Análisis Singularity

(Ps3, 360)

Estás en: JuegosAdn > PS3 > Análisis > Singularity (PS3, Xbox 360) > Página 2

Página 2

Plataforma analizada: PS3
31/07/2010 12:00

Jugabilidad

20100731_00007.jpg

Pero la narrativa no es lo único que recuerda a Bioshock, o también a Dead Space, o en realidad a algo que ya viene incluido en la mayoría de FPS que salen al mercado hoy en día: un arma o poder extravagante como acompañamiento secundario. Por un lado, están las armás típicas de un juego de estas características (pistola, escopeta, arma automática, rifle de francotirador...), cuyo catálogo se ve ampliado por el añadido de un arma especial que cada vez que disparamos pasamos a ver la trayectoria de la bala en primera persona para poder dirigirla a nuestro antojo (algo que me recuerda a Heavenly Sword).

Además, tenemos la posibilidad de mejorar la capacidad, la velocidad o el daño de las armas en ciertas máquinas que se encuentran repartidas por todo el juego, otro aspecto que recuerda a los dos juegos mencionados al comienzo de este párrafo. Sin embargo, por otro lado, y como parte más llamativa y que realmente le da ese toque de calidad a Singularity, está el “arma secundaria” potenciada con E99, el DMT, que permite hacer cosas tan fascinantes como alterar el tiempo a lo Prince of Persia o mover objetos a lo Half-Life 2.

20100731_00008.jpg

Sin lugar a dudas, el punto que destaca por encima del resto en Singularity es el uso del DMT. A medida que avance el juego irá mejorando y adquiriendo nuevas habilidades, presentando así nuevas alternativas para los combates o abriendo nuevas posibilidades de acción y reacción. Mover objetos, alterar el tiempo para envejecer o rejuvenecer a objetos y enemigos, lanzar bolas de energía, mover objetos mediante gravedad, viajar al pasado/futuro, provocar ondas de choque, etc. La gama es bastante amplia, y no sólo servirá en los combates, sino que también será necesario para resolver puzles o desbloquear caminos. Si ahora recapitulamos, nos encontramos con que tenemos un modo historia bien montado, trabajado, con un buen guión narrado al ritmo justo y que engancha, estupendos giros y perfecta ambientación.

Además, se añaden una gran cantidad de características principales de los mejores juegos del género, perfectamente combinadas y encajadas, y que se ven completadas con algunos toques de novedad y originalidad. Con todo esto, nos enfrentamos a alrededor de 10 horas de juego, que pueden convertirse en más, ya que es un título que invita a ser rejugado, y más sabiendo que dispone de varios finales según el transcurso de la historia. No suena mal, ¿verdad? Además, dispone de modo multijugador online, donde destaca por encima de los típicos modos de juego el de soldados contra mutantes.

De todos modos, aunque resulta entretenido en un principio, que nadie se haga ilusiones, porque es un aspecto del juego bastante flojo y que parece metido con calzador, más por necesidad de estar a la zaga del resto de juegos actuales del género que por otra cosa.

20100731_00009.jpg

Pero como ocurre siempre, donde hay algo bueno tiene que haber algo malo, y en Singularity yo destacaría sobre todas las cosas la falta de libertad. Por un lado, tenemos una grandísima puesta en escena, muchas veces con escenarios abiertos, pero siempre con un camino único marcado y sin posibilidad de exploración. No hay alternativas, diferentes posibilidades o pequeños laberintos. Además, también se echa de menos el no haber podido aprovechar el DMT más, ya que se trata de un arma muy poderosa en todos los sentidos, y no se le saca un jugo que vaya más allá de su uso en combate o en momentos puntuales para resolver situaciones preestablecidas. Y ya siendo un poco quisquillosos, comentar que la IA del juego es un tanto caótica, con enemigos que se abalanzan sobre ti sin pensar mucho en lo que están haciendo, algo que puede resultar comprensible en el caso de los mutantes, pero no tanto cuando se trata de soldados de un ejército.

Anterior
12 3
Siguiente2 de 3 páginas
7.9

Lo mejor

Lo peor

¿Cómo analizamos?