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Super Mario Odyssey: La gorra que viene a cambiarlo todo

El fontanero de Nintendo se entrega a la libertad total en Super Mario Odyssey, su nueva aventura, rescantando grandes sensaciones de las mejores entregas de la saga

26/09/2017 18:07
Solo queda un mes para la vuelta del fontanero a consolas de sobremesa, y para suerte de todos, llega en el primer año de Nintendo Switch: palabras mayores si lo unimos al lanzamiento de Zelda: Breath of the Wild con el estreno de la consola. Lo cierto es que los regresos de Mario y Link tienen mucho más en común de lo que podría parecer, y es que al igual que el hyliano, Mario abraza con esta entrega la libertad de exploración, dejando que sea el jugador el que decida qué quiere hacer en cada momento. A estas alturas, pocos dudamos ya de que Super Mario Odyssey va a ser una gran entrega en la saga; lo que está por ver es si marcará un antes y un después.
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Super Mario Odyssey: Saltos, libertad y secretos, muchos secretos

En un nuevo acercamiento al esperado Super Mario Odyssey de Nintendo Switch, hemos tenido la oportunidad de ponernos más cómodos y rasgar una capa más del denso mundo que ha creado Nintendo para esta nueva entrega. Si algo tenemos claro, es que todavía nos queda mucho por descubrir del nuevo plataformas del fontanero, ya que Nintendo está mostrando con cuentagotas todas las posibilidades de este amplísimo plataformas. Sin embargo no hace falta ver mucho para vislumbrar lo grande que va a ser Super Mario Odyssey, que llega para romper moldes tanto en posibilidades, como dentro de la propia saga del fontanero, y eso son palabras mayores. Esto sorprende si tenemos en cuenta que estamos solo en el primer año de vida de la consola.

A un mes del lanzamiento del que está llamado a ser uno de los mejores juegos de 2017, las sensaciones son curiosamente familiares con The Legend of Zelda: Breath of the Wild antes de su llegada. La gestión de la información por parte de Nintendo consiguió que la epopeya de Link nos explotara en la cara tanto a crítica como a jugadores, pues prácticamente nadie pudo prever la dimensión que acabaría tomando el juego. Salvando las distancias, tenemos una sensación muy parecida con Super Mario Odyssey: parece que todavía no se nos ha revelado mucho de lo que puede ofrecernos este plataformas y eso es muy bueno; lo que sí sabemos es que nos vamos a encontrar una propuesta muy variada y rejugable, con un control exquisito, muchas sorpresas, libertad de exploración y nuevos recursos jugables que lo convierten en un plataformas 3D realmente divertido.

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Cappy, un nuevo icono para la saga que viene para quedarse

En esta ocasión hemos podido profundizar en hasta tres reinos diferentes con las habilidades de Mario y su interacción con el entorno de este nuevo universo; tres reinos muy profundos y totalmente diferentes entre sí en los que Super Mario Odyssey ya nos ha dejado ver muchos ejemplos de lo que nos va a ofrecer a partir del mes que viene. En cada reino podemos esperar zonas realmente amplias (aunque desde luego no es un sandbox ni lo intenta ser), llenas de secretos que invitan a la exploración, mucho puzle, contrarreloj, pruebas, desafíos, minijuegos y jefes finales. 

Poder lanzar nuestra gorra en cualquier dirección amplía mucho las posibilidades jugables de Mario.

El elemento más característico y por el que Super Mario Odyssey seguramente va a ser recordardo en la saga es Cappy, la otra estrella del título; una gorra que da a Mario la capacidad de "poseer" a ciertos enemigos y además expande sus habilidades. Cappy, que ya aspira a nuevo icono de la saga supone un paso allá jugablemente hablando; poder lanzar nuestra gorra en cualquier dirección horizontal amplía mucho las posibilidades jugables de Mario, con el que ya no nos vemos limitados a saltar sobre objetos o enemigos sino que los podemos atacar a distancia. Además la variedad de habilidades de Mario ya de por sí es muy profunda, con movimientos que tardaremos algún tiempo en dominar.

