Análisis Steel Diver

3D

Hemos visto aún poco de lo que nos puede llegar a ofrecer Nintendo 3DS y su efecto 3D, quedando realmente bien en juegos como Nintendogs + Cats o pasando un poco desapercibidos en, por ejemplo, Pro Evolution Soccer con su cámara tradicional.

Miyamoto aseguró recientemente en una entrevista sobre el juego que el efecto 3D que se quería conseguir era el de una pecera, como si viéramos un pequeño submarino flotando en nuestras acuáticas pantallas. Podemos decir que el equipo de desarrollo no ha conseguido el resultado que el creativo quería lograr, quedándose en algo que no sobresale mucho de la pantalla.

El efecto tridimensional en fotos funciona "por capas", mientras que en juego funciona a pleno rendimiento con dos cámaras móviles con escenarios tridimensionales. No penséis que por ser un juego 2D el efecto 3D debe notarse menos, ya que tenemos juegos como Rabbids 3D en los que se obtiene un resultado de lo más gracioso. En Steel Diver podría haberse utilizado unos escenarios más ricos y centrados algo más en el efecto, ya que la mayoría están semi vacíos, quedando el submarino flotando en la misma capa que muchos otros elementos, dando la sensación de que solo hay dos capas, la de delante y la de detrás.

Si prestamos mucha atención comprobamos que esto no es cierto, ya que las formaciones rocosas se van hacia el fondo dando algo de sensación de profundidad, el problema es que mientras estamos jugando no lo notamos. Algo que queda sustancialmente mejor en 3D son los peces si los observamos de cerca.

Como opinión personal, creo que el problema radica de la distancia entre objetos y la falta de tiempo de desarrollo, que habría ayudado a replantearse cosas como esta.

Si, el juego tiene fases en 3D más trabajadas como la del volcán, pero el juego no debe vivir solo de una fase algo más impresionante.

El modo periscopio y el modo batalla es otro cantar. La vista 3D exterior se beneficia y mucho del efecto, mostrando los barcos y el mar de una manera realista. La mirilla se situará en primer plano completamente diferenciada del fondo. Además, gracias al efecto sabremos con mayor precisión la situación de los barcos enemigos.

Sonido

Solo con escuchar una porción de la banda sonora de este juego sabemos de qué puede tratar. Decir que tiene toques bélicos es quedarse corto. Todas las melodías tienen ese aire de "campo de batalla" que nos deja claro cual es la temática del título. No tenemos paseos tranquilos con canciones relajantes, no... esto es la guerra.

Desde los menús hasta el modo periscopio, podemos oir música con toques heróicos, llevando la experiencia a una leve sensación de repetición. Desde luego, la banda sonora de este juego no es una de las mejores que ha lucido la empresa nipona.

Los efectos de sonido si que tienen una mejor valoración. Se ha recreado muy bien todos los aparatitos que podemos escuchar en un submarino, como el radar, la radio o el lanzatorpedos. Las colisiones, ya sea con elementos del escenario o con otros objetos, suenan como tienen que sonar, así como las sirenas que nos alertan de entradas de agua o explosiones aparatosas.

Las voces de "meidei" o "sink" en los modos periscopio y batalla naval están bastante logradas, aunque pueden llegar a cansar si se escuchan muchas veces seguidas, y si sois buenos tiradores ocurrirá seguro.

Jugabilidad

Probablemente, la jugabilidad sea uno de los mejores apartados del juego. Algo muy original llega a consolas con este juego, y es que controlar un submarino usando dos palacas, dos botones y un volante, todo incrustado en la pantalla táctil, resulta a priori curioso, luego lioso, y luego una genialidad. Este juego se controla únicamente con la pantalla táctil, a pesar de tener algunos de sus botones funciones secundarias.

Al principio resulta tosco y lento, pero a medida que juegas comprendes que un submarino no es un bólido de carreras. Como ya hemos dicho, tenemos dos palancas en dos posiciones, vertical y horizontal. Las dos se pueden graduar para elegir la velocidad a la que queremos que se desplace el aparato, no siendo estrictamente necesario "ponerlo a tope" para avanzar mejor (lo digo por experiencia propia). Es el primer impulso que tendremos, y al ver que puede resultar un poco desastroso, o bien probaremos a usar un control más ligero, o desistiremos y nos negaremos a jugar más. La gente que no tenga paciencia puede ver en el modo submarino un verdadero aburrimiento.

Steel Diver no es un juego de acción, ya que la acción bajo el agua transcurre ralentizada, pero ahí estaremos nosotros para toquetear todos los paneles de mando para poner a buen rumbo nuestro submarino.

Cada uno de los tres submarinos tendrá controles y características totalmente diferentes. Al iniciar el modo submarino podremos elegir una de las siete misiones del juego, y si queremos sacarle jugo tendremos que rejugarlas si o si. Tras esto será el momento de elegir el submarino que queremos usar en la misión, dándonos a elegir el Manatee, pequeño, manejable pero con una potencia de ataque algo mermada, con un botón de misil recto y otro hacia arriba. El submarino intermedio será el BlueShark, que tendrá dos misiles en la parte posterior y un volante para regular la inclinación.

Serpent será el submarino más grande y vasto. Tendrá cuatro misiles en la parte posterior, un volante regulador de inclinación con varias vueltas y un tamaño extremadamente largo. El orden de los submarinos disponibles parece estar acorde su facilidad de manejo. Todos tienen en común un nivel de aire, así como un botón de enmascarar sonidos, para despistar a los misiles teledirigidos.