable de principio a fin, con objetos ocultos por conseguir y elementos que desbloquear para que también suponga un reto a nivel de investigación. Todo ello, en un mundo amplio, detallado y colorido que hará las delicias de los amantes de los gráficos tipo 'The Legend of Zelda: The Wind Waker'.

Este análisis se ha realizado en PC, con todos los requisitos al máximo, 1440x900 y 60fps. Hay puntos en los que hay caídas de frames considerables, si bien nunca superan la barrera de los 30fps ni lo hacen injugable. Por otro lado, 'The Last Tinker: A City of Colors' tiene soporte completo para mando, modo daltónico y está subtitulado en español. Recordamos también que está igualmente disponible para Linux y Mac a través de Steam a un precio de 19,99 euros (muy correcto para lo que ofrece y su duración), y que en un futuro se lanzará en PS4.