Con Cappy tenemos acceso a múltiples transformaciones si decidimos poseer a ciertos enemigos que encontraremos en cada reino; una habilidad en muchas ocasiones opcional que abre el abanico a jugar a Super Mario Odyssey de muchas formas distintas. Podremos convertirnos en goomba para formar torres, en rana para poder saltar mucho más alto, en pez para poder bucear sin límite o en llamarada para poder sortear saltando lagos de lava, aunque habrá muchisimas más transformaciones. Gracias a Cappy, las habilidades de Mario se multiplican y por tanto, la variedad está servida; de hecho en ocasiones dudaremos si lo que estamos controlando es a Kirby.

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Explora a tu gusto y piérdete buscando todas las lunas

Si vienes siguiéndole la pista al último plataformas del fontanero desde su anuncio original, ya tendrás claro que nos vamos a encontrar una aventura donde prima la libertad de exploración y la interacción con el entorno. Podemos experimentar con todo lo que nos rodea, pudiendo avanzar de muchas formas distintas gracias a la gran variedad de habilidades. Sin embargo, a pesar de todas estas nuevas posibilidades, los saltos siguen teniendo una gran importancia y no se pierde el foco en el plataformeo (algo que hubiera sido imperdonable) con algunas partes que requieren de gran timing y precisión por parte del jugador a los mandos del fontanero. Super Mario Odyssey es accesible en un principio pero tiene una dificultad escalable: requiere habilidad en ciertos momentos, sobre todo para acceder a todos los secretos y conseguir todas las lunas. En este sentido en ocasiones se premia nuestra habilidad para explorar y en otras nuestra habilidad para controlar los saltos.

Los secretos, como en cada plataformas de Mario, estarán a la orden del día. Nuestro objetivo en el juego a priori es conseguir combustible para la nave Odyssey, con la que viajaremos de reino en reino tras Bowser y este combustible no es otra cosa que las lunas que hay repartidas por todas partes. Para acceder a cada reino necesitaremos alrededor de 15 lunas, pero habrá más del doble, lo que nos da una pista de la cantidad de secretos que nos vamos a encontrar. Tendremos que explorar mucho y bien para exprimir el juego al máximo y para ello, tendremos que echar mano de nuestra imaginación y de las herramientas que nos den los creativos de Super Mario Odyssey: nuestras nuevas habilidades tomando posesión de nuestros enemigos. 

Para acceder a cada reino necesitaremos alrededor de 15 lunas, pero habrá más del doble, lo que nos da una pista de la cantidad de secretos que nos vamos a encontrar.

Como con todo buen plataformas 3D, en Super Mario Odyssey nos hemos encontrado un control bastante pulido y que en esta ocasión aprovecha las posibilidades de los JoyCon de Nintendo Switch, algo lógico, y es que Nintendo debe aprovechar oportunidades como esta para marcar el camino de lo que puede ofrecer su hardware. Podemos controlar a Mario de la forma tradicional o con los JoyCon por separado; de esta segunda forma podemos agitar el JoyCon derecho para lanzar a Cappy y dirigirlo hacia los enemigos incluso dándole efecto con la muñeca, como haríamos con un Wiimote. El control por movimiento es un buen añadido, aunque hay que señalar que es totalmente opcional.

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¿Puede un plataformas 3D convertirse en el mejor juego del año?

Técnicamente luce soberbio, con una fluidez a prueba de bombas, que es justo lo que le pedimos a un plataformas de la talla de un Super Mario 3D. Se nota que es un desarrollo nativo para Nintendo Switch, sin Wii U de por medio, porque a parte de aprovechar las posibilidades visuales del nuevo sistema, además hace uso de la vibración HD en algunos minijuegos y del control por movimiento de los JoyCon, aunque como ya hemos adelantado, es totalmente opcional. 

Lo que hemos podido probar hasta el momento parece que solo es la punta del iceberg de lo que nos depara Nintendo con el nuevo plataformas 3D del fontanero. Todo lo que hemos visto hasta ahora sorprende, no solo por las notables innovaciones jugables que llegan a la saga, sino por la enfermiza atención por el detalle que está teniendo Nintendo en el juego, a la altura de The Legend of Zelda: Breath of the Wild; y es el juego no para de sorprendernos a cada momento con sus animaciones, gestos, transformaciones, situaciones rocambolescas y hasta su sentido del humor, sin contar con la gran cantidad de sorpresas que nos esperan. Y eso que hasta ahora solo hemos visto una pequeña muestra de lo que promete será uno de los grandes bombazos de 2017.