Análisis SoulCalibur V

El apartado técnico

Técnicamente nos encontramos ante sensaciones agridulces. Si bien nos damos de bruces con una fluidez, velocidad y precisión sorprendentes (y más viniendo de SoulCalibur IV), otros elementos como la expresividad, los escenarios o algunas animaciones dejan que desear. El avance y el paso adelante dado no se aprecian a simple vista, algo que, en el fondo, se debe al ser su principal logro el haber depurado y limado todas las asperezas e imperfecciones de la anterior entrega. No se ha hecho desde cero y apenas se han introducido nuevos elementos.

El gran logro, además de la citada agilidad y del dinámico ritmo de juego logrado, se basa en el potente editor del que hablábamos antes, del que surge un detallismo casi enfermizo en el que apreciar incluso los lunares y las cicatrices de los luchadores. Sin embargo, su gran "pero" lo encontramos en la destrucción, tanto de escenarios como de armaduras, de la que gozaba la cuarta parte, que, en vez de evolucionar, se simplifica y pasa desapercibida, quedando relegado a una rotura de ciertas prendas al acabar un combate o a las grietas que pueden surgir en el suelo de los escenarios, siendo poco llamativa espectacular.

Si bien las animaciones de los personajes son naturales, realistas y se suceden con convicción, tienen múltiples problemas con los límites de los escenarios y en lo que a expresividad facial se refiere no es que sean envidiables. Personajes cuyos modelados lucen a gran nivel y son más de 25 (algunos desbloqueables cumpliendo determinados requisitos), una cifra nada despreciable y menos al conocer quienes la conforman, personajes clásicos como Ivy, Nightmare, Siegfried, Yoshimitsu o Cervantes y nuevas incorporaciones que guardan algo más que una relación de parentesco con muchos de los desaparecidos, también una de estilo. En este grupo encontramos personajes como Patroklos Alexandra (hijo de Sophitia), Pyrrha Alexandra (hermana de Patroklos e hija de Sophitia), Natsu (discípula de Taki), Yan Leixia, (hija de Xianghua), Astaroth, (es el "hermano menor" del Astaroth original), Xiba (basado en Kilik) o Elysium (curiosamente parecida a Sophitia).

La gran incorporación al plantel de personajes, el heredero de la aparición de Yoda y Darth Vader en la anterior entrega, ha pasado a ser Ezio Auditore. Un personaje rápido y con potencia que hará las delicias de más de uno, y que al contrario que las últimas apariciones sorpresa, se introduce y se adapta a la perfección a esa ambientación medieval del juego. Además, es uno de los pocos nuevos personajes que derrochan carisma.

En lo que a escenarios se refiere contamos con otra cifra considerable que hará que, sin ser desorbitada, no repitamos constantemente la misma arena. Más de 25, casi uno por personaje y a lo largo de los cuales visitaremos, entre otros, ciudades, palacios, bosques y cuevas con o sin límite por el que arrojar a nuestro rival. Lamentablemente algunos de ellos no llegan a estar todo lo cuidados que debieran, otros muchos pecan de simples y algunos presentan ingluso errores gráficos. En conjunto queda un resultado muy mejorable y algunos, con fondos que son una auténtica belleza, no logran salvar el global.

Sonido

El apartado sonoro del juego por otro lado se logra separar e incluso despuntar sobre el resto de elementos. El conjunto global es francamente sobresaliente. Si bien (como hasta ahora) no llega a nuestro territorio doblado, sí lo hace traducido con subtítulos, permitiéndonos, para compensar, elegir entre escuchar las voces en inglés o hacerlo en japonés, algo que los fans sin duda agradecerán. En cuanto a los efectos de sonido nos encontramos con un trabajado aspecto que cumple sin demasiadas pretensiones.

Lo que realmente hace único al título es su banda sonora. Con compositores tanto orientales como occidentales a sus espaldas, el elenco es más que amplio e incluye en su interior temas que rebosan  epicididad. Si bien siempre ha destilado calidad, en esta ocasión logra superarse a sí misma con un tono más medieval, más bélico, con todo tipo de acordes, tonos o registros.

Os dejamos, como es habitual, con unos cuantos temas en los que apreciar su calidad.

Conclusión

SoulCalibur regresa de entre los muertos con una nueva entrega numerada que, a pesar de no arriesgar ni presentar novedades de peso, pule y corrige gran parte de los errores que impidieron a SoulCalibur IV convertirse en uno de los baluartes del género a principios de generación. Lamentablemente, eso no basta a estas alturas, pues no han sido pocos los títulos que superaron a dicha entrega y se atrevieron a innovar y buscar su lugar dentro del catálogo de Playstation 3 y Xbox 360.

Centrado en su modalidad online y dotado de una jugabilidad mucho más fluida y dinámica, SoulCalibur V convence y promete horas y horas de diversión a todos aquellos que quieran adentrarse en el arduo camino que se ha de recorrer para dominar a los personajes y jugar a nivel de competición, no así a los que den prioridad a modos offline en los que probar tipos de juego alternativos, con diversas reglas o condiciones especiales.

Un apartado técnico que pule los errores de su anterior entrega (pero que por ende se muestra en gran parte como ella entonces y puede parecer desfasada), una banda sonora envidiable y un gran editor o un trabajado modo historia, elementos desconocidos hasta ahora en la saga, conforman el retorno de SoulCalibur, notable pero, una vez más, lejano a la excelencia.