Análisis Shin Megami Tensei IV

'Shin Megami Tensei IV' es un título largo. No es un juego fácil de digerir por el tema de los diálogos y la gran cantidad de texto que tiene. Es un título para jugadores de paciencia infinita y para aquellos que sepan apreciar un guion que se sale del estereotipo actual. Gracias a las diferentes rutas que propone el juego tenemos ante nosotros una obra muy rejugable y que nos dará para un buen puñado de horas. La duración proviene, sobre todo, por el tema de las escenas de corte. Eso sí, para poder acceder a todas las rutas no vale saltarse nada. Hay que estar atentos a lo que vemos en pantalla. Gracias a eso tendremos título para aburrir.

Te elijo a ti, demonio

Cualquiera podría pensar que estamos jugando con los Pokémon, pero no. 'Shin Megami Tensei IV' es un JRPG de corte clásico, con los típicos combates por turnos. Sigue sonando a Pokémon sí. Básicamente, las opciones de combate nos serán mostradas en  el tutorial que tendremos que hacer sí o sí. Es lo primero que tendremos que asimilar para no darnos de bruces. No es un título fácil, ni de jugar ni de asimilar, y eso lo vamos a comprobar desde el primer momento que entremos en batalla. Nada más convertirnos en samuráis pasaremos a una zona de mazmorras para nuestro entrenamiento. Aquí aprenderemos todo lo básico en relación a los combates y a las diferentes opciones del juego.

Es tan obligatorio pasarse el tutorial que no podremos guardar la partida hasta que el propio juego no nos dé la opción en pantalla. No tenemos más narices. Eso sí, agradeceremos todas y cada una de las explicaciones que nos den, tanto el instructor como Burroughs, la IA del guantelete que llevamos. Bien, los enemigos a los que nos enfrentamos salen en pantalla y en cuanto nos vean irán a por nosotros. Tenemos dos opciones, estarnos quietos o asestar un ataque rápido para causar un daño extra al inicio. Una vez entramos en combate, pasamos a las típicas opciones de un JRPG normal, pero potenciadas con el sistema Press Turn, que añade más variabilidad y un componente estratégico más refinado.

La gracia del combate radica en la posibilidad de poder reclutar a los demonios con los que nos enfrentemos. Antes de poder hacerlo tendremos que adquirir una habilidad con los puntos que nos darán tras la subida nivel. Burroughs será la encargada de ofrecérnosla en un determinado momento del tutorial. Llamada Hablar, podemos entablar conversación con los demonios en pleno combate e intentar persuadirlos de unirse al grupo. No será fácil ya que estos nos pedirán algunas cosas a cambio. Con un poquito de suerte y de labia podemos añadir a nuestro equipo hasta un total de ocho demonios. Por supuesto, pueden subir de nivel y aprender nuevas técnicas, además de fusionarse. Hay más de 400, por si no tenéis prisa…

Explora, ármate y a por ellos

Un buen JRPG tiene que llevar la voz cantante casi todos sus aspectos. De nada sirve meter cosas por meter si luego la historia o las opciones de juego no acompañan. Por supuesto, no es el caso de 'Shin Megami Tensei IV'. A su eterna aventura hay que sumar un factor clave como es el componente de la exploración y de la evolución de los personajes. Por el lado de la exploración tenemos dos áreas bien diferencias, el castillo de Mikado y la ciudad de Tokio. El primero es, por así decirlo, nuestro cuartel general. Aquí podremos comprar y vender todo tipo de cosas. Armas, armaduras, objetos de curación,... lo que sea.

El segundo escenario, Tokio, es la zona de combate y donde llevaremos a cabo el grueso de las misiones, tanto principales como secundarias. Esta zona será la que nos presente un mundo en 3D en el que poder explorar cada rincón de los escenarios disponibles. El mundo que nos presenta Atlus es bastante extenso, por lo que tendremos que tomarnos nuestro tiempo. Hay muchas zonas que visitar de la gran urbe japonesa. El trabajo de la compañía japonesa a la hora de ofrecer un mundo cargado de detalles y de opciones en 'Shin Megami Tensei IV' ha sido bastante notable. No es 100% abierto ya que hay zonas de transición pero cumple muy bien.

Tanto el castillo de Mikado como la ciudad de Tokio presentan diferentes estructuras. Ya hemos comentado que la capital nipona está en completo 3D. No se puede decir lo mismo del castillo, que nos presenta una zona en 2D con escenarios pre-renderizados. No podremos movernos libremente por esta zona ya que su diseño estructural está hecho como si de una novela gráfica interactiva se tratase. Muy al estilo El Profesor Layton solo que con un poco más de libertad y de opciones. Cada zona muestra un ambiente diferente. Una es para descansar y tomarse un poco las cosas con más calma y la otra es una zona de combate total.

En el castillo de Mikado tendremos la oportunidad de comerciar en las diferentes tiendas que encontremos. Además, será el centro neurálgico de las misiones y de las side quest que tengamos que hacer a lo largo de la aventura. Por supuesto, no pueden faltar las conversaciones con los diferentes personajes que pueblan el castillo. En los siete niveles disponibles, aunque solo el Castillo de Mikado cuenta con diferentes secciones como tiendas o zonas de descanso, podremos descubrir cómo es la vida en el interior de los muros. Aunque la zona no es abierta, eso no significa que no tengamos total libertad de ir donde nos apetezca. No es un simple fondo plano, hay mucha actividad.