Análisis Tales of Zestiria

Una época de héroes ausentes

Si por algo se ha caracterizado la serie ‘Tales of’ es por ofrecer historias con ciertos clichés dentro del fenómeno manganime. ‘Zestiria’ no iba a ser menos, pues no hay que olvidar que el target del nuevo título de la marca está dirigido a los seguidores del hobbie nipón, ya sea en su vertiente manga o bien anime. Ellos mejor que ningún otro usuario sabrán encontrar en ‘Tales of Zestiria’ una aventura épica en cuanto a proporciones y con personajes más que atractivos. ¿Queda pues restringido el JRPG para el resto de jugadores? En absoluto, es más, posiblemente aquellos que quieran adentrarse en el género y con un fuerte elemento dentro del estilo mencionado, ‘Tales of Zestiria’ es a día de hoy una de las mejores apuestas.

Dicho esto, la obra nos sitúa en sus primeros compases en el reino de Elysia, un mundo en el que habitan los serafines, entre ellos dos de sus protagonistas Mikleo y Sorey. Ambos se encuentran explorando las antiguas ruinas de los Pastores, guerreros que llegada una gran amenaza para el mundo no dudaban en luchar contra ésta para erradicarla. Hasta aquí todo normal, hasta que por causas del destino nuestros dos personajes caen por accidente en el interior del templo y con ello encontrando a una extraña chica humana. Para los serafines está totalmente prohibido el que un ser humano establezca contacto con su reino, aunque Sorey en este aspecto es una excepción.

El llamado a convertirse en héroe de la aventura fue adoptado de pequeño por dicha raza, siendo el único capaz de poder ver a los serafines. Tras romper el pacto y ayudar a la joven, Sorey no duda un instante en llevarla ante su pueblo. Tras unos cuantos combates y tutoriales para adecuarnos a los menús y el sistema jugable, entramos ahora sí en el meollo de la cuestión y principal pilar base de ‘Tales of Zestiria’, su trama. Tras descansar y regresar a Elysia junto a Sorey y Mikleo, Alisha nos cuenta que su ciudad, Lady Lake, ha sucumbido a la maldad conocida como los infernales, terribles criaturas a las que sólo los puros de corazón pueden hacer frente. La profecía reza que tras la aparición de tan abominables entidades, los Pastores harán acto de presencia para librar al mundo de su presencia… hasta el día de hoy. No hay rastro algunos de dichos héroes y el reino junto a otras localizaciones parecen sentenciadas a muerte.

A partir de aquí ya os podéis imaginar el percal. Sorey, siempre criado en Elysia junto a sus habitantes y su fiel compañero Mikleo, no duda en acompañar a Alisha después de que su pequeña villa sea atacada. El viaje que dará comienzo llevará a Sorey a convertirse en el profético Pastor, y con ello ser la última carta para limpiar la maldad que se extiende por el planeta.

El viaje de nuestro protagonista junto a la valiente guerrera de Lady Lake dará el pistoletazo de salida a una historia en la que nos tocará viajar por multitud de parajes, y por supuesto conocer todo tipo de personajes que – según sus intereses – no tendrán reparo en sumarse a tan épico viaje. Las personalidades de cada uno de ellos, perfectamente definidas y cargadas de tópicos que hemos visto en anteriores ‘Tales of’, crearán divertidas situaciones, pero también momentos de tensión debido a los diversos “roces” entre éstos, algo básico e indispensable para aquellos juegos en los que el peso argumental tiene una fuerte presencia. Además de las habituales escenas conversacionales en zonas de relax como ciudades, pueblos o durante los extensos emplazamientos a explorar, no faltarán tampoco las ocasiones en las que charlar con nuestros acompañantes o habitantes del mundo, escenas que aprovecharemos para empaparnos como es debido del trasfondo de ‘Tales of Zestiria’. Este elemento se ve potenciado, además de con los giros de guión de turno, por el correcto uso del diseño de personajes.

Fiel a su estilo

Las novedades jugables de ‘Tales of Zestiria’ no son muchas. Tales Studio sabe perfectamente que los fans de la franquicia llevan años habituados al sistema de combate, diseño de menús y otros apartados como las Artes. Es por ello que se han limitado a seguir las pautas establecidas en títulos anteriores, aunque eso no implica que también se introduzcan varias sorpresas que apuesten por el dinamismo a la hora de los combates y la exploración.

Uno de los pilares fundamentales de todo ‘Tales of’ es el combate, y aunque se conserva la esencia de contar con ciertas ventajas si golpeamos a los enemigos repartidos por el escenario o movernos con pseudo-libertad en el campo de batalla – elementos ya vistos en ‘Xillia’ - , el sistema de habilidades ha sido redefinido para aportar cierto toque estratégico. De esta manera, cada una de las piezas de equipo que vayamos obteniendo contará con determinados atributos/dotes que deberemos de ir apilando para lograr sacar el mayor partido posible al objeto en cuestión o bien a todo el conjunto. Unirlos de forma correcta  será vital para lograr ese extra de ataque, daño, concentración o defensa necesario para derrotar a poderosos rivales.