Análisis The Elder Scrolls: Legends

The Elder Scrolls: Legends - Entrando en la arena con fuerza

Bethesda es sinónimo de grandes juegos de rol, grandes sagas y por supuesto grandes bugs. En este caso, Bethesda ha dado un vuelco de hoja y ha dejado de lado toda su zona de confort para adentrarse en el mundo de los juegos de cartas.

The Elder Scrolls: Legends promete ser un juego a tener en cuenta, ya que tiene como esencia los clásicos juegos de cartas de toda la vida, pero adaptándose a lo sencillo y menos complejo para tener un mayor público. Antes de que la gente los compare, Hearthstone y Elder Scrolls Legends no tienen nada que ver, son muy distintos entre sí dentro del mismo género.

Un modo historia en forma de tutorial

Los primeros pasos dentro de Elder Scrolls: Legends los daremos en un modo historia que nos servirá de tutorial. En este modo historia se nos darán las nociones básicas a la vez que interacción con la historia, ya que según avanza, se nos permitirá tomar decisiones que se transformarán en unas cartas u otras para seguir avanzando por el modo historia.

Dentro del juego tendremos la opción de elegir un “bando”. Por ejemplo, si seleccionamos argonianos, se nos recompensará con cartas pertenecientes a esa raza a medida que subimos de nivel. Tendremos a nuestra disposición una gran variedad de mazos y posibilidades, desde mazos dedicados exclusivamente a una destreza, por ejemplo agilidad, o una combinación de varias destrezas, la cual resultará en un nombre; arquero, asesino, monje…

Si por algo se caracterizan los juegos de cartas es por coleccionar todas las cartas, cosa que obviamente resulta pesada, a menos que decidas pagar por ello. En este apartado, Bethesda ha sido muy justa y es que las recompensas por jugar están muy balanceadas para los que no quieran gastarse dinero en este juego. Cada tres victorias, se nos recompensará con una carta y 15 oros (son necesarios 100 oros para comprar un sobre de cartas nuevo) al subir de nivel se nos dará otra carta, dinero y una evolución para una carta aleatoria.

Estas evoluciones, dependiendo de la carta, podrán tener varias formas, de las cuales decidiremos una, o simplemente evolucionará a la única disponible. En esencia son siempre la misma carta pero más poderosas. Cada 10 niveles se nos recompensará con una carta legendaria. Como viene siendo costumbre en los juegos de este tipo en pc/tablets, tendremos la posibilidad de deshacernos de las cartas repetidas y así conseguir, en este caso, gemas de alma para poder crear nuevas cartas.

Varios modos de juego para pasar horas entretenido

En The Elder Scrolls: Legends tendremos hasta 5 modos de juegos distintos, modo historia, práctica, arena en solitario (contra la IA) duelo de arena (contra otros jugadores) y el modo jugar (modo normal o con rango). El modo historia contará con 2 capítulos (en un futuro se espera que se amplíe), de los cuales solo es obligatorio hacer el primero para poder jugar luego al modo que queramos.

En el modo práctica podremos poner a punto nuestros nuevos mazos y probar todas las estrategias que se nos ocurran para poder luego usarlas en partidas normales. La primera entrada a la arena en solitario será gratuita, luego cada participación tendrá un coste de 150 oros. En la arena tendrás que intentar batir a 9 enemigos y al jefe final para alzarte con la victoria antes de sufrir 3 derrotas y optar al premio más grande posible. Cuantos más derrotes, mayor es la recompensa. En el modo duelo de arena tendremos los mismos objetivos que en el modo solitario, solo que a razón de su nombre, esta será contra otros jugadores.

Los modos de juego que más jugaremos serán las partidas normales o las de rango. En el modo de juego con rango iremos escalando desde el rango 12 hasta el rango 1. Al acabar la temporada cada mes, recibirás recompensas basadas en el rango al que llegaste. Como no podía faltar, tendremos la opción de enfrentarnos contra un amigo. En este modo será una partida normal pero con sus inconvenientes. Podríamos decir que luchar contra un amigo, es un modo práctica pero con otro jugador ya que no recibiremos ningún tipo de recompensa (experiencia dinero o cartas). A la hora de iniciar un chat con tu amigo será algo muy tedioso y es que, cada vez que quieras hablar, deberás abrir el menú de amigos, pinchar en el nombre que quieras y una vez allí, escribir.

Distintas calles, distintas estrategias

Algo que me ha llamado la atención, es el tener 2 calles, las cuales tendrán cada una un efecto, aunque por lo general suele ser la izquierda sin efecto y la derecha será la calle sombría, que te permitirá tener a tu criatura inmune de ataques de otras criaturas durante el primer turno. Esta mecánica de las 2 calles es muy útil a la hora de hacer tus estrategias, ya que podrás poner unas cartas con mucho ataque y poca defensa en la calle sombría para así asegurarte un golpe demoledor y en la otra calle jugar más defensivamente. Las calles son, por así decirlo, campos distintos y es que muchas criaturas tendrán efectos solo para la calle en la que esta sea invocada, por ejemplo, las cartas con guardia, las cuales hacen que debas matar esas primero antes de atacar a otro objetivo, solo tendrán ese efecto en la calle que sea invocada.

Si algo me ha sorprendido al entrar por primera vez en The Elder Scrolls: Legends, ha sido sin duda su apartado artístico, el cual no dejara indiferente a nadie. Desde los videos que encontraremos en el modo historia, hasta los detalles de cada carta. El diseño, sin ser muy complejo, es bastante detallista (sobre todo con las cartas doradas) destacando lo característico de cara raza o personaje. En general, The Elder Scrolls Legends promete ser un juego de cartas a tener en cuenta, distanciándose del rey en el género actualmente, Hearthstone ya que este último es mucho más simple, sencillo y con mecánicas distintas. Si Bethesda decide no ahogar el juego con expansiones cada poco tiempo y tener nuevas cartas en un tiempo de margen adecuado, para que los jugadores puedan hacerse con todas ellas antes de que salga una nueva expansión, será un juego con muchos años de vida