Análisis The Bureau: XCOM Declassified

Apartado técnico

‘The Bureau: XCOM Declassified’ se cimienta sobre el motor Unreal Engine 3, de sobra conocido a estas alturas de la actual generación. Los efectos de sombreado e iluminación rayan a gran nivel, pero gráficamente destaca el filtro “sesentero” que la compañía ha implementado en el juego, logrando una atmósfera similar a la de la época. Los modelados de los personajes están bastante cuidados y las animaciones a la hora de combatir como los saltos, volteretas o gestos para parapetarse son estupendas. La caracterización de todo el bando alienígena no escapa de lo normal: bípedos con apenas sorpresas que nos hagan sobresaltar.

La atmósfera que envuelve los escenarios cumple con creces su intención; una granja en Nuevo México, un clásico restaurante americano o la mismísima nave nodriza alienígena: todos ellos cuentan con la iluminación y caracterización apropiada para el lugar.

En el apartado sonoro sobresale el doblaje por encima del resto. Las voces de los personajes son sencillamente estupendas, aunque existe el tedioso fallo permanente de sincronización labial. La banda sonora brinda piezas que concuerdan tanto con la ambientación de los años sesenta como con el mundo de la ciencia ficción. A la hora de combatir la música adopta el rol de infringir tensión al jugador, sumergiéndonos así en la batalla.

Conclusiones

No es fácil realizar un título de este calibre cuando a las espaldas se encuentra toda una serie de juegos inspirados en un género notablemente distinguido.  2K Marin ha recogido de buena manera el testigo, logrando combinar la clásica temática de la saga con un sistema de combate que mantiene viva una parte de la franquicia. El componente táctico de las batallas resulta realmente divertido e incita al jugador a seguir jugando para ponerse a prueba a sí mismo. Una historia de lo más correcta alimentada con elementos como las notas o grabaciones de audio, en la que se echa en falta algún componente serio de exploración, quizás descartado por la extrema linealidad del título. La duración es más que aceptable, pues la historia principal  supera ampliamente las 10 horas de juego; completarlo al 100% lleva alrededor de una veintena. Técnicamente discreto, no destaca pero sí deja huella con su particular estilo.