Análisis Soul Sacrifice

Algo que nos ha llamado la atención es poder enfrentarnos con el poderoso Magusar desde el principio; una opción que esperaríamos que se desbloqueara al final en circunstancias normales (con 'Soul Sacrifice' nada se puede considerar "normal"). Lo que ocurre es que si somos tan temerarios como para tomar esa decisión, el hechicero acabará con nosotros sin piedad, concluyendo el juego en ese mismo instante. Por raro que parezca, sí; podremos llegar a los títulos de crédito en cuestión de pocos segundos tras iniciar el juego.

El diseño de las criaturas finales es de lo más remarcable del título.

La manera de contar la historia es bastante original; en vez de cinemáticas, se nos irá contando por texto y voz entre las páginas del libro, sumado a varias animaciones relacionadas e intervenciones del propio Librom para puntualizar varios hechos y que nos quede todo claro. Como habréis podido notar, la historia en 'Soul Sacrifice' es muy importante, siendo lo que motiva todo lo que hacemos. Este es uno de los hechos que diferencia el juego que nos ocupa con 'Monster Hunter', donde la trama sin duda pasa a un segundo plano.

Un sistema de combate variado que se exprime al máximo en compañía

Una de las cosas que hacen a 'Soul Sacrifice' único entre el catálogo de PS Vita son sus mecánicas de combate y el sistema de ofrendas que tendremos que usar como hechiceros para convocar poderes a cada cuál más impresionante. Las ofrendas son objetos que iremos consiguiendo durante el juego normalmente al terminar cada misión como botín. Se ha incluido un sistema de combinación de estos poderes muy sencillo y lógico para el jugador. Cuando vayamos recogiendo ofrendas y tengamos en la mochila varias repetidas, podremos combinarlas para obtener una resultante de un nivel superior (marcada con una o más estrellas). También podremos obtener ofrendas totalmente nuevas como resultado de dos ofrendas diferentes entre sí. 

Las ofrendas tienen un número limitado de usos, tras los cuales se van agotando hasta que ya no podamos utilizar más ese poder. Antes de que se agoten podemos restaurarlas buscando puntos de renovación de ofrendas por el escenario con forma de ramas, lanzas y estandartes clavados en el suelo, etc. Cuando irremediablemente esas ofrendas se terminen por gastar debido a su uso, no desaparecerán de nuestro menú de selección, sino que se volverán grises e inutilizables. Para restablecerlas tendremos que hacer uso de unas lágrimas segregadas por el libro parlante entre misión y misión. Para conseguirlas tendremos que recogerlas con nuestro dedo en la pantalla táctil. Cada ofrenda nos pedirá un determinado número de lágrimas relacionado directamente con el poder de cada magia, que también necesitaremos para eliminar de nuestro cuerpo las afecciones aparecidas tras utilizar los llamados ritos negros.

Las ofrendas serán la fuente de poder en los combates.

Los ritos negros son habilidades poderosísimas que desatará nuestro hechicero haciendo un sacrificio de alto valor, como sus brazos, su piel o un ojo, entre otros. Se irán desbloqueando a medida que vayamos subiendo de nivel. Si nos vemos obligados a utilizarlos, le causaremos un daño espectacular a nuestros enemigos, pero por otra parte pagaremos el precio en las misiones posteriores donde seremos más débiles, viendo por ejemplo reducida nuestra defensa. El pago en lágrimas para volver a nuestro estado normal será alto, por lo que tendremos que esperar varias misiones para poder conseguirlas todas. 

La última variable que define nuestras habilidades junto a las ofrendas y los ritos son los sellos de nuestro brazo. Tendremos la capacidad de llevar una cierta cantidad de sellos o marcas que conseguiremos al finalizar las misiones. La elección de estos sellos influirá directamente en la potenciación de nuestras habilidades, defensa, ataque o afinidad con ciertos elementos, entre otros. Al igual que las ofrendas, nuestra estrategia dependerá de la configuración que elijamos antes de iniciar cada misión.