Análisis Super Scribblenauts

Y como herencia de lo que ya ocurrió en Scribblenauts, los pequeños guiños al mundo del videojuego seguirán ahí, incluso más vistosos que la primera parte. Si anteriormente encontramos una ciudad sumergida con un ogro con un casco de buzo y una niña a su lado (simulando claramente Bioshock), en este podemos encontrar la reproducción exacta de un nivel de nuestro amigo Super Mario. Tortugas gigantes, plantas carnívoras, bloques ?, el castillo... todo recreado de muy buena manera y haciéndonos echar unas risas.

Una vez pasas mucho tiempo jugando, te das cuenta de que Scribblenauts se convierte en una especie de Little Big Planet 2, donde se pueden crear muchos tipos de juegos. En cierta pantalla tenemos que hacer "subir de nivel" a un guerrero luchando contra monstruos y dándole armas para luchas, como si de un juego de rol se tratase.

Un dato curioso es que, los creadores que aparecen en los créditos del juego tienen una representación cartoon del estilo de la saga. Sin duda, un guiño más del juego que le hace ganar puntos.

Duración:

La duración de un juego siempre es relativa. Depende de la destreza que tengas como jugador, hasta qué punto quieres completarlo... influyen muchos factores.

Con Super Scribblenauts tenemos entretenimiento para rato, ya que tenemos más de 120 puzzles por completar. Cuando completemos algunos, aparecerá sobre su icono una corona plateada, que indicará que para obtener otra starite tendremos que completar de tres maneras diferentes, sin repetir ni una sola palabra en ellos. Por si alguno quería retos, este es uno de ellos.

Como no, el juego hereda la opción Niveles Personalizados y aquí entra la parte "Little Big Planet" del juego. Por supuesto, es mucho más humilde que el juego de Media Molecule, pero hace sus pinitos.

Podremos crear casi cualquier tipo de puzzle que se nos ocurra: dar de comer a alguien lo que pida, superar obstáculos... todos incluido de una manera bastante aceptable. Si bien es cierto que resulta un poco complicado entender el funcionamiento del editor, resulta divertido para usar con amigos.

Tendremos en nuestra mano crear juegos de acción, de escoltas, de destrucción, de carreras... las posibilidades son muy, muy grandes para un juego que no está planteado para convertirse en un editor. La única pega que le podemos poner es el límite de objetos que podemos crear como base, siendo de unos 5 o 6 por fase.

Elegir el tipo de terreno, agregar la dificultad, incluir pistas o ponerle nombre, son pequeños detalles que hacen aun mejor este modo, que se ha convertido en un apartado sobresaliente del juego.

Además, y por si fuera poco, el juego incluye un sistema de logros propio, como ocurre en Xbox 360 o PS3. Los llaman méritos y se pueden comprobar en la pantalla de extras. Van desde conseguir un 60 determinado de starites, a usar 300 adjetivo o encontrar el adjetivo secreto de los creadores del juego. Si, como lo oís, han creado un adjetivo para que se use en el juego. ¿Cual será...?

Otra cosa interesante es la propia pantalla de título. Nada más comenzar el juego podremos elegir entre un parque de juegos de los 10 disponibles. Ahí podremos recrear una situación que aparecerá nada más comenzar a jugar: un salón, una habitación gamer, una fiesta en la playa... por supuesto, este parque de juegos servirá para poner en práctica todas las cosas que se nos ocurran. ¿Volverá Dios a caer ante una trituradora? Me temo que si.

Multijugador:

Llamadlo modo multijugador. Llamadlo opciones multijugador. Llamadlo modo on-line o con amigos, pero Super Scribblenauts tiene conexión inalámbrica tanto normal como por wifi. Y ¿para qué sirve? os preguntaréis. Ésta va a ser la única manera de compartir los niveles personalizados con nuestros amigos (además de dejarles nuestra consola, claro está).

Pero aquí viene una de las mayores pegas clásicas: usa códigos de amigo. No se ha creado una base de datos donde mandar nuestras creaciones y poder descargárnoslas, así que si queremos compartir cualquier puzzle propio tendremos que enviarlo a un amigo o con comunicación inalámbrica o vía wifi.

No es la panacea, pero es una opción que nos regala la desarrolladora y que está ahí si la necesitamos.

Conclusión:

Scribblenauts se convirtió en el juego de puzzles más original por antonomasia, pero sobre él pesaban errores como un control que fallaba, un editor complicado de usar y simple de funcionamiento y un diccionario vacío de adjetivos que podrían dar otro color al juego. Esta entrega del juego es, como indica su nombre, súper en todos los sentidos.

Los problemas de jugabilidad se han convertido en una mera anécdota del pasado, y aunque el apartado gráfico no haya variado mucho, sigue siendo gracioso y personal.

Si os gustó la primera parte, dad por seguro que esta os va a encantar en todos los sentidos. Para los que les guste experimentar, tenemos un modo editor muy completo donde crear todo tipo de situaciones. Resolveremos situaciones a nuestra manera y se hará realidad eso de pensar "lo que sea" y que aparezca frente a nuestros ojos.